jueves, 29 de diciembre de 2022

En busca de la fiabilidad perdida

Si me dieran a elegir entre las cualidades que me gustaría que tuviera en el aspecto colectivo mi equipo de fútbol, es casi seguro que escogería la fiabilidad sobre el campo. La seguridad de que pasara lo que pasara a lo largo de un partido, ese equipo mantendría unas constantes básicas y mínimas en su comportamiento sobre la hierba que le asegurase la posibilidad de competir siempre y contar con opciones para llevarse alguno de los puntos en juego.

A lo largo del primer tramo de la temporada 22/23, el Pontevedra CF ha carecido, a mi juicio, de esa fiabilidad en su juego que constituye a su vez garantía de un rendimiento estable e inmune a grandes altibajos a lo largo de la competición.
Buen ejemplo de ello es lo sucedido en los últimos partidos jugados en Diciembre.

Las sensaciones nada más terminar el encuentro en casa frente al R.Majadahonda no fueron nada buenas.
Aquel empate contra un rival directo en el que no pudimos aguantar el marcador a favor y en el que no mostramos la cohesión y la contundencia defensiva como equipo exigible tras conseguir aquel gol de Yelko, nos hizo tomar conciencia otra vez de las dificultades extremas que íbamos a tener que atravesar para mantener una categoría que empezaba a escaparse peligrosamente.

Ese empate doloroso contra el Rayo fue el colofón a la no menos hiriente derrota en Córdoba tras jugar casi todo el partido en superioridad numérica y al horroroso partido, especialmente en la primera mitad, disputado contra el Racing en Pasarón.

Cuando la caída parecía libre y sin frenos, apareció el partido en Algeciras. En la villa gaditana el Pontevedra recuperó la sobriedad sobre el campo, la efectividad para marcar en aquella ocasión de la que se pudiera gozar cuando todavía existía igualdad de efectivos sobre el césped y la tranquilidad y contundencia para remachar ya en superioridad el choque, sin pasar los apuros que sin ir más lejos se experimentaron no ya en casa del líder sino en la del colista, Ceuta.

Quizá cuando menos se esperaba el Pontevedra lograba, por tanto, una victoria convincente fuera de casa que venía de perlas ante el tramo especialmente trascendente del calendario liguero que llegará a primeros de Enero.

No solo eso. Tras hacerse con esos tres puntos de oro, el equipo encandilaba a su gente en la Copa del Rey disputando una primera parte frente al CD Tenerife verdaderamente primorosa en la que minimizó por completo a un conjunto de segunda división.

Fue ese partido el de las sorpresas. 

Sorpresa de Gueye que no enseñó cabalgadas espectaculares pero sin sentido y efectividad sino que mostró más sentido de juego que en otras ocasiones y anotó dos tantos (especialmente el segundo) de bellas factura.
Sorpresa la de Masogo que salió mediado el primer tiempo tras la lesión de Ortiz y enseñó unas virtudes impropias de un jugador que no llevaba disputados ni 15 minutos en toda la competición liguera.

Sí. Aquellos que opinen que la Copa es otra historia; que había más espacios, que no existía la presión de la competición de Liga que es en la que hay que jugarnos la vida, tienen razón.
Ahora, que este chico, Alex Masogo, nos dejó con ganas de verle más y comprobar si su línea de rendimiento es esta, también es cierto.

Sorprendente, a la par que precioso en su ejecución, resultó también el sistema de juego elegido por Antonio Fdez que aquella noche fue también otro de los grandes triunfadores del partido.
Por lo menos al que esto escribe, le pareció realmente bonito comprobar como el equipo se colocaba sin la pelota con 5 atrás y una especie de cuadrado en medio campo e inmediatamente tras recuperar el esférico mudaba en un novedoso 3-4-3 que desconcertaba al rival y hacía las delicias de un público que observaba a su equipo moverse como un acordeón perfectamente ajustado sobre el terreno de juego.

Tras una segunda parte en la que el Tenerife apretó y buscó darle la vuelta al partido y en la que el Pontevedra como es lógico sufrió algo más y vio como otro de sus hombres clave (Roman) se tenía que ir lesionado, se aguantó el resultado con bastante más personalidad que la mostrada en muchos partidos de Liga y se consiguió el merecido premio de la clasificación para la siguiente ronda.

Y ahora qué? Nos encontraremos a un Pontevedra CF tras este breve parón en la misma línea esperanzadora de los dos últimos encuentros? Será capaz el equipo de dotar a su rendimiento de esta fiabilidad y seguridad colectiva sea cual sea el sistema o la idea de juego que Antonio elija para cada partido?

Son preguntas, en mi opinión, importantes como vitales son las respuestas, sobre todo, si son positivas.

Lo que más teme este atribulado bloguero es volver a ver a un Pontevedra CF sin patrón de juego, sin alma y con las dudas que se pudieron ver en casa frente al Racing, frente al Celta B (a pesar de empatar al final) o contra el R. Majadahonda o fuera en León o en la primera parte de Ceuta por poner algunos ejemplos.    
Conseguir esa mayor fiabilidad en el juego no quiere decir, evidentemente, que no se producirán más derrotas. Sería de ilusos o inconscientes pensar lo contrario.
Ahora, lo que sí se lograría con un rendimiento más constante y estable, no solo en todos los partidos sino a lo largo de cada uno de los mismos, sería estar más cerca de poder ganar puntos y dotar de confianza a un equipo que en pasajes de la Liga, sobre todo en ataque, ha dado la impresión de acumular impotencia y desesperación.

¿Quiere decir todo esto que no se debe reforzar la plantilla en el mercado de invierno que ahora comienza?
Claro que no.
En este aspecto los aficionados siempre estamos en desventaja pues desconocemos la situación económica real de la entidad y si esta puede hacer un esfuerzo para traer jugadores.

Por ello, siempre con esa variante sobrevolando la cuestión, parece evidente que el equipo necesitaría dos piezas en ataque que le aporten velocidad, más uno contra uno en banda y calidad en el centro y algo de gol.
Sí. Sé que es pedir mucho pero lo cierto es que el Pontevedra en la zona ancha parece bien servido y más con la imagen que ha transmitido Masogo. En defensa, aún con pocos efectivos, el equipo aguanta y sus cifras de goles encajados (aunque el trabajo defensivo es colectivo) sigue entre los 10 primeros.
Es en ataque (entendiendo por ataque no solo el puesto de delantero puro sino los hombres ofensivos que actúan más acostados en banda) donde vendría de perlas uno o dos fichajes que de ser certeros podrían mejorar bastante al equipo.

Llega ahora el RCD Mallorca en Copa del Rey. 

Se generó, como es normal, mucha ilusión en la víspera del sorteo  ante la posibilidad de que tocara un "grande" que tantos y tantos años hace que no juegan en nuestra ciudad pero al final "cayó" el equipo balear.
Sigue siendo un "primera" y no juegan "primeras" aquí todos los días por lo que el que esto escribe espera ilusionado el partido.

Ahora bien, a buen seguro el diseño de partido por nuestra parte no va ser el mismo que el día del Tenerife.
No me refiero al sistema de juego sino al hecho de que a diferencia de lo que pasaba el día 21 de Diciembre en la que íbamos a "tirarnos" más de dos semanas sin volver a jugar, en esta ocasión nos esperará el Badajoz solo 72 horas después que el equipo de Javier Aguirre y ese partido contra los pacenses no es ninguna broma, sino todo lo contrario.

Además, se une la preocupante circunstancia de las posibles bajas que podríamos tener para este comienzo de año (más datos tendremos hoy mismo tras el primer entrenamiento del equipo tras una semana de vacaciones).

Recordemos que ya frente al Tenerife estuvieron ausentes por lesión Bastos, Seoane, Borja y Rubio. Que en ese choque se rompió Ortiz y que Román también tuvo que irse por molestias. Y, por último, Yelko fue expulsado y no podrá estar ante el Mallorca.

Será trascendental poder recuperar a la mayor parte de los  jugadores tocados para que Antonio pueda planificar con más garantías la distribución de minutos en Copa con vistas a afrontar la "final" del Sábado 7 ante el Badajoz en las condiciones más optimas posibles.

No se trata de "tirar" la Copa en la que a buen seguro se buscará la hazaña y un puesto en octavos pero de lo que sí se trata es de "mimar" ese enfrentamiento contra los extremeños pues de ganarlo se lograría algo que resultaría especialmente atractivo: Salir de esos puestos de descenso en los que llevamos anclados muchísimo tiempo, así como encarar ese doble desplazamiento a Salamanca y La Línea con la mejor disposición posible.

Ojalá, por tanto, en unos días podamos ver otra vez a un Pontevedra fiable, seguro y ordenado como primer paso para salir airosos de una parte del calendario tremendamente importante.

Querría dedicar estas últimas líneas del artículo a agradecer una vez más a todos aquellos que leen este blog por perder algo de su tiempo aguantando las reflexiones de este cada vez más atribulado aprendiz de bloguero y desearles a todos un maravilloso y Feliz AÑO 2023 que ojalá sea muy venturoso también para nuestro Pontevedra CF.  

 

lunes, 12 de diciembre de 2022

Tarde. Siempre tarde.

 El Pontevedra CF tiene desde hace demasiado tiempo la costumbre (o el vicio) de actuar siempre tarde, muy tarde.

No es necesario remontarse en el tiempo más que a la transición de la pasada temporada y esta para encontrar suficientes ejemplos de la demora de la entidad a la hora de tomar decisiones cruciales que muchas veces determinan el devenir deportivo, económico y social de una campaña.

Si hacemos ese no demasiado complicado ejercicio de memoria, recordaremos que tuvimos el privilegio de ascender virtualmente a 1RFEF el día 8 de Mayo de este año.

Contábamos con todo el tiempo del mundo para planificar con calma pero sin pausa cuáles serían los cimientos de la nueva temporada en la categoría de bronce. Para decidir si continuaba la misma dirección deportiva, se cambiaba por otra o se volvía a los tiempos de fichajes"feanescos". Para elegir al entrenador del proyecto. Para determinar que futbolistas debían seguir, cuales no y en qué posiciones deberían realizarse los principales fichajes. Para diseñar una potente campaña de abonados aprovechando la corriente positiva del ascenso. Para imaginar y luego proyectar como intentar la vuelta del Pontevedra CF al tejido social de la ciudad y comarca. Para que la gente se empapara un poquito del color granate...

Por contra, resumiendo mucho pues ya es de sobra conocido el dislate primaveral veraniego de la insitución (que además no era primero), la "cúpula" se "tiró más de un mes sin hacer nada, presuntamente envuelta en conspiraciones internas que eran aderezadas incluso con mensajes en redes sociales de algún miembro de la entidad que luego fueron borrados con prontitud.

El episodio de la renovación o no renovación de A. Rodríguez resultó dantesco y tuvo ese final estrambótico de la decisión del ya cesado técnico leonés de irse al Hércules cuando parecía que al final se iba a quedar una temporada más en Pontevedra.

Todo ello un mes y medio después de la consecución del ascenso.

Poco antes nos habíamos enterado que Toni Otero( que también parecía sentenciado) seguiría al frente de no se si llamarla "dirección deportiva" o "recopilación de informes de jugadores y técnicos para que decida la Presidenta" (pues esa idea se extrae de las escasas comparecencias públicas del ex jugador granate).

Se decidió tarde, pues, la continuidad del Director deportivo o, insisto, recopilador de informes.

Se decidió más tarde todavía  la elección del entrenador que debería aceptar la misión de capitanear desde el banquillo al Pontevedra en un año realmente complicado.

Y se decidieron tarde los fichajes que iban a intentar reforzar al bloque de la temporada anterior cuya continuidad como tal (con alguna renovación curiosa) también se conoció muy tarde.  

De la tardanza de la campaña de abonos ya ni hablo pues ya es un clásico de cada verano, tarde.

Y de la penetración del Pontevedra en la sociedad no es que haya llegado tarde es que todavía ni se ha producido y lejos de tratar de "empapar" a la gente con la camiseta y el escudo granate, se la ha vuelto a dejar al sol del más de los inclementes desiertos echando por tierra un posible efecto llamada tras ascender de categoría.

Tarde, siempre tarde en los despachos.... y muchas veces tarde, muy tarde, sobre el césped.

Ayer el Pontevedra CF tenía otra especie de "final" y como otras veces anteriores no fue capaz de sacarla adelante.

Cuando ya no dominaba la situación sobre la hierba; cuando ya el R.Majadahonda amenazaba más (sin pasarse, pero más al fin al cabo) nuestro área que el Pontevedra la madrileña,  el equipo encontró en una jugada aislada ese gol salvador que oxigenaba las venas de los futbolistas y de los aficionados.

Quedaban 20 minutos para el final y en esta ocasión  Antonio sí había hecho algún cambio decididamente ofensivo para buscar la victoria aunque fuera con más corazón que cabeza (quizá entenieindo de manera cabal que o se ganaba o se le cortaba la cabeza, es evidente que Antonio todavía no sabe que esta entidad actúa, pues eso, muy tarde). 

Al margen del primer cambio hecho en el descanso de Seoane por Oier que empeoró sensiblemente al equipo y que se realizó al parecer por los problemas físicos del elegante lateral exdepartamental, llegó un segundo cambio que dio con los huesos de Borja en el banco y con la presencia de Alex sobre el césped.

Hasta ese instante se jugaba con tres por el medio (Borja, Yelko y Román) más Brais algo tirado a la izquierda, Rubio a la derecha y Charles arriba.

Ese segundo cambio mencionado tampoco ayudó a mejorar a un Pontevedra que perdió capacidad de circulación pero no ganó en chispa y capacidad de desborde por fuera con ese dibujo más próximo al 4-4-2, con Brais más cerca de Charles.

Y poco después llego ese cambio antes aludido que no solía ser muy habitual en Antonio.

Se iba Araújo y entraba Rufo.

Y llegó ese centro del "9" desde la izquierda, el buen remate de cabeza de Charles que sacan entre el portero y el palo y el remate de Yelko a placer para lograr ese gol que nos daba vida y tres puntos de auténtico oro.

Recapitulemos.

En el momento de marcar corría el minuto 70 y el Pontevedra jugaba con Oier y Alex de laterales (el capitán se retrasó al irse Araújo) más Luis y Soto en el centro de la defensa.

Román y Yelko eran medios centros y Rubio seguía en la derecha con Brais de vuelta a la izquierda más los dos puntas.

La celebración fue larga, prolija en abrazos y suspiros de alivio entre los jugadores, como debe ser.

Pasó el tiempo suficiente hasta que, no ya este atribulado bloguero, sino varios de los aficionados que se sientan cerca de mi butaca, pensásemos que los cambios no podían demorarse nada. Que incluso debían hacerse antes de sacar de centro. Que antes del 1-0, el rival ya llevaba bastantes minutos circulando el balón con demasiada comodidad y había que hacer todo lo posible para cerrar en la medida de lo posible el juego.

Que lo lógico sería que Churre saliera por un Rubio cansado para que el propio Víctor o Soto pasasen al lateral derecho adelantando a un Oier que sufría.

Que también parecía de sentido común meter a Ortiz (de Masogo ya no hablo pues sigo sin saber a que ha venido o, mejor dicho, por qué le han traído) para acumular otro hombre en medio campo en auxilio de Román y Yelko quitando a Charles del césped.

Pues no. Los cambio no se hicieron antes de que se sacase nuevamente de centro. Ni en el minuto 72, 73, 74, 75, 76,77, 78, 79 y 80.

A lo largo de esos diez minutos, el rival siguió moviendo el balón con facilidad y el partido se veía más para un susto que para una sentencia y en ese minuto 80 llegó el mazazo. De forma surrealista, como otras veces, con un tiro desde la frontal que todavía mientras escribo esto no sé si tocó en alguien y ello pudiera justificar la "estatua" de Alvaro Cortés.

¿Y quienes estaban en la banda, ya uniformados para salir al campo? Pues sí. Churre y Ortiz.

Tarde, siempre tarde. 

En los despachos tarde, en el campo tarde y la paciencia se agota un poquito más. Y la confianza en que esto puede salir adelante se resquebraja otro tanto.

Alguien puede pensar y con acierto. Vale. pero.. Quién te garantiza que habiendo efectuado esos cambios nada más marcar se habría acabado ganando el partido? Nadie. Está claro. Y también está claro que el equipo podría haber encajado el empate con estos dos jugadores en el campo.

Ahora, lo que sí afirmo es que de haber hecho los cambios "ipso facto" se habría actuado con sentido común, con diligencia, con buena e inmediata lectura del juego.

Luego el fútbol es fútbol, como decía Boskov, y a lo mejor te empatan igual pero no se habría actuado tarde.

He hablado de la segunda parte y sobre todo de ese tramo final que resultó decisivo para el resultado final.

Y de la primera parte? Pues que volvió a poner de manifiesto otros dos de los graves problemas que tiene el equipo.

En ese primer tiempo el Rayo apenas se dejó ver en ataque y el Pontevedra sí dominó más la situación quizá con la aquiescencia de su rival.

Sin embargo, aparecieron las carencias de siempre.

La primera volvió a quedar clara mediado ese primer tiempo en el que el equipo logró trenzar una bonita triangulación para dejar a Brais en buena posición para el remate... pero ese remate nunca llegó y eso que la pelota no solo pasó con opciones de ser rematada por las botas de Brais sino también por las de Borja, Yelko y Rubio. No fuimos capaces de lanzar. No se tuvo la confianza en hacerlo.

11 goles a favor en 16 partidos (5 de ellos logrados contra equipos en inferioridad). Los números hablan por sí solos. Ya puedes tener unas cifras aceptables en goles encajados (que las tenemos) que si la descompensación es tan grande, el resultado será negativo.

¿La otra carencia? Nuestra dificultad extrema en conseguir centros de calidad. En la segunda parte hubo uno, el de Rufo en el gol. 

En la primera, otro. De Seaone al filo del descanso que le puso una preciosa pelota a Charles en la cabeza pero una buena acción del portero abortó la ocasión.

En otras ocasiones, tampoco muchas, que llegamos a línea de fondo los centros volvieron a ser deficientes.

Las prioridades en el mercado de invierno deberían estar claras.

Ahora, todavía me acuerdo hace dos temporadas con aquella lesión de hombro de Rufo que finalmente no fue tan grave como se preveía en un principio pero que animó a la "cúpula" a fichar un atacante. Llegó Pitu, la ardilla de no me acuerdo dónde. 

Temblemos con lo que puede llegar en Enero, si es que llega algo.

Por último, no puedo dejar de consignar la sorpresa que me produjo la reacción de una parte de los aficionados de mi sector de Tribuna en el momento en que los "siareiros granates" del Fondo Norte accedieron a su grada a la media hora de juego en señal de protesta por el trato que nos dispensa la ya tan manida "cúpula".

Soy sincero, esperaba silencio, indiferencia y pitos.

Pitos los hubo (no tantos como esperaba) pero por desgracia, los hubo. 

Aplausos también y no pocos en el sector, insisto, de Tribuna superior en la que me ubico.

Esto es nuevo y quizá un pequeño signo de que esto está empezando a cambiar. 

Tarde pero a cambiar.

De colofón, ese vídeo que circula por redes sociales en el que se ve el palco de autoridades del Estadio y a un consejero que ni era la Presidenta ni su escudero, introducirse sus dedos en la boca para romper a silbar como vulgar hooligan, olvidando la dignidad del asiento que ocupa en el Estadio, y tratar de contrarrestar el efecto de la llegada y cánticos de los "siareiros".

Hace algún tiempo un conocido me dijo. "Fulanito de tal (el silbador de ayer) es válido y de lo mejor de ese Consejo".

Pues vale.  Para mear y no echar gota. 

  


   

 

lunes, 5 de diciembre de 2022

Velas rasgadas

Hoy no se hablará de fútbol en esta columna del blog.

Espero que me perdonen.

A buen seguro, se escribirán crónicas deportivas adecuadas y acertadas en los diferentes periódicos de la ciudad.

Lo que necesito hoy es hablar de otra cosa, más importante de un resultado aislado como por duro que sea para los seguidores granates.

Ayer, instantes después de que se terminara el partido, un número considerable de seguidores granates hicieron notar su voz pidiendo la marcha de la Presidenta del Pontevedra CF.

Creo necesario empezar una columna que no querría escribir por esta importante circunstancia que a buen seguro se reflejará en algún podcast digital hecho por gente que saca tiempo de sus vidas personales y profesionales para practicar y extender el granatismo pero que me temo no será mencionado en los medios de comunicación convencionales locales.  

No fueron “cuatro gatos” quienes lanzaron al viento el cántico “Lupe vete ya”.

No fue todo el estadio, también es cierto, pero sí la suficiente gente como para que su hastío, su indignación y su preocupación por el futuro del equipo al que quieren, quede constatado aunque solo sea en un modesto blog sin demasiada visibilidad y en otros foros accesibles por internet que cuentan cada vez con más seguimiento y acogida por parte de lo que queda de masa social granate.

¿Cómo es posible que haya podido llegarse a una situación en la que la afición desplazada del Racing de Ferrol significara más del 25% de los presentes en el estadio de Pasarón?

¿Cómo es posible que ni tras un ascenso de categoría el Pontevedra no sea capaz de atraer a más de 2.000 personas a un partido de Liga que se disputaba además ante el conjunto departamental con el que desde hace tiempo existe una rivalidad evidente?

¿Por qué aforos como el vivido el día del Alcorcón (que no fue nada del otro mundo pero sí constituyó una afluencia aceptable) se ha convertido en la excepción a la regla que dicta que los partidos en casa se juegan con un ambiente decepcionante por lo discreto y menguado del mismo?

Escribía ayer mismo en redes sociales que la última responsabilidad de que una persona decida acudir o no a un campo de fútbol es de esa persona.

Ahora bien, menos posibilidades habrá de acumular tantas y tantas butacas vacías si la actividad de una entidad a lo largo del tiempo se caracterizase por acciones continuas encaminadas a recuperar (no digo ya agrandar) la masa social perdida.

No es excusa ya el covid 19 pues vemos semanalmente estadios sensiblemente más poblados que el nuestro en la misma categoría en la que militamos (no me refiero, evidentemente, a un Deportivo que en ese aspecto juega en otra Liga).

Lo que realmente ocurre, es mejor que lo aceptemos cuanto antes, no es otra cosa que la constante pérdida de aficionados del Pontevedra CF que van abandonando la institución igual que esas gotas de agua que se pierden lenta pero constantemente por un grifo averiado o sencillamente mal cerrado.

Ayer el Racing no sé si jugó como en casa pero sí al menos en campo neutral.

Resultó doloroso no, lo siguiente, comprobar cómo se hacían con la animación del choque a pesar de los esfuerzos de nuestro fondo norte (por desgracia, poco poblado para la ocasión) por hacer que nos sintiéramos, aunque fuera un poco, en nuestra propia casa.

El problema no es que vengan 500 tíos de Ferrol a apoyar a su equipo, el problema es que no lleguen a 2.000 los fieles que se acerquen a Pasarón a apoyar al Pontevedra.

¿Qué actividad ha realizado en las últimas temporadas  este Consejo de Administración para combatir la reticencia de aquellos que han dejado de ir a Pasarón?

¿Qué esfuerzo se ha hecho para evitar la llegada de un día como el de ayer que se veía venir desde hace tiempo?     

Realmente muy poco, por no decir nada.

Podríamos argumentar con respecto al caso concreto de este derby que la única actividad que ha desplegado la SAD (al margen de ponerle la alfombra verde a la afición visitante) es colocar una mesa descafeinada y sin un mero distintivo siquiera del Pontevedra CF en una cafetería del centro de la ciudad para tratar de vender alguna entrada.

Pero es que el problema viene de más lejos.

A esta situación no se llega de un día para otro sino que se requiere tiempo y tiempo de indiferencia, dejadez y falta de imaginación para que al final nos encontremos con un colofón tan triste como el del día de ayer.   

Por no existir no existe ya ni esa categoría de abonado peñista que podría favorecer la creación de colectivos que aportasen colorido y ánimo al equipo.

Alguna vez me contaron que esa categoría de abono podría favorecer que gente que no tenía la más mínima intención de crear esa “peña” pudiera acceder al abono de forma más barata. Bueno. Pero no hay forma de controlar eso? No se puede utilizar la imaginación para que de verdad se favorezca el nacimiento de esos grupos que darían mucha vida, juventud y futuro a esta entidad?

Los abonos siguen siendo de un precio considerable y nunca se ha intentado bajar esos precios para tratar de recaudar algo parecido pero aumentar abonados.

Las entradas siguen teniendo un precio demasiado elevado dadas las circunstancias económicas que se atraviesan.

Y por encima de todo ello sobrevuela la inquebrantable testadurez de la propiedad enfrentada desde hace ya demasiado tiempo con una parte significativa y muy importante de la afición.

Aquellos que ayer gritaban “Lupe vete ya” y que como respuesta, (según dicen los que allí estaban), recibieron “sonrisitas” y “saluditos” más propios de una princesa situada en la almena del castillo familiar más que de una dirigente seria y responsable, son conscientes de una idea o pensamiento que es el más importante y que no es otro que el Pontevedra CF está por encima de todo y por eso siguen yendo al campo a intentar poner su granito de arena el apoyo al equipo como todos y cada uno de los que allí estábamos deseando ver ganar a nuestro Pontevedra.

Vendrán y pasarán jugadores, entrenadores, dirigentes, aficionados pero lo que queda es la camiseta, el escudo, la institución a la que se debe respetar en todo momento.

¿Respeta ese pensamiento la Presidenta del Consejo de administración y dueña de la mayoría accionarial y su fiel escudero pródigo también en mandar besos y saludos a distancia?

¿Cómo no es posible de una puñetera vez que, siempre con la idea de que el Pontevedra CF es lo único importante, se sienten en una mesa quienes se tengan que sentar y se llegue a un entendimiento que por encima de filias y fobias coloque en primer plano al Pontevedra CF y a su afición?

¿Por qué no se aprovecha el capital de Marcos del Río, por ejemplo, abonado del club y persona muy bien considerada por la afición y se le deja ejercer de Director General en algo tan clave como esto?

Muchas cosas más podrían decirse pero creo que sería inútil.

Mi impresión es que no cambiará nada. Nada. Y que todos los que seguimos yendo a Pasarón tendremos que seguir aguantando estas situaciones y esas actitudes de la Presidenta y escudero hasta que gota a gota, como ese grifo averiado, nos vayamos alejando del estadio hasta que este se vacíe casi por completo.

Quizá en ese momento, Lupe Murillo considere terminada su obra.

Rectifique Presidenta.

Nadie dice que regir una entidad como esta sea fácil. Siempre habrá complicaciones, problemas y disgustos.

Ahora bien esos problemas o dificultades siempre se llevarán mejor si se respeta a la gente que usted preside, a aquellos que son la verdadera razón de ser del Pontevedra y que siempre estuvieron detrás de las personas que como usted en su día dieron un paso para sacar a la institución de diferentes pozos.

Sin la afición, el Pontevedra CF no es nada. Se diluirá como un azucarillo y podría incluso acabar muriendo.

Usted no puede sacar de sus casas a la gente para acudir al campo, es cierto, pero puede favorecer, con iniciativas y un verdadero deseo de que vuelvan, a que la entrada del día de Alcorcón no sea la excepción sino la norma.

Si somos más, seremos más fuertes, mucho más fuertes.

Menos saludos, menos sonrisas y más respeto y verdaderas ganas de que Pasarón vuelva a rugir de manera habitual y no solo el día que exista un premio sobre la mesa.