jueves, 1 de julio de 2021

SAD o Cortijo?

 De verdad que no va a haber nunca un final de ridículos vergonzantes en el seno del club? De verdad que cada tránsito entre temporada y temporada va a seguir siendo un sonrojo permanente para aquellos (cada vez menos) a los que esto les sigue importando? De verdad que no existe un límite, un tope, a tanta desmesura, a tanta chabacanería, a tanta improvisación?


Después del término de una temporada estresante en la que el equipo nunca dio la medida y estuvo a punto de despeñarse hasta la quinta división del fútbol español, quien más quien menos pensaba que ya se había tocado el fondo de tanto desacierto y que solo cabría emerger hacia arriba.

Atrás quedaba el escarnio de tener que ver al equipo en la fase por evitar el doble descenso; la impotencia ante los argumentos infames que afirmaban que nos habíamos "salvado" (eso sí, en el último partido y tras varios ridículos, también en esa etapa de competición); del espectáculo de dimisiones fantasma que pintarían la cara de rojo al más pálido espectro de otra realidad... 


Empezaba otra campaña, en 2ªRFEF sí, pero otra temporada en la que llegaría como el maná un nuevo Director Deportivo, en la que se podría empezar aunque fuera casi de cero a construir algo bonito; en la que, en definitiva, y con el covid 19 más controlado se pudiera disfrutar siquiera un poquito del Pontevedra CF.

Pues no. Pues claro que no. Los ilusos que creímos que algo podría cambiar hemos tardado bien poco en darnos cuenta que la tomadura de pelo continúa y cada vez se hace más aberrante.

Primero por la tardanza en la contratación de esa presunta "cabeza pensante" de la parcela deportiva que en una entidad gobernada con un mínimo de sentido debería haber estado apalabrada ya antes del fin de la competición 20/21.

Lejos de eso, nos encontramos con semanas de incertidumbre antes de que se anunciara la contratación de Toni Otero como nuevo Director Deportivo.

Con dicha incorporación, algunos (entre los que se encuentra el que esto escribe) volvimos a confiar aunque solo fuera un poquito en que la brújula del club pudiera tomar un camino, como mínimo, lejos del disparate.

Claro que no. No tardamos mucho tiempo en darnos cuenta de que el Pontevedra CF seguía siendo un "circo" (con respeto para este gran espectáculo ahora de capa caída) en el que solo faltaba que crecieran los enanos o el gigante forzudo contrajese una grave anemia.


Días después de la llegada de Toni, demasiados días después, que narices, muchos e inexplicables días después, por fin se hace pública la no renovación de Luisito Míguez como entrenador del Pontevedra CF.

Al margen del ruido producido por el de Teo al marcharse, (ruido que no sorprende demasiado, dicho sea de paso, al que esto escribe)  la primera gran sorpresa llega cuando el propio Toni afirma en rueda de prensa que el Consejo le "priorizó" a Luisito pero que no se había llegado a un acuerdo.

Por tanto, la conclusión única a la que se puede llegar es que al nuevo Director Deportivo al que se le contrata y paga para dirigir esa parcela y tomar las decisiones según un presupuesto que se le asigne, se le "sugiere" desde arriba que el entrenador debe ser el que había antes de su llegada en una decisión ya difícilmente explicable si de verdad se quiere que el DD realice su trabajo con libertad.


A pesar de esa solicitud de "priorización", Toni decide "largar " a Luisito para "marcar su territorio" y dar un golpe encima de la mesa para intentar, de verdad, ser autónomo en decisiones tan importantes en su parcela como la elección del técnico.

Claro que las sorpresas ni habían acabado ni habían alcanzado su tamaño mayor.

Hace pocos días nos desayunábamos con un artículo en el Diario de Pontevedra en el que se decía que David Sierra, entrenador pontevedrés que trabajó, entre otros en los cuerpos técnicos del Celta juvenil y B o el CD Lugo, tenía como gran valedor para su contratación a Toni Otero.

Sin embargo, en el mismo artículo venía a decirse (en mi opinión, venía a decirse) que la "cúpula" era más proclive a la contratación de Yago Iglesias y que incluso la Presidenta había comido con este último para tratar su incorporación.

Obsérvese el desaguisado.

Debe ser tal el lío interno dentro del club que hasta hace un día o dos la contratación de Yago parecía un hecho y lejos de haber cristalizado, las informaciones que llegan en es que continúa la "guerra interna" en el seno de la entidad.

Es que a nadie se le cae la cara de verguenza? ¿Es que no va a parar nunca esta forma impresentable de hacer las cosas? ¿Para que se contrata un DD si luego se le discute la decisión más importante que debe tomar que es elegir la persona que dirija técnicamente la plantilla? ¿Vamos a tener que aguantar mucho más tiempo que la persona que se iba a encargar del marketing publicitario siga haciendo lo que le dé la real gana en el club? ¿De verdad creemos que actuando así algún día volveremos a acercarnos siquiera un poco a la institución que un día fuimos? ¿Hay que aceptar sin rechistar que se confunda lo que es una SAD deportiva con su propiedad accionarial legítima con un cortijo indecente donde se destroza año tras año la imagen del club?


La única consecuencia de todo este desastre es que el Pontevedra CF a 1 de Julio sigue sin entrenador, apenas cuenta con ocho jugadores en plantilla y que la sensación de improvisación y caos es auténticamente demoledora.

Para colmo, en algún mentidero futbolístico de la ciudad empieza a rumorearse que una de las pocas certezas en cuanto a apego y sentimiento por el club podría estar cuestionándose su continuidad en el barco.

Ojalá sea solo eso, un rumor sin fundamento, porque podría ser otra decepción profunda en el ya bastante tocado ánimo de parte de la afición granate. 

No aprendemos y lo que es peor parece que no tenemos ninguna intención de hacerlo. 

El comienzo de temporada no puede ser más descorazonador. Ojalá "suene la flauta" y se pueda encauzar una situación que hace mucho, muchísimo daño al Pontevedra CF.