lunes, 21 de julio de 2025

Ilusión o iluso?

Hace un par de días consulté en el diccionario de la RAE la definición de la palabra ilusión.

Me encontré con cuatro acepciones del vocablo pero me llamaron especialmente la atención las dos primeras.

Al leer la segunda de ellas me retrotraje a mediados de Abril y al momento en que Igor Irazu hacía el 4-2 ante el Laredo y certificaba matemáticamente el ascenso a 1RFEF del Pontevedra.

Esperanza cuyo cumplimiento parece especialmente atractivo”- consigna la RAE en la segunda de las acepciones de ilusión.

Aquel día ya lejano de Abril (han pasado poco más de tres meses pero en términos “granate- futbolísticos parecen tres años) cometí el enésimo error en relación a mi equipo de fútbol, ilusionarme y sentir esperanza de que el futuro que vendría podría ser más que atractivo.

La plantilla y el cuerpo técnico que nos elevó a los cielos en Copa y que mantuvo el nivel en Liga hasta conseguir el primer puesto, celebraba eufórico el éxito sobre el césped de Pasarón y me permití pensar que sí, que quizá está vez dejaríamos de ser un juguete o un mero capricho y que podríamos vivir una buena época para el Pontevedra.

Es cierto que el sainete con la salida de Dalisson ya se había producido y éramos conscientes de que uno de los mejores futbolistas de los últimos años se iba a marchar de aquí sin dejar un solo euro (sumándose a otras salidas “gratis” del club de años anteriores provocadas por una forma inexplicable y deficiente de hacer las cosas, por muchas excusas de baratillo que se quieran poner).

Aún así, a pesar de la marcha de Dalisson sin llenar un ápice las arcas de la entidad, seguía pensando que se crecería y que nos empezaríamos a parecer a lo que un día fuimos.

El paso de los días y las semanas me sacó del error con una crudeza inmisericorde.

Ilusión? –me decía el calendario a medida que las hojas se arrancaban-. Lo que eres, es un iluso. Un iluso, sí.

Primero se marchó el cuerpo técnico y tuvimos que aguantar la ya clásica bronca ante el micrófono de la máxima representante de la institución, que escondía entre lastimeras y patéticas excusas su incapacidad para retener al entrenador que había alcanzado el éxito.

Después, desfilaron varios de los jugadores clave de la temporada que además se acabaron marchando, en algún caso muy doloroso, a equipos recién ascendidos a la 1RFEF, como es nuestro caso.

A día de hoy, 21 de Julio de 2025, más de tres meses después de haber ascendido, incluso hay futbolistas de la plantilla del ascenso sobre los que se desconoce su futuro.

Como no podía ser de otra forma, hemos podido escuchar declaraciones de algún jugador explicando que más de un mes después del fin de la Liga, ningún miembro del grupo sin contrato había sido contactado por la entidad para tratar la renovación.

Fueron llegando algunos fichajes (porque de forma obligatoria tenían que llegar pues solo 6 futbolistas del anterior curso seguirán).

De todas las incorporaciones hasta la fecha, solo uno dejó a su anterior equipo consolidado en 1RFEF. Los demás que han venido o descendieron a 2RFEF o llegan de esa categoría.

A todos ellos y al nuevo técnico Rubén Domínguez, de cuyo carácter trabajador y profesional me han hablado en términos muy elogiosos, desde este blog se les desea lo mejor y que alcancen aquí un gran rendimiento.

El caso es que tras una semana completa de entrenamientos ( el equipo empezó el día 14) y a seis días de disputar el Luis Otero, el Pontevedra CF cuenta solo con 14 futbolistas en plantilla.

Evidentemente, en la preparación están participando jugadores de la base y no es descartable que alguno de ellos acabe ocupando alguna de las fichas sub 23, hasta 7, permitidas en esta categoría.

Siguen siendo 14 futbolistas. Ningún delantero centro. Solo un mediocentro posicional.

Hace unos días, el Diario de Pontevedra publicaba un artículo en el que concluía que solo 5 de los 40 equipos de 1RFEF tenían los mismos o menos jugadores que el Pontevedra a estas alturas.

Es de suponer que ya serán menos de 5.

Con todo el dolor del corazón no puedo sino fijarme ya en la primera acepción de la RAE para la palabra ilusión: “Concepto, imagen o representación sin verdadera realidad, sugeridos por la imaginación o el engaño de los sentidos.”

Esa esperanza que surgió en mi interior hace tres meses, ese sentimiento de que parecía que esta vez podría regarse y cuidarse lo que de forma tan potente había germinado, ha desaparecido por completo y todo se parece ya a un espejismo.

Vendrán los fichajes que faltan (incluso alguno puede que el mismo día en el que estas líneas se escriben).

Es posible (solo posible) que algunos de esos que están por llegar sean del empaque suficiente para fortalecer una plantilla que tiene que asumir un reto muy complicado.

Desde este blog y desde el podcast que hace las veces de su hermano pequeño, se seguirá “haciendo Pontevedra CF” y deseando que las cosas salgan bien.

Pero lo cierto es que la institución encabezada por Gudalupe Murillo ha dejado una senda que parecía segura, con buen pavimento y que generaba mucha esperanza entre la afición para coger otra llena de maleza que habrá que desbrozar y construir desde la nada.

Una moneda al aire. Otra más. Y ésta echada al cielo en un momento crucial en el que no se puede permitir un nuevo descenso del Pontevedra.

Vuelvo a la RAE esta vez para encontrar el significado de la palabra iluso: “Propenso a ilusionarse con demasiada facilidad o sin tener en cuenta la realidad”.

No tengo dudas, he sido un iluso.

Ojalá todo esto salga bien y el equipo logre consolidarse en 1RFEF.

Ojalá Rubén (del que me cuentan es el que está llevando el peso casi total de la confección de la plantilla) consiga hacer un equipo que juegue a lo que él quiera y lo haga lo suficientemente bien para ganar partidos y, por tanto, competir.

Ojalá los Bosch, Eimil, Conesa, Hervías etc caigan aquí de pié y demuestren contar con el fútbol suficiente en las botas para llevar la nave a buen puerto.

Ahora, ilusión? Como manifestación de esa esperanza embriagadora en el futuro, en ningún caso. 

La ha destrozado aquella que ha sido incapaz de mantener y fortalecer un gran grupo

Iluso? Supongo que sí. A veces es mejor no tener en cuenta la verdadera realidad para seguir adelante.