lunes, 13 de diciembre de 2021

El duro peaje que hay que pagar

Cuando el fútbol español "no profesional" decidió reestructurar sus categorías en plena pandemia de covid 19, todos supimos que perder el tren de la 1ºRFEF nos llevaría a emprender un viaje funesto, desangelado y de duración imprevisible. 

Todo el estrés de la pasada y estrambótica Liga tenía un porqué, tenía un motivo fundamentado que casi todo el mundo entendió: impedir una "travesía del desierto" en la que tragaríamos mucha arena, soportaríamos un sol indecente y consumiríamos escasas gotas de fútbol en los reducidos oasis de ese camino insoportable.

De jugar contra el Deportivo, el Racing de Santander o la Cultural Leonesa (por poner algunos ejemplos), pasaríamos a disputar los puntos contra otros conjuntos mucho más desconocidos pero igual o más dignos que los anteriores y que interpretarían el papel de esos tuaregs conocedores de los recovecos del gran arenal para ponernos todas las dificultades del mundo en nuestro periplo de regreso a la ciudad.

Ese camino de vuelta a la "civilización" en la que el agua corriente y el aire acondicionado dejan ser un lujo y forman parte de la vida cotidiana, se sabía desde un principio que iba resultar tortuoso.

Lo dejó claro el Pontevedra CF en las 5 primeras jornadas de competición en la que solo acumuló 4 puntos de 15 y en las que se cimentó esa ventaja tomada por el U.Adarve que pudo ser enjuagada el día que visitamos sus dunas pero en las que nos quedamos sin cantimplora y acabamos perdiendo la brújula.

Es ese camino de vuelta, insisto, a una categoría más acorde con el lugar que debería ocupar esta institución (digo "debería" porque cada vez más gente cree que no, que nuestro sitio más normal sería alguno parecido a este que ocupamos ahora); es en ese camino, digo, en el que nos encontramos con partidos tan horrorosos, insulsos y descorazonadores como el jugado ayer en el Estadio Municipal de Pasarón.

En honor a la verdad, a este atribulado bloguero el equipo le ha dejado frío en casi todos los partidos que hemos disputado como locales desde el comienzo del torneo.

Ni siquiera aquel que se ganó con comodidad por 3-0 ante el Llanera fue un encuentro diferente en cuanto a ritmo, intensidad o acciones de mérito. Al contrario, resultó igual de lento, triste y escaso de guarnición para aquellos que gusten de disfrutar un asado con una buena ración de patatas, pimientos, guisantes, zanahorias u otras hortalizas bien condimentadas.

Ahora, una cosa tiene clara el que esto escribe desde que con poco más de 7 años empezó a "colgarse" de manera vitalicia de este deporte llamado fútbol, lo más importante (a veces incluso lo único en etapas históricas como la que atraviesa el Pontevedra CF en la actualidad) es GANAR.

No es por tanto este artículo una crítica negativa al aburrido juego granate que ayer tuvimos que volver a soportar en Pasarón. 

Ni es un alegato a esa corriente (generalmente encabezada por degustadores "neutrales" de fútbol que acaban casi siempre devorados por su propio personaje) que piensa que lo más importante es que un partido te divierta y que si tu equipo ha perdido 4-2 pero ha jugado " como los ángeles" (que alguien me diga como se puede jugar "como los ángeles encajando 4 goles) debes irte contento del estadio porque has pasado una hora y media de éxtasis futbolísitico aunque cuando veas la tabla compruebes que tu equipo, el que sea, está cada vez más lejos de las metas que se había propuesto conseguir. 

No. 

Mi intención al escribir y comentar que de los 8 partidos en casa pocas veces he salido de un estado catatónico al ver pasar la pelota de un lado a otro sin profundidad y sin encontrar caminos reales de peligro ante la portería rival, no es otra que poner de manifiesto lo duro que está resultando este peaje de la 2RFEF a la que nos hemos visto abocados por nuestra nefasta temporada anterior.

Y al mismo tiempo que no puedo dejar de escribir sobre mi aburrimiento o sobre la sensación de que estoy asistiendo a partidos de una calidad pésima y evidentemente inferior a esa 2ªB de 80 equipos que tan bien llegamos a conocer por estos andurriales, también digo que firmaría con mi sangre que el resto de partidos que nos restan por jugar en Pontevedra fueran cortados por el mismo patrón que el de ayer siempre que el equipo los gane pues de eso, GANAR PARA ESCAPAR, es de lo que va esta película.

Y mira que ayer los primeros minutos resultaron algo diferentes. 

El Pontevedra movía rápido el balón y llegaba sobre todo por una banda derecha con un Seoane que está subiendo claramente su rendimiento jornada a jornada.

Fruto de ese dinamismo llegó el primer gol en un buen centro del ex racinguista y un buen remate de cabeza de Brais. 

Creía yo en ese momento que podríamos pasar una tarde sin apreturas en el marcador pero nada más lejos de la realidad.

Sin casi solución de continuidad después del 1-0, regalamos un penalti (o lo regaló Araújo, vamos) y las tablas volvieron al esta vez sí operativo marcador de Pasarón sin tiempo a que el equipo pudiera acomodarse tras obtener ventaja.

Lo peor vino después.

A ver. Puedes cometer un error individual ( lo ideal sería no cometerlo pero los errores forman parte del deporte y del  fútbol) pero lo que resulta más extraño es que en los 35 minutos que todavía faltaban para terminar el primer tiempo no consigas recuperar ese guión que también "pintaba" en los primeros instantes y te conviertas de nuevo en ese equipo lento, desesperante, incapaz de encontrar las bandas e incluso previsible que ya hemos visto más veces en nuestro campo.

En ese largo tramo del partido solo un remate de Charles al borde del descanso pudo desequilibrar de nuevo la balanza a nuestro favor y sinceramente creo que es muy poco bagaje para lo que este conjunto ha demostrado que puede hacer a domicilio y contra un contrario admirable en cuanto a esfuerzo pero con muchas menos armas de las que posee el Pontevedra para superar a su rival.

En la segunda parte un cambio decidido por A. Rodríguez cambió un poco la decoración. 

Al irse un Araújo desaparecido en ataque y con ese error defensivo a la espalda y entrar M.Diz, Alex volvía al lateral, Brais ocupaba más o menos la posición que el capitán tenía en la 1ª parte y Diz se colocaba más adelantado.

No tardó mucho el equipo en sacar rendimiento a ese cambio de piezas pues el 2-1 llegó en una penetración de Alex Glez por la izquierda( ninguna protagonizó Araujo en la primera parte), con combinación con Brais cuyo centro fue desviado hacia su propia portería por un defensa y posteriormente rematado por Diz cuando el balón ya parecía haber entrado.

El Pontevedra volvía a ponerse por delante y a diferencia de lo sucedido en el primer tiempo ya no cometió más "ligerezas" defensivas" que pusieran en bandeja otra oportunidad al Ceares para igualar de nuevo. 

Al revés, el Pontevedra CF monopolizó la posesión del balón el resto del partido ante un equipo asturiano que siguió sin salir de su propio campo apostándolo todo precisamente a ese error granate que afortunadamente no llegó.

Lo que tampoco llegaron fueron demasiadas ocasiones de gol tras ese 2-1 para los granates.

Volvió ese fútbol premioso y algo intrascendente que con un par de goles de ventaja "en el saco" hasta podría agradecerse pero que con un solo gol de ventaja provoca algo de desesperación ante la posibilidad de que algo extraño pudiese ocurrir.

Salieron cerca del final Rey y Romay  por Rubio y Brais para asegurar siquiera un poco más esa posesión de pelota que no era discutida en ningún momento por el U.Ceares y por fortuna, cerca del minuto 89, llegó una acción preciosa que compensó en gran parte los 88 minutos anteriores.  

Todo nació en un balón volcado a banda derecha por la que aparece en velocidad Seoane mientras Charles acudía voraz cual león persiguiendo a un cervatillo al punto de penalti del área asturiana; centro perfecto del lateral y remate espectacular, potente y eléctrico de cabeza del brasileño para convertir un gol hermoso que ponía un buen colofón a un gris encuentro, además de permitirnos emprender el retorno a casa con ese lance tan bonito en la retina.

13 goles lleva ya Charles Días y nada menos que 8 marcados de cabeza. Resulta curiosa esta estadística combinada con el hecho de que ninguno de los 6 tantos que pudo lograr Rufo antes de lesionarse haya sido conseguido con esa "calva de oro" del delantero madrileño cuya reaparición, por otra parte, parece todavía lejana.

Del encuentro habría que destacar también el debut como titular de Samu Santos.

No tuvo nada que ver en el gol encajado y tampoco se puede decir que fuera exigido por la delantera visitante. Cumplió el central zurdo a la espera de su respuesta en otros partidos en los que tenga que emplearse más a fondo y demostrar sí hay central de verdad para ofrecer alternativa a Soto y Churre.  

Como más arriba ya se dijo, lo más importante, lo único importante ahora, es ganar y el Pontevedra CF lo hizo sumando otros 3 puntos que nos permiten poner un colchón de 7 con el 6º puesto que es el primero que no jugará play off.

Esa consolidación en zona de eliminatorias que se está consiguiendo poco a poco es el primer paso. El segundo y más importante no es otro que alcanzar ese primer puesto del que no se descabalga ni mucho menos el U.Adarve que salió victorioso de su visita a Carballiño y mantiene una confortable ventaja de 5 puntos sobre nosotros.

A su vez, el Compostela aprieta por detrás y sigue a un punto mientras el Navalcarnero está empezando a dejar de ser una sorpresa para convertirse en otro rival preocupante.

El calendario nos lleva ahora a Salamanca y a un estadio histórico como El Helmántico.

El que esto escribe lo visitó una vez en el mes de Enero de un cada vez más lejano año 2005.

Aquella derrota inapelable por 2-0 provocó el cese de J.Aurelio Gay al frente del banquillo del Pontevedra CF.

Era la última jornada de la 1ª vuelta de aquella temporada en segunda división y luego vendrían los fichajes de invierno y esa remontada sin final feliz.

EL próximo fin de semana no nos esperará el tristemente desaparecido Unión Deportiva Salamanca sino que nos recibirá el Salamanca CF UDS.

Los números de este equipo son cuanto menos curiosos.

Ahora mismo está en el puesto 14 de la tabla que es lugar de descenso. Solo ha marcado 4 goles en los 15 partidos disputados (es evidentemente el menos goleador) pero tan solo ha encajado 8 tantos en la Liga siendo el conjunto con menos goles encajados.

Que un equipo que a estas alturas esté en descenso y aún así sea el que menos tantos reciba resulta tan peculiar como el hecho de haber perforado las porterías rivales solo en 4 ocasiones.

Veremos que pasa el Domingo pero esos números que se acaban de describir hacen suponer que no será un partido, por lo menos de entrada, ideal para el Pontevedra y su forma de juego. Me temo que los espacios desde el principio brillarán por su ausencia y que la seguridad con el balón para evitar contras y la máxima precisión ante el gol tendrán que ser ingredientes indispensables para salir airosos del duelo.

Veremos que sucede.