viernes, 27 de mayo de 2022

"Quo Vadis" Pontevedra ? Crónica de un incendio anunciado.

 Uno de los papeles más recordados de prolífica carrera como actor de Pete Ustinov es, sin duda, su interpretación de Nerón en la famosa película de 1951 "Quo Vadis", dirigida por Mervyn Leroy.

En ella, el omnipotente, caprichoso y manipulador emperador de la dinastía Claudia se paseaba entre sus más íntimos consejeros atento a cualquier atisbo de disidencia o reproche contra cualquiera de sus decisiones por descabellada que estas pudieran parecer.

Nerón aparece en alguna de las escenas aporreando torpemente su lira y cantando peor que el bardo Asuranceturix de la aldea gala mientras su séquito y circulo de confianza aplaudía a rabiar los intentos creadores del portador de la corona de laurel.

En la película se narra el histórico episodio del incendio de Roma durante el reinado de Nerón. 

Aunque la verdadera autoría de aquel desastre nunca pudo aclararse, en el film se deja más o menos claro que fue la locura del emperador romano y su empeño en acabar con la por aquel entonces secta de los cristianos, la que motivó la pérdida de muchas vidas y la destrucción de parte de la ciudad.

Cualquier gesto de leve contrariedad, de mínima resistencia ante la "perfección" de las acciones del emperador, era castigado inmediatamente con el ostracismo, la cárcel o algo peor.

Otro importante personaje de la película era el de uno de los consejeros de máxima confianza de Nerón, de nombre Petronio, que en un consumado y harto difícil ejercicio de equilibrio político de la época, conseguía a duras penas compatibilizar la adulación extrema de la figura del emperador con consejos que aminoraban los devastadores efectos de la mayoría de las decisiones tomadas por el gobernante encarado por Ustinov.

Como no podía ser de otra manera, Petronio acabará cayendo en desgracia y decidirá quitarse del medio por su cuenta antes de que el propio Nerón dirigiera toda su fatal y extrema ira contra él

Aquel incendio de parte de la ciudad de Roma, capital del mundo civilizado en aquella época, cogió por sorpresa a todos los habitantes romanos, patricios o plebeyos, y pasó a formar parte de los libros de historia.

Incendios, sin embargo, ha seguido habiendo muchos a lo largo de los siglos (quien le va a hablar de incendios a los gallegos, por supuesto).

Algunos de esos fuegos siguen siendo inesperados y sorprenden a aquellos que sufren más en primer plano sus virulentos efectos.

Hay otros "incendios", en cambio, en sentido figurado. Con humo, llamas y calor extremo utilizados como elementos retóricos pero que conllevan también importantes efectos a su alrededor.

La mayoría de esos "incendios" virtuales no son, sin embargo, inesperados sino todo lo contrario.

Son "incendios" cuya producción se venía anunciando desde mucho tiempo atrás y que en el momento en el que se manifiestan sobre el terreno no sorprenden prácticamente a nadie y solo sirven para corroborar una crónica pensada hace tiempo pero cuya tinta empieza a verterse al compás del crecimiento de las llamas.

Que el Pontevedra CF era una especie de volcán cuya erupción se hacía inminente o, siguiendo con el símil incendiario, un bosque sin limpiar en medio de una temperatura enorme y considerable viento, lo sabía mucha gente prácticamente desde el mismo día que Toni Otero fue contratado para "dirigir" la parcela deportiva.

No era complicado llegar a esa conclusión.

Si después del prolongado tiempo que costó traer a alguien para esa función, se le discute ya desde el principio su decisión más importante que es la elección del entrenador, no era nada difícil imaginar que la convivencia ahí dentro no iba a ser nada fácil entre el que llega para intentar mandar en su ámbito y los que querían seguir mandando como siempre en dicho ámbito y quizá buscaban simplemente una figura de cartón piedra.    

Vaya por delante que esta columna ni es un panegírico de Otero ni el que esto escribe se imagina al ex jugador granate dando buenos consejos como el inteligente Petronio.

No obstante, si ahora hay tanta gente que discute desde dentro la labor del día a día del vigués, lo que sí digo es que este hombre no llegó de un planeta lejano y desconocido sino que era una persona que jugó muchas temporadas en el propio Pontevedra y que trabajó ya en los despachos en varios equipos de nuestro fútbol, alguno bastante cercano geográficamente a nosotros.

¿Era tan difícil haberse documentado acerca de su figura y su manera de trabajar? Según parece, sí debió serlo.

El caso es que tras el término de la temporada con el éxito del ascenso a 1RFEF, los aficionados del Pontevedra CF nos "desayunamos" con las noticias de que la entidad ya trabaja en el futuro sin contar con Otero y tampoco con A. Rodríguez al que no se le ha ofrecido la continuidad a día de hoy.

Se han publicado incluso frases que comentan que la Presidenta del Consejo estima que habría que renovar en un 30% la plantilla para competir bien la campaña que viene, frases o reflexiones que se comentan, se insiste, sin la influencia ya de un Director Deportivo cuya rescisión de contrato (que parece que sigue teniendo contrato) todavía no se ha resuelto.

Es posible, por tanto, que se vuelva a la clásica "moneda al aire" en el diseño de la temporada siguiente en nuestro Pontevedra CF.

Esa moneda al aire que puede que salga cara como en la 16/17 en la que se logró formar un muy buen equipo o salga cruz como en la 17/18 en la que no nos fuimos a 3ª de verdadero milagro.

Si se vuelve a la fórmula anterior (lo pongo en condicional porque tras las llamas se ha instalado el ya tradicional silencio en "casa granate"), esa fórmula en la que el protagonismo lo vuelven a tomar por completo la denominada "Cúpula" que todo el mundo sabe porque dos componentes está formada; si se acaba por prescindir de Toni y también de traer a otra persona con otro talante para la dirección deportiva, desterraremos definitivamente la palabra " proyecto" tomada en su acepción de camino por una senda determinada y cimientos más o menos consistentes y la sustituiremos por el azar.

Y el azar suele ser caprichoso.

Y yo me pregunto para terminar estas líneas : Quo Vadis ,Pontevedra CF?

  

 

 


viernes, 20 de mayo de 2022

Sonrisas, ilusiones y un plan bien diseñado por elaborar

Está siendo una semana granate de celebraciones, sonrisas, ilusiones y miradas esperanzadoras al futuro.

Hace unos días ni hubo hecatombe ni desgracia deportiva alguna. Ni el Adarve goleó al Llanera (es más, acabó perdiendo el partido) ni el Pontevedra y el Palencia Cristo At. dejaron pasar la oportunidad de cumplir sus objetivos con un empate que dejó contento a todo el mundo.

La temporada no ha sido fácil para nuestro equipo.

Primero, por la inercia negativa que se traía de la temporada anterior y la fuerte sensación de fracaso que se aposentaba en el ambiente.

Segundo, por el mal comienzo de Liga que no hizo sino aumentar ese desazón que rodeaba a la entidad y que por un momento parecía que iba a a hacer estallar todo por los aires.

Y tercero por ese incomodísimo rival, el U.Adarve, que nos tuvo hasta casi el final en vilo pero que al final terminó por ceder ante un Pontevedra CF que se diseñó para subir y que acabó subiendo.

El ascenso constituye una noticia maravillosa para todos los que de manera directa o indirecta formamos parte de esta gran institución. 

Había que salir de la 2RFEF cuanto antes. No debíamos convertir en crónica nuestra presencia en esta categoría. Había, en definitiva, que reparar el desastre de la campaña anterior con rapidez y subirse a la 1RFEF sin más esperas y fracasos deportivos.

Se ha logrado y por ello ahora lo que toca es felicitarse por ello, disfrutar de la consecución del objetivo planteado y soñar con las posibilidades más atractivas que nos ofrece el futuro más próximo.

Sin embargo, a esa alegría y a esa satisfacción muy grande que todos sentimos, debe unirse más pronto que tarde el trabajo desde dentro para que este ascenso no sea una mera anécdota sino la primera piedra para construir un muro que evite caídas hacia atrás y permita levantar catapultas que nos permitan dentro de un tiempo dar otro salto más grande.

Como primer paso para consolidarse en una categoría sin duda más competitiva que la 2B que conocimos con 80 equipos, resulta indispensable que el Consejo de Administración tenga claro un plan deportivo y quien debe liderarlo.

No debería repetirse el nada edificante espectáculo del verano pasado en el que existieron muchas dudas acerca de quien finalmente lideraría deportivamente el proyecto y, sobre todo, los vaivenes y desconciertos producidos (una vez contratado Toni Otero como Director de la parcela  futbolística) con relación a quien ocuparía finalmente el banquillo granate.

Lo normal, lo lógico, sería definir cuanto antes (y cuanto antes debería ser la semana que viene) quien encabezará esta vez el proyecto deportivo 2022/2023; si será Toni Otero o no. Y si no es Otero, quien lo hará.

Y en función de quien sea el nuevo responsable, la renovación del entrenador o la contratación de otro debería hacerse en un tiempo limitado pues la Liga que viene tiene pinta de resultar complicada y todo debería prepararse con el mayor mimo posible.

A partir de ahí, de la designación pronta y clara de los responsables, las posibles renovaciones, cesiones o rescisiones (de tener que existir alguna) de los futbolistas y, a medio plazo, los fichajes ya responderían a un plan que podrá ser acertado o equivocado pero no a improvisaciones sin sentido a las que hemos estado abonados durante demasiado tiempo.

Con respecto a la posible continuidad del entrenador, en el acto de recepción oficial que la Xunta ofreció al equipo, el discurso de Angel Rodríguez cambio en relación al que había mantenido tras el partido del Salamanca.

Rodríguez se mostró claro a la hora de manifestar su deseo de seguir aquí al sentirse adaptado a la ciudad y esperanzado con las posibilidades de crecimiento de la entidad.

Por su parte, Lupe Murillo sí mantuvo su postura de no querer tratar esa cuestión hasta la semana que viene en la que empezarán a tratar estas importantes cuestiones.

Es clave, en opinión de este atribulado bloguero, que el  Pontevedra CF mantenga la profesionalidad en su despacho deportivo.

Ahora bien ,ese responsable debe contar con la entera confianza de la Presidenta. Eso es vital.

De lo contrario, a la mínima que vengan malas (y no es descartable que la temporada que viene contenga curvas realmente cerradas), la situación podría descarrilar con consecuencias nada halagueñas.

A lo largo de esta temporada han corrido ríos de tinta acerca de si esa confianza en Toni existe de verdad o no por parte de la "cúpula". 

Es hora de demostrar si esa confianza existe con la continuidad del vigués o no existe con su apartamiento de la entidad.

Lo que no creo que sea lo mejor (en el caso que se dé la segunda opción citada) es que se vuelva a la fórmula anterior.

Esa fórmula fue eliminada por el desgaste y los malos resultados que acumulaba en las últimas temporadas del club.

Volver ahora a eso no invitaría precisamente al optimismo al que esto escribe.

En lo que se refiere a la plantilla, muchos de sus integrantes cuentan con contrato en vigor para la próxima campaña. 

Ya sea por que tenían más de un año o por la consecución del objetivo del ascenso, el grueso del equipo sigue ligado a la entidad y algunos de los que no lo están (Alex González, por ejemplo) piden a gritos una renovación.

Esa circunstancia obliga al club a hilar muy fino en todos y cada uno de sus movimientos.

Por un lado, no se puede rescindir contratos de futbolistas alegremente por las consecuencias económicas que ello conlleva y que el club no puede permitirse.

Por otro lado, al margen de la gran alegría que este grupo de jugadores nos ha dado logrando el ascenso, el cambio deportivo al estar en 1RFEF es más grande de lo que parece y exige que dentro de las posibilidades financieras de la institución se realicen incorporaciones importantes de hombres que deberían llegar para ser titulares y no estaríamos hablando de dos o tres piezas sino de algunas más.

Por ello, el reto del Consejo es importante para lograr la consolidación del equipo en este nuevo escalón y formar el puzzle de manera adecuada exigirá un trabajo sin prisa pero sin pausa.

No quiero terminar estas líneas sin dar la enhorabuena por el ascenso a todos los aficionados del Pontevedra CF y en particular a aquellos que pierden parte de su tiempo en leer las reflexiones que se realizan en este blog.

Felicidades a toos y .. HALA PONTEVEDRA¡¡    

   





lunes, 9 de mayo de 2022

De hecatombes, Pitágoras y realidad virtual.

 La jornada era tan diabólica que existían hasta cinco versiones diferentes del final del capítulo.

A diferencia de lo que ocurre con muchas de las series con las que disfrutamos últimamente cuyos creadores ruedan varios de esos finales de los últimos episodios y luego escogen cuales de ellos emitir, en este caso solo se rodaría uno y se haría sobre la marcha, según se fueran produciendo los acontecimientos en los dos escenarios en los que se ambientaba el espectáculo, Pontevedra y Luanco.

Cabía la posibilidad de que el final elegido para la penúltima entrega fuera el más funesto, el peor para nuestros intereses, el que nos colocase otra vez detrás de nuestro rival y sin poder ser dueños de nuestro destino en el último acto de esta temporada.

Existían las opciones intermedias que nos situarían con la necesidad imperiosa de ganar o por lo menos empatar en Palencia para salirnos con la nuestra. Estas eran dos alternativas dotadas de suspense, es evidente, pero que todavía nos dejaban con los naipes ganadores en las manos. 

La cuarta vía era la soñada, la maravillosa, la que tanto se anhelaba por estos lares y que haría innecesario el último episodio de la dichosa serie. Nosotros ganábamos, ellos no lo hacían y el ascenso se convertía en matemático, inapelable, a salvo incluso de hecatombes futbolísticas no conocidas desde el "maltazo" del 83. 

Pero había una quinta posibilidad, la más "random" , la más acorde con los tiempos convulsos en los que vivimos. "El ascenso no ascenso"; "El sí pero todavía no". "El me ha dicho que me ama, que vive el mundo a través de mis ojos pero que se tiene que ir de viaje una semana por trabajo y no me abrazará ni besará hasta dentro de 7 días".

Esa combinación que solo podía darse si el Pontevedra empataba y el Adarve perdía.

La que nos dejaba con 3 puntos de margen y 15 goles de diferencia en el golaverage general (al perder por 2 el equipo madrileño en Asturias).

Es decir, la situación rocambolesca de que estoy ascendido pero en la que existe todavía la posibilidad de la tragedia, de la catástrofe, de la quimérica mezcla de una derrota propia en Castilla y una goleada "remalterizada" del Adarve en su casa.

Qué hago si se da esa opción estrafalaria que te pone en 1RFEF al 99,90 % de posibilidades en el último capítulo que, ahora sí, tendrá que emitirse? 

¿Celebro mucho, celebro poco, celebro " a medias"? 

El equipo decidió celebrar bastante y en mi opinión hizo bien.

Con el pitido final del choque y el Pontevedra sacando córners en corto en el descuento sabedor de lo que estaba pasando en Asturias, los jugadores saltaron alborozados como saltarían aquellos que saben que su objetivo está consumado por mucho que las matemáticas se esforzaban por decirles que todavía no y que existía esa posibilidad de hecatombe.

Los aficionados que eran muchos, muchísimos en las gradas de Pasaron, elevaron sus brazos al viento y una vez abandonado el terreno de juego por el trío arbitral, se animaron incluso en buen número a saltar al césped para abrazar a futbolistas y miembros del cuerpo técnico.

La rueda de prensa posterior al choque fue la propia de un ascenso consumado, la fiesta en la zona vieja en las horas posteriores con la presencia de jugadores y entrenador, también lo fue aunque sin ese toque institucional de ofrendas o visitas a diferentes sedes políticas que a buen seguro se producirá la semana que viene.

Y es que ese +15 en el average hace impensable, que si se mantienen las formas y la dignidad futbolística por todos los protagonistas, la situación pueda dar un vuelco.

A mayores, se da la circunstancia adicional de que nuestro rival, el Palencia Cristo At, necesita solo un punto para asegurar su presencia en el play off de ascenso y que la diferencia entre quedar cuarto o quinto (los violetas podrían aspirar a ese cuarto puesto) es mucho menor que la que existe entre quedar quinto y sexto, circunstancia que se daría si el Pontevedra les gana y el Coruxo y el Bergantiños sacasen adelante sus duelos.

Cómo se llegó a la combinación que convierte nuestro ascenso en virtual y todavía no en oficial? En Luanco no sé pero en Pontevedra a través de un partido que el Pontevedra pudo sentenciar en el primer tramo pero que se fue complicando como muchos de los partidos que hemos jugado últimamente, sobre todo por no ser contundentes en defensa.

Los primeros minutos fueron vibrantes. 

Antes del 2, ya había cogido la pelota Oier, avanzado con ella cosida al pie ganando a rivales por velocidad y dejándose a la derecha a Rufo para que este mandase un centro pasado que fue rematado a gol de manera acrobática y brillante por el capitán que los manda.

El campo se venía abajo, lo mejor que nos podía pasar, sucedía. Un gol rápido que nos daría tranquilidad y llenaría de dudas al rival.

Alex Glez estaba desatado y poco después de marcar casi repite con un lanzamiento en parábola desde más de 40 metros que no se fue fuera por demasiado y que de haber entrado habría colocado a Pasarón del revés.

El equipo empujaba y quería algo más pero pronto el Salamanca se asentó y comenzó a llegar con más intención y peligro a nuestra zona de retaguardia.

Allí apareció Cacharron para hacer una gran parada y evitar el empate y dejar claro que el arreón inicial del equipo se había calmado y que el partido entraba en otra fase.

Y esa fase ya la conocemos de otras veces. Es esa fase en la que transmitimos bastante inseguridad defensiva y en la que al no ser lo suficientemente contundentes parece que la pirámide se tambalea un poco.

Se sufrió en varias llegadas salmantinas aunque sin que se generasen opciones claras de gol e incluso el Pontevedra pudo aumentar su ventaja en un lance poco habitual este año, el balón parado.

Dos remates, uno de Churre y otro de Soto, tras sendos corners estuvieron a punto de doblar el resultado a nuestro favor.

Qué decir de la segunda parte? 

Pues que antes de los diez minutos se cantaba con estruendo por el fondo norte un gol que no fue nuestro pero que lo pareció. Era el primero del Marino.

Y que ni dos minutos después de esa algarabía que nos puso los corazones a mil llegaba el gol del Salamanca en otra de las múltiples acciones en esta campaña en la que nos cogen "en las patatas" tras un balón parado en contra. En esa ocasión, un balón despejado hacia la frontal en la que un rival recibe solo y conecta un zapatazo esquinado que Cacharrón no es capaz de despejar.

Ese corazón que estaba "a mil" tras el gol asturiano pasaba "a casi cero" en tiempo récord con ese empate a traición salmantino que volvía a ponernos las orejas muy tiesas.    

Creo que fue en ese momento del partido en el que el equipo charro se equivocó.

Mi sensación es que el Pontevedra notó el golpe y atravesó un pequeño mar de dudas tras el gol encajado y veía además como primero Seoane y luego Rufo se rompían definitivamente después de estar un tiempo renqueantes sobre el terreno de juego.. y no estaba Charles para acudir al rescate.

Y ese error salmantino, a mi juicio, consistió en volver a dar un paso atrás en su posicionamiento y no seguir acogotando al Pontevedra en busca de la remontada en el marcador.

Esa actitud visitante terminó por serenar al Pontevedra al que ayudó también el segundo tanto del Marino que consolidaba la derrota del Adarve y hacía muy pero que muy jugoso el empate.

Aún así, el Pontevedra volvió a encontrarse y acarició el segundo gol en una doble ocasión en la que ni Brais primero ni Romay después encontraron el gol que habría convertido el ascenso en matemático según las reglas de Pitágoras.

Hubo tiempo también para el susto cuando en otra acción en la que volvimos a pecar de blandos el rival se acercó con mucho peligro a nuestro área pero fue señalado un fuera de juego que enfadó mucho al Salamanca.

Luego el Pontevedra ya lo tuvo claro. Los últimos minutos del tiempo reglamentario y los 5 de añadido se jugaron con los granates contemporizando muy bien, sacando córners en corto y desquiciando a un rival al que las prisas le entraron muy tarde y acabó el partido con 10 por protestas reiteradas al colegiado. 

Con el final lo que ya se ha contado antes.

Euforia, emoción, celebración y toma de conciencia de que el ascenso es virtual pero también real, insisto, si las cosas marchan por el único camino por el que deberían ir; la normalidad, la decencia y la deportividad. 

El que esto escribe, que como los lectores saben, vive en continuo atribulamiento y desasosiego, cree también que estamos ascendidos pero prefiere dejar balances, valoraciones e incluso sentimientos profundos que le genera este ascenso hasta dentro de unos días.

Eso días en los que ya se haya emitido el último capítulo de la serie.

En los que el final haya sido el esperado y no uno lleno de catástrofes, tornados y desgracias varias.

Es que uno es como es... y no puede evitarlo. 

 


   

jueves, 5 de mayo de 2022

No vamos a una fiesta

Creo que resulta conveniente, ya de entrada, recordar algo importante de cara al partido del próximo Domingo frente al UDS Salamanca.

No vamos a una fiesta, en principio, no vamos a un "sarao" en el que nuestros jugadores vayan a salir "bailongos" a interpretar grandes piezas de danza y la música a todo volumen nos invite desde la grada a unirnos al jolgorio.

Quizá después de los 90 minutos sí empiece una fiesta; una enorme, gozosa y maravillosa fiesta que no resultaría empañada por el horario que aunque repetido en estos últimos finales de temporada no deja de ser contrario al sentido común futbolístico, el sinsentido impuesto por una caótica RFEF.

Ahora, a lo que acudimos en primera instancia, lo que vamos a ver en primer lugar, es otro partido dramático, dificilísimo y lleno de incertidumbre en el que el Pontevedra CF volverá a pasarlo mal en diferentes fases del mismo.

No, lo anterior no corresponde a un pesimismo irredento o fatalista sino a una exposición clara de unos hechos, hechos que como vengo repitiendo desde hace semanas tengo una gran confianza en que terminen con un final feliz.

Necesitamos el ascenso, vaya si lo necesitamos.

Fuimos con todo la temporada pasada en la que las aspiraciones no se quedaban simplemente en instalarse en la nueva 1RFEF sino conseguir jugar el play off de ascenso a 2ª y nos encontramos con un fracaso doloroso y preocupante también a efectos económicos.

El tremendo golpazo recibido no evitó que esta campaña, en una categoría a la que no debimos caer, se mantuvieran algunas de las piezas más importantes y se tuviera como único e inexcusable objetivo salir de aquí y emerger con un año de retraso a la tercera categoría del fútbol español, que a pesar de las promesas incumplidas otra vez por la RFEF sigue manteniendo más atractivo que la antigua 2ªB.

El Domingo podría ser el día en el que ese paso se dé aunque un año "en diferido" como diría alguna ínclita ex política de este nuestro curioso país.

No dependemos solo de nuestra victoria para descorchar el champán sino que sería necesario que el U.Adarve no gane en el campo del Marino de Luanco .

Aunque, si somos sinceros, alguna otra de las múltiples combinaciones que pueden darse al final de la jornada también nos pondrían en 1RFEF de manera virtual y ese champán podría ser puesto a enfriar en la nevera sin ningún problema a la espera de ser bebido siete días después. 

Ese caso se daría si acabamos el día con 3 puntos de margen con el Adarve fruto, por ejemplo, de un empate nuestro y una derrota suya. En ese caso, insisto, el ascenso estaría consumado no de forma totalmente matemática pero si claramente virtual.

Pero esos números habrá que analizarlos después de los 90 minutos. Después del partido es cuando sabremos si hemos subido matemáticamente, si lo hemos hecho virtualmente, si será necesario un punto en Palencia, si habría que ganar en la ciudad castellana o incluso si se da el peor de los escenarios que nos dejaría sin depender de nosotros y con el futuro en manos del Adarve.

Antes se jugará un partido con relación al cual se puede aplicar la frase tópica de " a vida o muerte".

El rival no es un rival cualquiera. 

La UDS Salamanca, heredera del poder institucional del tristemente desparecido UD Salamanca, también tenía la campaña pasada objetivos más ambiciosos y acabó con nosotros jugando la fase por evitar la 3RFEF y también aspiraba a mucho más este año y puede verse ahora con los huesos en esa 3RFEF.

Esa circunstancia, bajar a 3RFEF, sería una cuasi tragedia deportiva para este equipo (quizá al mismo nivel o incluso superior a la que supondría para nosotros no subir) y ello hace que el partido adquiera una dificultad de primer orden y en la que habrá que poner sobre el césped los mejores argumentos con los que contamos para sacar adelante este "combate".

Me gustaría comentar antes lo que me preocupa y luego buscar la ilusión con lo que me esperanza.

Me preocupa lo mucho que que estamos regalando atrás desde hace ya muchos partidos y que convierten los choques en películas de suspense permanente en la que nos salvamos al final y a duras penas de ser pasto de la necesidad sanguinaria del asesino de los films.

En ese sentido, el UDS Salamanca es el equipo menos goleado del grupo y cualquier "alegría" defensiva que experimentemos nos puede costar mucho más caro que en otras ocasiones.

Me preocupa la baja caprichosa de Charles.

Si hay un jugador en el que pienso cuando un partido se enreda y se complica para que aparezca y meta su pierna, su cabeza o su hombro para resolverlo con un gol salvador es en el brasileño. 

No poder contar con nuestro pichichi y mejor jugador (independientemente de que el entrenador lo ponga de titular o no) y no poder hacerlo por (insisto) el capricho de un árbitro curiosamente salmantino que vio un problema de seguridad donde no lo había y por la "injusticia deportiva" que rige el fútbol español desde siempre, con unos jueces de competición que funcionan casi peor que el var de las categorías profesionales al interpretar las normas reglamentarias, sí, me preocupa y me indigna a partes iguales.

Léanse el artículo del reglamento, por favor, y vean las imágenes de la celebración. 

Valoren si Charles se encarama a alguna valla, si se acerca a aficionados o si en algún momento la situación conlleva un mínimo de peligro para los allí presentes. Les anticipo que van a alucinar pues cualquier persona con dos dedos de frente solo puede "flipar" con las decisiones que a veces se toman en el fútbol.

Me preocupa, en definitiva, como ya he dicho antes, lo muchísimo que también se juega un rival que podría acabar descendido si pierde aquí e incluso terminas casi desahuciado empatando.

Vamos con lo bueno, con las cosas que me hacen sonreír el corazón incluso en estos días en los que me apetece de todo menos ensayar una sonrisa.

Me ilusiona ver otra vez las gradas muy pobladas con el fondo norte retumbando y el resto del estadio metido en el partido.

Me ilusiona que el equipo consiga asimilar ese ambiente como positivo, como una mecha que solo necesita ser encendida con su rendimiento para empezar a superar al rival sobre la hierba.

Me ilusiona que esta vez sí estemos concentrados como equipo en defensa y no concedamos nada al contrario que dicho contrario no merezca por posibles acciones brillantes.

Me ilusiona imaginar a nuestro capitán haciendo suya la banda izquierda y conmovernos con sus carreras, sus regates y sus centros. Por cierto Alex, después de lo de Ceares ya prescindo no solo del escudo sino también del tirachinas, si usted lo considera necesario.

Me imagino también a Brais, que lleva un par de partidos algo más gris, volviendo a exhibir su clase moviéndose por todo el frente de ataque y oxigenando nuestro juego ofensivo.

A Yelko gambeteando y filtrando algún pase de gol; a Román empujando a Oier volviendo a sacar el florete para rasgar la banda derecha y a Rufo haciéndonos olvidar la baja de Charles haciendo lo que mejor sabe que es marcar...

Me ilusiona, en definitiva, pensar en ese equipo que ha demostrado ser capaz de desbaratar defensas contrarias con un paciente pero profundo juego colectivo y que cuando ha ofrecido su mejor versión lo ha hecho compatibilizando esa organización en ataque sin conceder apenas nada en defensa.  

No, en principio no vamos a una fiesta. 

Vamos a vivir un partido tremendo, a sufrir al compás del equipo, a animarlo, a cuidarlo, a demostrar cuanto lo queremos.

Ojalá con el pitido final sí suene la música, si lleguen los bailes, si saltemos todos alborozados por haber logrado el objetivo.

Ese si sería el momento para una gran fiesta; para una fiesta rachada.