lunes, 3 de junio de 2024

No sé si el tiempo....

No sé si el tiempo… aunque supongo que sí, ayudará como tantas otras veces a cerrar esta herida abierta por la que se vierten hacia ninguna parte muchos sueños, ilusiones y esperanzas otra vez truncadas por no ser capaces de ganar en casa.

No sé si el tiempo… aunque supongo que sí, permitirá que en ese rincón especial del corazón vuelva a brillar una pequeña luz con el anuncio del algún fichaje, de alguna renovación, de alguna noticia alentadora.

No sé si el tiempo… aunque supongo que sí, hará más llevadero sobrellevar una nueva decepción, otro varapalo inmenso que se empezó a generar hace ya bastantes semanas y explotó ayer con todo su veneno, al ver a un equipo incapaz de sobrellevar la importancia del choque y mostrarse inferior durante casi todo el partido a un muy buen equipo de veinteañeros.

No sé si el tiempo…. aunque supongo que sí, conseguirá,  no que te vuelva a querer, pues ese amor es imperecedero, eterno, inmune a cualquier derrota sea esta lo dura que sea, sino que vuelva a pensar en ti con confianza en tu futuro, en tu indudable potencial para crecer que se desaprovecha año tras año por una gestión nefasta, en tus posibilidades inmensas que ayer volvieron a romperse ante la mirada de 10.000 espectadores entregados.

No sé si el tiempo… aunque supongo que sí, colaborará para que cuando se formen los grupos y no me encuentre la Cultural Leonesa, el Lugo o el Real Murcia y sí el Escobedo, el Llanera o el Real Avila pueda reunir la fuerza suficiente para aguantar otra temporada en la cuarta división viendo como hasta siete equipos gallegos (algunos con una masa social mucho menor) juegan más arriba y sacan partido al máximo de los recursos de los que disponen.

No sé si el tiempo…aunque supongo que sí, irá retirando hacia un lugar más recóndito de mi cerebro (allí donde descansan las derrotas del Sevilla B, Córdoba, Ceuta, Alcorcón, Puertollano, descensos etc etc) este nuevo fracaso ante el Betis Deportivo y la imagen de impotencia que transmitió  el equipo hasta que en el 87 llegó un gol casi por casualidad.

No sé si el tiempo… aunque supongo que sí, disolverá poco a poco en la memoria cosas como ver a Garay completamente superado en toda la eliminatoria por su par sin que NADA se hiciera ni en Sevilla ni lo que es peor, en Pontevedra. Disuelva también la impotencia de presenciar como ya no hacía falta que nos sacasen corners para hacer peligro sino que ese peligro llegaba de nuestros propios lanzamientos por una ejecución infame y una colocación para el repliegue incalificable. Disuelva asimismo la incapacidad de mi equipo para atacar la presión del rival que nunca pudo ser superada con efectividad para que fluyese, siquiera un poco, el fútbol que tiene en sus piernas. Y disuelva también lo más pronto posible el recuerdo de actuaciones individuales demasiado mediocres y en algunos casos inesperadas como las de Chiqui, Yelko, Carlos López o Dalisson.

No sé si el tiempo… aunque supongo que sí, cubrirá con su velo de irreversibilidad las lágrimas que vi en el rostro de otros en los minutos siguientes al término del partido, las caras desencajadas, la desilusión, mis propias lágrimas escapándose por el borde de los ojos y mojando las lentes de mis viejas gafas.

No sé si el tiempo… aunque supongo que sí, se reirá conmigo y con el resto de componentes de una de las mejores aficiones de Galicia bromeando sobre este fracaso en el momento en que por fin se consiga dar la talla y lleguen las alegrías que merecen aquellos que seguiremos acudiendo a Pasaron llueva, nieve, haga frío o el calor de ayer, estemos en “cuarta”, “séptima” o “decimosegunda” federación.

No sé si el tiempo… aunque supongo que sí, permitirán que la vergüenza y el cabreo que siento al leer las palabras de ayer de la Presidenta en la prensa, (enhorabuena Presidenta por esa copa Diputación, esos dos “campeonatos de Liga”, por cierto,  ambos en 4ª división y el presente “subcampeonato” también de Liga), no me impidan seguir creyendo en ti, en tu camiseta que un día ya lejanísimo estuvo en primera, en ese escudo precioso que evoca fútbol de siempre y permita también seguir recordando que estás por encima de todo.

Por encima de cualquier jugador, cualquier entrenador, cualquier directivo, cualquier Presidente y cualquier dueño o dueña por mucho que cada vez sea más ímprobo el esfuerzo para ello.

No sé si el tiempo… aunque supongo que sí, conseguirá que escribir en este blog o emitir en el podcast no sea un ejercicio de tortura china y vuelvan a convertirse en instrumentos de ilusión y en pequeños granos de arena para contagiar granatismo y hacer Pontevedra CF.

No sé si el tiempo, en definitiva…. aunque supongo que sí, volverá a colocarte en un lugar minimamente acorde con lo que un día fuiste, con lo que tu afición es todavía y con el orgullo que todavía muchos mantenemos de sentirnos, de decirnos y de gritar alto y claro que somos seguidores del Pontevedra CF.

HALA PONTEVEDRA. SIEMPRE Y EN TODO MOMENTO.