lunes, 26 de agosto de 2019

Llenando el capazo de puntos

La competición de la regularidad; la que mide el potencial de una plantilla a lo largo de nueve meses; aquella que pone a prueba la resistencia de los equipos al calor del final del verano y final de primavera, al frío y agua del invierno, a las lesiones, a las sanciones y a los mil y un avatares que pueden surgir a lo largo de 38 partidos de Liga, ha comenzado.

Tras tres temporadas en las que el Pontevedra CF se vio obligado por el caprichoso sorteo a jugar el primer encuentro fuera de casa, en esta ocasión la Diosa Fortuna tuvo a bien decidir que el equipo se estrenase ante su gente y ante un rival de la misma provincia.

Y esa gente, nuestra gente, acudió ilusionada a encontrarse con sus jugadores en el inicio de una campaña en la que se ha puesto el listón de las exigencias más alto que en los últimos tiempos y en la que en consecuencia ir llenando el capazo de puntos resulta todavía más importante que en otras ocasiones en las que el diapasón de la paciencia alcanzaba niveles más altos que los que a buen seguro el club está dispuesto a soportar en la actualidad.

No voy a negar que esperaba más presencia de  aficionados en Pasarón. Sí, es cierto que el campo desde que se ha reformado engaña y parece acoger a menos gente de la que realmente reúne pero aún así esperaba más a pesar del mes de Agosto, el horario sabatino y demás historias.

Sea como fuere, el Pontevedra inició la Liga y lo hizo ganando con bastante solvencia a un Coruxo que tiene buenos jugadores y entrenador y que a buen seguro dará más que un disgusto a lo largo de la competición.

Debido a un mes de Agosto algo complicado, este atribulado bloguero solo había tenido ocasión de ver al equipo en el trofeo Luis Otero disputado frente al Racing de Ferrol.

Aquel día el jugador que dejó los detalles para el recuerdo del choque y mostró un punto de forma y velocidad llamativos para el final de Julio en el que nos encontrábamos fue Alvaro Bustos.

Como una continuación de aquella primera parte frente a los "verdes" y contra otro equipo también vestido con el color de la esperanza pero ya en un partido oficial, Bustos dejó una obra de arte en los primeros minutos del partido que levantó a todo el mundo de los asientos del ex vetusto estadio granate.
Esa jugada del 1-0 (con un primer regate maravilloso, un segundo recorte extraordinario y un remate sutil a gol con la derecha) volvió a poner de manifiesto la calidad que este hombre atesora en sus piernas y la importancia de que esta temporada le respeten las lesiones y no le baje la confianza pues de ser así el equipo contaría sin lugar a dudas con un jugador espectacular.

Es cierto que la defensa coruxista (especialmente su lateral izquierdo que también fallaría estrepitosamente en el 2-0) estuvo un poco blanda y contemplativa en la jugada pero aún así la acción fue de una belleza y calidad tan enorme que endulzó de la mejor manera el inicio de Liga en Pontevedra.
Es de reseñar igualmente que Alvaro empezó en la izquierda pero que en seguida permutó la banda con Javi Pazos y fue allí, en la derecha, desde donde sembró el pánico en la defensa del Coruxo. 

Fue esa primera parte algo más abierta que la segunda.

El Pontevedra a raíz del gol pudo jugar a lo que parece que también más le va a gustar este año que no es otra cosa que dejar la pelota a su rival, robar cuanto más adelante mejor y salir fulgurantemente a la contra para hacer daño con la velocidad de sus atacantes.
     
Así llego el segundo tanto con un balón largo corrido por Adighibe que tras un control muy meritorio y estético se plantó en la misma línea de fondo del área rival y cedió atrás para que Yeremi Valerón culminara una mala noche enviando el balón al fondo de su propia portería. 

Es este el momento en el que me gustaría hablar un poco de este delantero al que no había tenido oportunidad de ver jugar hasta el pasado Sábado.

Mis expectativas no eran altas, lo confieso. Mis dudas eran bastante grandes y la posición de "9" tan importante que no era nada optimista.

Luego, tras presenciar el partido, no puedo sino reconocer que esas expectativas tan bajas han crecido bastantes enteros por la buena impresión que a este bloguero le ha causado Adighibe.

No se trata de pasar del cero al infinito ni creer que ya tenemos un delantero  estrella que arramblará con cualquier defensa que se le ponga por delante.

Solo es el primer partido, está claro.

Sin embargo, el nigeriano mostró velocidad (eso ya lo intuíamos) pero también cierta categoría en sus acciones como ese control en la jugada del segundo tanto y habilidad para proteger la pelota y entregarla bastantes veces en mejores condiciones en las que la recibió.
Además, una recuperación defensiva al borde del descanso en la que desplegó toda su potencia para correr casi desde el área contraria a nuestra zona defensiva izquierda para ayudar atrás acabó por encandilar a la afición.

Es solo un partido, es bueno insistir, pero la primera impresión ha sido buena.

Decía antes que la primera parte fue más abierta que los segundos 45 minutos y buena prueba de ello es que el Pontevedra además de llegar en ataque también sufrió en ocasiones la ofensiva del conjunto vigués.

Tuvimos algunas dificultades por nuestra banda derecha defensiva en la que Añón aunque nunca culminó si hizo sufrir a Nacho López.
Con 1-0 en el marcador, cometimos varios errores defensivos desde el medio campo en una jugada en la que Jacobo Trigo mandó un balón por encima del larguero desde el corazón del área cuando lo tenía todo a favor para empatar y ya con el 2-0 un remate de cabeza de Silva no se fue demasiado lejos de la portería de Edu.

A pesar de todo ello, la primera media hora de Bustos y las apariciones de un Romay que fue de menos a más en ese primer tiempo, además  de las cabalgadas de Adighibe daban la impresión de que el Pontevedra contaba con recursos más que suficientes par sentenciar un poquito más el choque.

La segunda parte, como ya se ha adelantado, fue diferente.

El Pontevedra CF desde el principio entregó la pelota a su contrincante invitándole a atacar para aprovechar espacios al contragolpe.
El primer cuarto de hora aún sin crear ocasiones de gol sí pareció que se controlaba la situación y que el tercer gol estaba cerca pero con el paso de los minutos el Pontevedra se quedó sin capacidad para salir a la contra y cada vez más aculado en su área de castigo.

Pudo influir en esta situación el cambio de Pazos y Adighibe (tocados durante la semana) por Javi López y Pedro Vázquez que acusaron su falta de ritmo y no ayudaron lo que se esperaba al equipo a pesar de que el primero siempre deja algún detalle que muestra su calidad sobre el césped.

O también pudo influir el cambio ordenado por Lusimi entre medias de los dos puntas que llevó a Berrocal al banquillo en lugar de Alex Fernández.

Es posible que la amarilla que tenía el ex delantero pudo motivar la sustitución a pesar de que estaba desempeñando su papel en la destrucción del juego rival a las mil maravillas pero quizá (y solo quizá) si la entrada de Alex Fdez no hubiera supuesto la salida de Berrocal sino la de un exhausto Bustos podría haberse controlado un poco más la fase final del partido.

Y es que esos quince o veinte minutos finales encontraron a un Pontevedra cansado y sin capacidad de salida. Por contra, el  Coruxo consciente de que un gol podría cambiar el decorado lo intentó con todo pero solo en una acción de Mateo Míguez rechazada por Edu consiguió crear peligro real sobre nuestra portería.

En esos minutos destacó otra vez un Churre inmenso y multiplicándose en defensa y un Bueso sobrio, veterano y poco dado a complicarse la vida en la retaguardia. 

Es esa situación del juego con el marcador a favor (aunque con 2-0 se vive más tranquilo y no se desfila por un hilo estrecho) la que debe mejorar el conjunto granate en el futuro pues no tenemos demasiado lejos experiencias dolorosas como las del año pasado con Internacional y sobre todo con el Burgos.
Dejar la posesión al equipo contrario cuando se lleva el marcador a favor resulta inteligente e incluso comprensible pero siempre que se siga amenazando en los contragolpes y se haga sufrir de vez en cuando al rival corriendo para atrás.
Si no salimos nunca, ese rival se crecerá y aunque se defienda bien (como se hizo ayer) habrá veces en las que salgamos trasquilados.

Lo importante de todas formas es la consecución de una victoria que este siempre atribulado bloguero considera justa y que empieza a llenar nuestro capazo de unos puntos que tendremos que reunir en grandes cantidades para cumplir el objetivo y que fortalecen al colectivo  con esa calma y seguridad que solo se consigue sumando de tres en tres.

Por último, siquiera una breve referencia a los otros dos jugadores nuevos que el Sábado disputaron todo el partido frente al Coruxo.

Por un lado, Naveira no apareció apenas en ataque como solía hacer su antecesor David Castro aunque resistió en defensa sin errores importantes. Demostró eso sí una buena condición física y al menos en apariencia terminó el partido en mejores condiciones que muchos de sus compañeros. 
Habrá que verle en tardes más espinosas.

¿Y Sana? Es evidente que no ha venido a sustituir a Borja Domínguez y espero que nadie del club haya pensado tal disparate.
Se mostró dubidativo y lento a la hora de circular el balón demostrando (al menos por ahora) que esa no puede ser su función; cumplió en defensa trabajando y aportando fuerza en medio campo y lo mejor que se le vio fueron dos conducciones desde atrás con potencia y decisión que tuvieron que ser paradas en falta por los jugadores del Coruxo.

Acaba de llegar y debe adaptarse pero en principio su perfil es mucho más cercano al de Kevin (digo el perfil ) que al de Domínguez y es en el equilibrio y la presencia física en donde aparentemente pude ayudar más al equipo.

El Sábado toca A Malata. 

Joselu, Pablo Rey y cía nos esperan y aunque desde dentro de nuestro club club nos denominen como club "hermano" al departamental, todos sabemos que en seis días nos van a dar de todo menos abrazos.

A ver de lo que somos capaces.  
    

  

lunes, 19 de agosto de 2019

Se alza el telón con un objetivo importante

El fútbol fuera de los vestuarios y de los despachos de los dirigentes es pura ilusión.

Allí donde la mayoría de aficionados se sientan y otros pocos saltan y ondean sus banderas reina la esperanza y el anhelo de ver a tu equipo ganar e instalarse en la parte de arriba de la clasificación para poder soñar de Lunes a Sábado con el siguiente partido del calendario.

En los últimos tiempos la ilusión de la masa social del Pontevedra CF se retroalimentó  al margen de las aspiraciones señaladas por un Consejo que todavía zarandeado y algo asustado por el transcurso de la temporada 17/18 prefirió no mojarse y dejar en el aire las posibilidades deportivas de su plantilla.

Sin embargo, de manera sorprendente por lo menos para el que esto escribe, la Presidenta recibió a sus jugadores en el vestuario antes del comienzo de la primera sesión de la pretemporada al calor de la palabra ascenso que como la propia Murillo dijo ese día siempre le ha costado mucho trabajo pronunciar y que solo había puesto sobre la mesa en el comienzo de la primera temporada completa al frente de la nave granate que terminó con el ascenso a 2ªB.

Es de esperar que después de esa declaración de intenciones de la propia Presidenta de la institución no existan a lo largo de la temporada que en unos días empieza de forma oficial los ya conocidos "tirones de orejas" (propinados desde dentro del club la mayoría de veces e incluso desde fuera del mismo en otras pocas ocasiones) a aquellos aficionados que exijan o que reclamen que el equipo navegue inmerso en los puestos de play off o por lo menos muy cerca de los mismos durante toda la campaña puesto que tal circunstancia ya no forma parte de la absurda fabulación de unos cuantos seguidores que añoran tiempos mejores sino que ha salido desde la máxima autoridad del club que ha dejado desde el primer día muy clara la ambición y aspiraciones del Pontevedra CF esta temporada 19/20.     

Una vez aclarado que ha sido el propio club quien ha "puesto las cartas sobre la mesa" y se ha mostrado muy ambicioso, es hora de comprobar si esta plantilla a la que parece que todavía le faltan algunas piezas tiene la suficiente fortaleza o potencial para afrontar la titánica tarea de conseguir uno de los ascensos más difíciles de nuestro fútbol.

La pretemporada de cualquier conjunto se diseña para prepararse y coger fuerza física y argumentos tácticos para la competición oficial.
Juzgar a cualquier jugador por sus actuaciones en estos partidos además de ser quizá algo injusto puede resultar incluso precipitado pues luego los partidos que realmente valen pueden enseñar cosas que ni siquiera se habían esbozado en la preparación.

Ahora bien, si se pueden plantear algunas cuestiones que por lo menos al que esto escribe le preocupan de cara a la consecución del objetivo de estar arriba y al menos coquetear con ese ascenso.

El primer detalle es que el Pontevedra CF cuenta solo con cinco defensas a día de hoy y ese número parece evidentemente muy bajo.
La línea defensiva no está expuesta solamente a lesiones ( en ese sentido cualquier jugador juegue en el puesto que juegue puede sufrir problemas) sino también a sanciones que provocan bajas más habituales en esa zona del campo.

Además, entre estos cinco defensores se encuentra un Naveira recíen llegado del Compostela y que es el único lateral izquierdo del equipo.
No olvidemos que David Castro que también llegó como sub-23 y de Tercera División tardó un tiempo en aportar el rendimiento que luego dejó sobre el césped y no sería nada raro que Naveira también necesite un tiempo de adaptación a un nuevo equipo y a una nueva categoría.

No debe ser ajeno el Consejo a esta preocupación pues desde algunos medios se apunta a que antes de que acabe el plazo de compra de jugadores, el Pontevedra CF podría hacerse con los servicios de otro sub-23 que fortalezca un poco más la retaguardia del equipo.

No me olvido de que también es posible que Santi Figueroa ocupe plaza también sub-23 del primer equipo pero este jugador es lateral derecho y ahí con Nacho, López y Campillo no andamos tan justos.
El fichaje de otro central, por tanto, no sería nada raro.

Y luego está el medio campo que es la zona en la que el equipo ha sufrido las bajas más duras con los casos de Kevin y la ya cantada de Borja Domínguez.

También aquí parece que el club ha visto y comprobado que falta creación de juego y capacidad de distribución pues Sana Ndaye (por ahora, insisto) más parece un hombre capaz de desplegar trabajo y quite de pelota pero no tanto para convertirse en un foco de fútbol por el que la pelota circule con más fluidez hacia las zonas de ataque.

Incluso ha sorprendido que en el día de ayer en el que se ha jugado el último partido de pretemporada que debía servir como ensayo general para el enfrentamiento del Sábado contra el Coruxo, el senegalés no haya sido titular en ese medio campo que estuvo formado por Berrocal y Alex Fdez con Romay en su posición más adelantada habitual.

Ya han salido muchos nombres para ocupar esa plaza diferencial en el medio campo. Desde Fran Rico a Rai Marchan pasando por Miñano, Pina o Molina sin que a día de hoy nada se haya concretado teniendo en cuenta además que este fichaje no sería sub 23 y obligaría a dar una baja senior.

Por lo demás, la pretemporada en el aspecto físico ha resultado bastante tortuosa con algunos jugadores acumulando problemas físicos que les han impedido sumar demasiados minutos durante el verano.
La apendicitis de Vázquez, la recuperación complicada de Javi López o la lesión de Bueso han preocupado aunque el cuerpo técnico ha parecido administrar con calma y sabiduría la situación pues todos han podido jugar al menos algo (incluso Pedro Vázquez) en los último choques amistosos.

La peor noticia, sin duda, la lesión de Alex González que como es ya habitual venía siendo uno de los mejores del equipo y cuyos problemas en una mano le tendrán fuera los primeros partidos de Liga.
Es cierto que también inquietan las molestias musculares de Pazos y el esguince de tobillo de Adighibe ambos tocados ayer pero existen expectativas serias de que todo quede en sendos sustos y puedan estar el Sábado en Pasarón.

Respecto al delantero nigeriano sobre el que se depositan muchas esperanzas y al que no he podido ver en acción por diferentes razones, parece alentador que una vez recuperado de algunas molestias en la primera fase de la pretemporada haya salido casi a gol por partido.
Como se ha comentado varias veces en esta columna es pretemporada y sacar conclusiones de la misma no es lógico pero en el caso de un delantero que vive del gol mejor que vaya marcando y cogiendo confianza que no vea puerta y comience la Liga atravesado.

En definitiva, que en cinco días se alza el telón de una nueva Liga en el que un objetivo exigente preside las aspiraciones del equipo.
La primera piedra en el camino es de dimensiones importantes.

Un Coruxo bien reforzado y con "viejos conocidos" se presentará en Pasarón para tratar de aguar la fiesta del debut liguero.

Ojalá veamos un Pontevedra CF seguro de sí mismo y con esa confianza que dese hace ya mucho tiempo destila delante de sus seguidores y que tanto echamos de menos cuando actúa fuera de casa.

Empieza a girar la rueda y a ver si lo hace a buena velocidad.