Este no es un escrito elaborado para ser leído por el abonado ejemplar de una SAD.
No son una líneas redactadas para loar las bondades inmensas de la plantilla y cuerpo técnico de la institución y pasar de puntillas por determinadas derrotas como si no hubiera pasado absolutamente nada.
Absténganse, por tanto, de leer esto aquellos que consideran que formular críticas negativas después de que un rival "pase por encima" a su equipo es atacar e ir contra la entidad derrotada.
Absténganse aquellos que creen que manifestar el bajo nivel de los futbolistas en días como los de ayer es enviarlos definitivamente al estercolero y no simplemente criticar una actuación muy por debajo de un nivel que otras veces sí han demostrado.
Absténganse también los que crean que expresar dudas sobre ciertas decisiones de un entrenador es querer mandarle a engrosar las listas del paro y no entiendan que quienes manifiestan dichas dudas lo único que quieren es que ese técnico triunfe por todo lo alto pues su éxito será el del propio equipo y su afición.
Absténganse, en definitiva, los que quieran leer que espectáculos como los de ayer entran dentro de la normalidad de un equipo con aspiraciones y que "ya están los de siempre" buscándole cinco pies al gato.
Aquellos que sí crean que ayer al Pontevedra CF le atropellaron desde el principio.
Los que estimen que no se compitió como es debido desde el minuto 1.
Los que piensen que una cosa es perder y otra "que te saquen los colores".
Aquellos que razonen que a pesar de todo ello seguimos teniendo un muy buen equipo que sigue aspirando a como mínimo estar en la nueva categoría de bronce y que por muchas críticas negativas que se formulen tras partidos como los de O Vao, nada les gustaría más que ver al Pontevedra CF con sus jugadores y entrenador en el sitio que esta entidad merece, estos quizá encuentren alguna acogida en esta columna bastante alejada de la gran mayoría de los editoriales tanto escritos como orales aparecidos en el día de hoy en los medios de comunicación locales.
Y es que en el campo de O Vao el Pontevedra perdió, sí, y eso ni es ningún drama ni es pensar que este grupo de futbolistas era inmune a salir derrotado en cualquier partido de este subgrupo.
Sin embargo, una cosa es perder y otra es salir casi con dos goles en contra del vestuario. Una cosa es encontrarte un rival adaptado a su estadio, con buenos jugadores y entrenador que te va a dar batalla y que te puede ganar y otra diferente es encontrarte con el partido tremendamente cuesta arriba antes del minuto 20.
Habló Jesús Ramos en la rueda de prensa de "errores puntuales que nos habían matado" y yo con toda la humildad del mundo entiendo que si un jugador en el minuto 1 de encuentro se adelanta a la línea defensiva rompiendo el fuera de juego (o eso parece pues como siempre las tomas televisivas no lo dejan nada claro) y luego se hace un medio lío que provoca que un compañero llegue desde más atrás y fusile a Mario sin contemplaciones sin que en ningún momento ningún jugador granate se encuentre ni cerca de la acción, pues lo de "error puntual" no lo acabo de ver.
Si pocos minutos después, otro jugador coruxista remata solo de cabeza en el segundo palo una falta enviando el balón milagrosamente fuera; o sí no demasiado después, tras la mala anticipación de Churre, el "9" rival se recorre casi 40 metros hasta nuestra área, levanta la cabeza y le pone la pelota al punto de penalti no a uno sino a dos jugadores para machacar nuestra portería sin que de nuevo ninguno de los nuestros apareciera ni cerca de la zona de remate, entonces insisto, es que más que de errores puntuales y aciertos del rival que también juega, se puede estar hablando de una "puesta en escena" lamentable del Pontevedra CF que empezó a enterarse de que había un partido aproximadamente en el minuto 25 y cuando ya levaba dos goles en contra.
Eso es realmente lo que pasó. Que en esos 25 minutos de encuentro no nos enteramos de lo que iba la fiesta y cuando nos dimos cuenta de que estábamos en la pista ya habían sonado dos temas del rock and roll del bueno que nos dejaban con muchos bailes por hacer para recuperar el ritmo.
¿Significa esto que nuestros futbolistas no quisieron o no estaban por la labor de trabajar el partido y sacarlo adelante? Por supuesto que no.
Lo que sí significa es que esta falta de concentración, esta forma de entrar al césped nos costó muy cara (ya en Santiago pasó algo parecido) y no debe bajo ningún concepto volver a repetirse.
Después del tsunami del principio se intentó, abusando de nuevo del eufemismo del "juego directo" que de nuevo no dio resultado alguno pero creando algún peligro cuando la pelota circulaba a ras de suelo y especialmente en las botas de un Alex Glez que intentó en varias ocasiones percutir por su banda generando alguna acción de peligro.
Este tema del "juego directo" y búsqueda de la segunda jugada, que no es que lo diga el que esto escribe sino que es el propio equipo el que lo coloca como su mejor argumento para hacer daño a los rivales, es merecedor sin duda de generar un interesante debate en torno al equipo.
¿Tiene verdaderamente el equipo futbolistas efectivos para jugar a eso como principal argumento ofensivo?
Al margen de Rufo.. Son Charles, Calvillo, Alex, Jorge, Oscar, Imanol o Adrián Cruz jugadores para cristalizar esa legítima forma de juego, son Xisco o Churre centrales idóneos para esta misión de enviar balones precisos en largo?
¿Tiene esta plantilla (sobre todo antes de la lesión de Romay y ahora Adrián que resultan muy preocupantes pero incluso sin estos dos hombres) capacidad para utilizar otros argumentos en los que basar su juego de ataque?
Yo sinceramente creo que sí.
Ojo no se trata de desterrar esa opción de usar el balón largo pues Rufo sí es cierto que puede manejarse bien en ese registro pero volver a utilizar ese arma casi con exclusividad en la primera parte de O Vao tuvo algo de sentido?
La segunda parte de ayer no fue sino una repetición del desastre del comienzo de la primera.
Ramos movió ficha y decidió prescindir de ambos laterales para colocar tres atrás con Imanol ejerciendo de tercer central y usar a Oscar y a Alex de laterales largos.
La consecuencia de ello no fue otra que las dos autopistas que el Coruxo encontró por nuestras bandas defensivas y por ahí llegó el tercer tanto con un Rivera campando a sus anchas por banda derecha e incluso pudo llegar un cuarto por el otro lado.
Con ese tercer tanto el partido prácticamente terminó y asistimos a casi media hora que en la NBA sería calificada como "juego de la basura" en la que el Pontevedra lo intentó, corrió pero mostró una incapacidad supina para crear verdadero peligro ante la meta verde.
Eso sí, todavía habría tiempo para la lesión muscular de Adrián Cruz, que ya parecía inquietante "in situ", y que al parecer se confirma como lo suficiéntemente importante para tenerle de baja incluso hasta después de estas casi cuatro semanas en las que parará la Liga.
Llega ahora esta interrupción de la competición que durará hasta el segundo fin de semana de Enero.
Ya se han disputado 8 partidos que son casi la mitad de la Liga Regular de la primera fase.
De esos 8 solo hemos ganado 3 encuentros y nos encontramos todavía terceros pero en un subgrupo en el que el 7º (puesto para luchar por no bajar a la 5ª division el año próximo) está a solo 2 puntos de diferencia.
Lo que se está jugando el Pontevedra CF es muchísimo.
Estamos ante una temporada rara, extraña, agobiante pero crucial porque quedarse fuera de la 1ª RFEF la temporada que viene podría resultar catastrófico.
Por eso mismo las derrotas hay que venderlas caras. Por eso si te ganan al menos hay que dar la sensación de haber competido con garras, dientes y todo lo que haga falta y no verse fuera de un partido en los primeros minutos.
Por todo ello negar que la trayectoria del equipo a pesar de mantener la 3ª posición a día de hoy no es la que se esperaba y que ha habido más partidos en los que hemos estado mal que aquellos en los que se ha estado bien es no ver la realidad.
Ahora estamos a tiempo de todo, quedan 10 partidos en los que la competición está abierta y esos tres primeros puestos están ahí, esperándonos.
Sin embargo, partidos como los de Zamora, segundas partes como las de Santiago o sobre todo actuaciones como las de O Vao deben encender obligatoriamente las luces de alarma.
Tras el parón, el margen de maniobra será mucho más estrecho. Casi no habrá tiempo para reaccionar y si este equipo lleva dentro el fútbol que algunos todavía creemos que tiene debe sacarlo con regularidad desde el mismo día 10 sin más demora, sin más dudas, sin más excusas; muchas cosas dependen de ello.
Las peores noticias en forma de lesiones de Adrían y sobre todo de Romay que ya no volverá a esta Liga obligará al equipo a moverse para alimentar a una plantilla demasiado adelgazada por estas bajas.
Será vital acertar también ahí. Traer un par de jugadores para rendir de inmediato pues la cortedad de la competición no va a admitir "puestas en forma" o adaptaciones costosas.
Nos jugamos todos mucho, insisto, desde la Presidenta del Consejo hasta el último abonado y por ello en estos últimos 10 partidos hay que darlo absolutamente todo.
PD: Las imágenes que pudieron verse por la tvg2 de la grada principal de O Vao no pueden sino llevarnos a todos los granates al sonrojo y a la indignación.
Ya imágenes parecidas pudieron verse, por ejemplo, alguna otra semana en el campo de Barreiro.
Si a día de hoy a Pasaron pueden ir 500 espectadores ( no critico esto pues la pandemia "manda" y lo primordial es proteger la salud de todos) lo que no parece muy normal es que con aforos mucho más reducidos se permita el mismo número de gente.
Lo que pudimos ver por tv no es de recibo, más bien es una tomadura de pelo.
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