martes, 28 de febrero de 2023

De harakiris futbolísticos, una "Presi" echada al monte y aquel gallo inolvidable

Se jugó hace 48 horas pero parece que ha pasado mucho más tiempo.

Es tal el desbarajuste que se vive en "casa Pontevedra" y tan random o rocambolescas algunas de las decisiones que se han tomado en las últimas horas que este atribuladísimo bloguero ya no sabe si reír, llorar, embutirse en una camisa de fuerza, salir a la calle en "pelota picada" o dedicarse a la contemplación sentado en un banco de algunos de los jardines que acoge nuestra coqueta ciudad.

Empecemos por el partido, ese partido que nos coloca ya de manera virtual en la 2RFEF y que puso de manifiesto todas aquellas razones que han llevado al Pontevedra CF a ocupar la última plaza de la clasificación. 

Y es que ya sabemos todos que este equipo pierde cuando juega rematadamente mal y no es capaz casi de llegar a la portería contraria pero es que también muerde el polvo de la derrota en días como el pasado Domingo en el que fue mucho mejor que su rival durante los primeros 40 minutos de encuentro y acaba la primera parte empatado a un gol únicamente por sus absurdos errores.

Fue esa primera mitad hasta los últimos cinco minutos bastante buena. Sí, es verdad que el Ceuta nos llegó con mucho peligro en una acción aislada desbaratada por un gran Cacharrón pero en líneas generales el equipo superó a los ceutíes, generó un fútbol bastante bueno llegando bien sobre todo por una banda izquierda por la que Alex dio un recital y creó ocasiones más que de sobra para marcharse al vestuario ganando por más de un gol.

El gran capitán (uno de los muy pocos argumentos a los que nos podemos seguir agarrando los desconcertados seguidores granates) desbordó lo que quiso y cuando quiso a sus pares en defensa y colocó tres o cuatro balones pintiparados para acabar en la red. Varios de esos balones no encontraron rematador al no existir en esa primera parte el más mínimo sentido, olfato o intuición cara al gol de los atacantes que la disputaron; otro de esos pases fue desbaratado de manera inverosímil por Borja Domínguez que hizo lo más difícil al mandar por encima del larguero una ocasión que debió entrar sí o sí...

Luego llegó otra jugada en la que tras algún rechace, Diz acertó a rematar una pelota que se colaba en la portería pero que fue remachada de manera inconsciente e incluso absurda por un Bakero que se hallaba en posición ilegal y que debió dejar que ese cuero se alojara mansamente en la red visitante.

Y luego llegó nuestro tanto. De un córner bien sacado por Borja (que en esa faceta sí le da un plus a las jugadas del equipo) llega la cabeza de Luis Martínez para sobre el minuto 39 ponernos en ventaja de manera justa y merecida.

Pero he aquí que en ese momento, lejos de aplomarnos y asentarnos por lo menos hasta el descanso, llega el caos; llega el bidón de gasolina y las cerillas; llega el incomprensible harakiri que acabó por quemarnos hasta el final del choque.

Esos últimos 5 minutos de la primera parte todavía no los entiendo. 

Ya antes del empate llegó otra jugada en la que un jugador ceutí se quedaba solo ante Cacharrón pero la acción se anuló por un fuera de juego que pareció que sí era.

Y en el 44, un pase filtrado a casi cuarenta metros de nuestra meta deja solos a tres jugadores del Ceuta para encarar a "Cacha"y convertir el el primer gol ceutí en cuya generación solo faltó que le hubiéramos puesto una alfombra roja.

Lectura de partido infame, experiencia demostrada inexistente. Gol del empate que nos mató cuando el muerto parecía el otro.

Después pasaron cosas en la segunda parte que ya no son nuevas.

Inicio intolerable, a modo pachanga trotona al igual, por ejemplo, que el día de aquel partido tan importante contra el Badajoz.

Los extremeños nos mataron con aquel 1-2 en ese tramo pero un extraordinario Cacharron nos salvó hasta en dos ocasiones contra el Ceuta en sendos unos contra uno de delanteros rivales.

Llegaron los cambios, una ocasión de Brais que pudo volver a cambiarlo todo y una acción que primero fue señalada como falta pero luego (y eso que no había Var) arbitrada como penalti.

Es cierto que la jugada vista por la tele sí pareció cometida sobre la línea del área y a ella contribuyó la fogosidad e inexperiencia de un Casais que por alguna razón que se me escapa, las veces que ha salido casi siempre han sido para acostarse en una banda, tener más responsabilidades casi defensivas que ofensivas y estar lejos de la zona en la que en el filial crea peligro.

Como todo sale mal y al revés, nada más encajar el 1-2, Rubio pudo empatar en un lanzamiento con rosca muy bonito que se fue por encima del larguero e incluso pudimos marcar en alguna otra acción peligrosa pero en ese momento volvió a manifestarse la absoluta falta de gol de esta plantilla que no puede sostenerse solo con el instinto de un Charles que hace literalmente lo que puede y que incluso pudo empatar en uno de sus maravillosos remates acrobáticos.

En definitiva, no se gana cuando no se tira a portería, como es lógico, pero también se pierde cuando tenemos más ocasiones que el rival pero se defiende como un equipo de juveniles en momentos en los que hay que hacerlo como en esos minutos finales frente a la Cultural en los que sí entendimos (como excepción a la regla) como demonios había que jugar ese tramo de partido.

Acabó el Domingo con esa sensación insoportable de que la categoría en la que "no cree" la Presidenta se nos había escapado ya completamente de las manos y empezó un Lunes en el que Gudalupe Murillo, decidió colocarse un casco sobre su azabache melena, alquilar (o comprar, a saber) un quad flamante y encender su motor para lanzarse por esas estrechas veredas lindantes con los montes pontevedreses y desafiar los elementos a base de velocidad, peligro y (creo) desesperación.

En vez de esperar al miércoles como en el cese anterior, (menos mal) el propio Lunes. Toni fuera. Pero fuera, fuera. Fuera de entrenador, fuera de Director Técnico y fuera hasta de recopilador de informes y "trasladador" de sugerencias técnicas a la cúpula. 

Fuera del todo, vamos.

Y dentro quien? Pues ahí llega lo random, lo rocambolesco e incluso lo enternecedor para varias generaciones de aficionados al fútbol en este país (entre la que se encuentra la mía) que abrimos desmesuradamente los ojos, los oídos y hasta la boca cuando por la tarde se confirmaba la noticia oficialmente de que Juan Señor sería el próximo entrenador del Pontevedra CF.

"Señor, Señor, gooooll de Señor, gooo (gallo)oool de Señor" .

A ver. Que futbolero que ronde o supere el medio siglo no identifica de manera instantánea esa frase aderezada con uno de los gallos más inolvidables de nuestro fútbol protagonizado por J.Angel De la Casa?

Pues sí, aquella jornada de Diciembre del 83 en la que se habían dado, además, las vacaciones escolares de Navidad de aquel curso, llegaba aquel partido espectacular contra Malta de clasificación para la Eurocopa 84 en el que España necesitaba ganar por 11 goles.

Allí estaba el ya nuevo entrenador granate abriendo el partido fallando un penalti en el minuto 2 y cerrándolo en el 83 con el gol número 12 que casi mata a De la Casa y a más de medio país que asistía atónito a lo que pasaba en el Benito Villamarín.

Un Señor que jugaría después el mundial 86 de Méjico y que lograría un gol importantísimo en los cuartos de final ante Bélgica a pocos minutos de nuevo del 90 y que significaba el empate a uno. Un gol destinado casi al olvido al caer finalmente España en la tanda de penaltis para ser sustituido en el inconsciente colectivo por el error en dicha tanda del pequeño asturiano Eloy Olalla.

Un Señor que jugó a gran nivel casi toda la década de los 80 en el Real Zaragoza (un Zaragoza importante, grande y no el que tristemente pena a hora en 2ªDivisión desde hace muchos años).

Y un Señor que se retiró prematuramente con 31 años en el año 1990 por causa de unos problemas cardíacos que le hicieron aconsejable colgar las botas con muchos partidos de primera a sus espaldas y 41 internacionalidades. 

Ahora bien me preguntarán con toda la razón los lectores de este blog.... Y como técnico qué?

Pues como entrenador, casi diez años después de retirarse como jugador, debutó en el Mérida en el 99 sustituyendo a un compañero y en un club en ese momento con problemas lo dejó cerca de los puestos de promoción a primera.

Luego estuvo en Salamanca,también en 2ª, en el que fue cesado tras 30 partidos y después en el Cartagonova y Logroñés en 2B con no demasiada suerte (de hecho, en 2003, en Logroño, solo estuvo 3 partidos).

A partir de 2003 (hace 20 años) nada. Su última experiencia, por tanto, data de la campaña en la que nuestro Pontevedra subió a segunda división.

En alguna entrevista he leído que por la edad de sus hijos y la necesidad que sentía de asentarse en ese momento se dedicó y volcó en dirigir en Zaragoza un campus de fútbol para gente joven.

No obstante, existen también entrevistas más recientes (2019, 2020) en las que manifestaba su deseo de volver a los banquillos y de sentirse otra vez entrenador, algo que siempre le había encantado.

Helo aquí, en 2023, con 64 años y casi dos décadas sin tocar banquillo dispuesto a coger desde hoy las riendas del equipo granate en una misión que parece completamente imposible.

¿Puede haber algo más random? No resulta la "cosa" llamativa y peculiar? 

Ni me imagino quien habrá sido el hilo conductor que haya puesto en contacto a la conductora del quad y su lugarteniente Feáns con el entorno de Juan Señor pero el caso es que está aquí, que como diría un conocido personaje de una serie de humor : "que viene, que viene" y a saber como acabará esta historia que no es sino un capitulo alucinante más de una temporada llena de errores, de mala planificación, de despropósitos y encaminada a certificar de manera definitiva nuestro regreso a la cuarta categoría del fútbol español.

Desde este humilde blog se le desea a esta leyenda del fútbol patrio toda la suerte y acierto del mundo para tratar de darle la vuelta a algo que parece irremediable y que este nuevo "experimento con gaseosa"salga bien.

Por cierto, para acabar, Lupe Murillo también anunció ayer la decisión de Charles de dejar los campos como jugador e integrarse en la parcela técnica del club. 

Desconozco si el emblema granate le dio permiso a la Presidenta para decirlo.

Lo que sí tengo claro es que una noticia de este empaque y de esta trascendencia debería haber sido objeto de una comparecencia "ad hoc" y con la presencia del máximo goleador de la historia del Pontevedra.

No es de recibo anunciarlo así. 

Es otro error, y de los gordos, que se suma a los ya cometidos por la otrora patrona de la embarcación y ahora intrépida conductora de quads.


      

 


martes, 21 de febrero de 2023

Fuera lágrimas y dentro el corazón, los pulmones y el fútbol.

Existen tantos motivos por los que un seguidor medianamente informado del Pontevedra CF podría quejarse, que no bastaría un artículo de este blog para enumerar todos ellos.

Hay tantas razones poderosas para argumentar que la planificación realizada por el Pontevedra CF desde el mes de Mayo pasado resulta lamentable que podría agotarse hasta la tinta de un cartucho de impresora antes de terminar de imprimir los errores. 

Lo que pasa es que el Domingo por la mañana lo que nos jugamos es mucho.

Lo que sucede es que el partido frente al Ceuta es de tal importancia que todas esas negligencias, incoherencias, contradicciones e incluso tomaduras de pelo deben quedar en segundo plano ante la descarnada trascendencia de los puntos que habrá en juego en la playa de Pasarón.

En este momento de la temporada, en el que cualquier aficionado granate podría pensar (y no estaría equivocado) que por quien tenía y tiene la obligación de hacerlo no se han puesto ni de lejos los cimientos necesarios para consolidar al equipo en la categoría, no queda sino volver a apartar (que no olvidar, eso nunca) por un tiempo el hastío, la indignación e incluso el sonrojo que provocan las decisiones del Consejo.   

Por desgracia o por fortuna (vaya usted a saber) llega el momento de volver a poner el corazón, los pulmones y la garganta más que nunca a disposición de la camiseta. Todo ello en aras de construir esa atmósfera que tan pocas veces se consigue en los últimos tiempos y que ayude a nuestros futbolistas a capear de la mejor manera posible este temporal inclemente que se nos avecina en las próximas semanas.

No encuentro otra forma de contrarrestar todo el viento en contra que los dirigentes de la entidad han hecho soplar contra la nave granate tanto en el mercado de verano como en el de invierno, que tratar de revertir la dirección de esas ráfagas indignas con otras muchas más grandes en forma de aliento, convicción y resiliencia, de manera que ese aire contrario a los intereses de la singladura se transforme en viento a favor que, este sí, ayude a que las velas no solo se icen sino que de una vez por todas se inflen con el ánimo de los que siempre han estado y continuarán estando en la labor de sostenimiento de este barco.

Hay muchas bajas, sí, pero ya no es tiempo de llorar mares salados sino de tratar por todos los medios de recuperar a aquellos que son recuperables y que también deben arriesgar en la medida de lo posible para estar y "tirar para adelante" con los que haya hasta que se pueda.

El campo estará mal, sí, pero ya no es tiempo de lamentos lastimeros sino de aceptar la situación por muy indignante que sea, que lo es, y adaptarse por todos los medios a ella jugando a lo que haya que jugar pero con el objetivo claro de ganar el partido al Ceuta.

Son 5 puntos de desventaja con el que marca la permanencia, sí, y son muchos a estas alturas de competición pero no es una diferencia insalvable si ganamos los partidos que tenemos que ganar y si creemos realmente que todavía es posible y no se lanzan soflamas con la boca pequeña y sin confianza en lo que se dice. 

El Pontevedra CF podrá estar muy mal, que lo está a día de hoy.

Podrá estar muy cerca del abismo que supondría el retorno a la 2RFEF y con el campo hecho unos zorros, la plantilla llena de lesionados y la cúpula con más grietas que el edificio de Mirador de Montepinar.

Ahora, lo que sigue teniendo este equipo, esta entidad, esta institución es el poso indeleble de la historia ( a pesar de que le "joda" a algún equipo gallego situado más al norte y que no aparece en la clasificación histórica de nuestro fútbol de élite) , es esa importancia y trascendencia como equipo que le hace luchar bajo cualquier condición por difícil que esta sea con el objetivo de revolverse y no resignarse ante los obstáculos del camino por gigantescos que estos parezcan.

Lo que tiene el Pontevedra CF (y la seguirá teniendo a pesar de que algunos o algunas se empeñen e vaciarlo por dentro) es solera; es carisma; es categoría.

Por ello, porque somos el Pontevedra CF, el "Pontevedriña" de toda la vida; ese que las nuevas generaciones dicen (y no se equivocan) que nunca se rinde, no podemos resignarnos.

No podemos dejar que nos lleve la corriente sin luchar a brazo partido contra las olas para tratar de salir a flote por encrespado que se encuentre el océano en el que nos sumergimos.

El Domingo podrá haber 6,7, 8 bajas o las que sean pero tenemos que salir al campo con la confianza ciega en que seremos once tíos con esa camiseta, ese escudo y que para hundirnos el rival deberá poner toda su sangre y su capacidad de abordaje y que ni así le será fácil. 

Luego el equipo deberá enseñar algo de fútbol, sea este cual sea en su intención, planteamiento o finalidad pero fútbol a fin de cuentas lleno de confianza y fe en lo que se pretende. 

Y me encantaría que junto a esos "once" estuviéramos muchos más desde fuera dotando a "nuestro" Pasarón de esa atmósfera especial que cuando se crea hace tambalear las piernas de cualquier rival por muchas que sean las victorias consecutivas con las que lleguen a jugar al ex vetusto.

Esa solera, esa resistencia que tantas veces ha demostrado el Pontevedra ante su destino, debe manifestarse otra vez dentro de unos días y hasta final de la Liga.

Luego pasará lo que tenga que pasar pero por lo menos el que esto escribe se quedará más tranquilo si al servicio de los jugadores (que son los únicos en los que podemos confiar para sacarnos de este atolladero) se ha puesto todo el arsenal de apoyo y empuje que esta afición puede ofrecer como pocas hay en Galicia.

Recuerdo que la primera vez que me senté en mi asiento de la grada de Tribuna reformada fue una tarde de 2008.

Se jugaba la vuelta de la primera eliminatoria del  play off de ascenso a segunda división y el rival era el... Ceuta.

Aquel día el campo casi se llenó y la gente se volcó pero el fútbol es como es y todo salió mal.

Ojalá que en esta ocasión, en este primer paso trascendental que debemos dar para no perder un sitio que es el mínimo en el que este gran club merece estar, el ambiente vuelva a ser de gala, los cánticos granates resuenen a viva voz a orillas del Lérez y, ojalá, el resultado sea diferente al de aquella maldita eliminatoria de hace más de 15 años. 

Hala Pontevedra¡  


    

martes, 14 de febrero de 2023

Una jugada mágica, una playa sin mar y algún galeote "follonero"

Hasta el minuto 79 todo transcurría de una forma parecida al resto de partidos ligueros de 2023. 

Sí, es cierto, que los inventos tácticos más propios de una mezcla delirante de las personalidades del profesor Bacterio (citado en este mismo blog hace ya mucho tiempo) y el doctor Tornasol no hicieron apenas aparición sobre la "arena" y por lo menos nos habíamos ahorrado el penoso espectáculo de ver correr a nuestro único punta detrás del mediocentro rival por todo el campo.

Y eso que durante los primeros minutos de juego dio la impresión que Bakero iba a volver a afanarse en esa misión al aparecer muy cerquita de Kevin Presa pero con el paso de los minutos esa orden pareció desactivarse y, además, la presencia adicional de Charles sobre la "playa", teñía todo de una capa de sentido común que brilló totalmente por su ausencia en las primeras parte frente al Castilla y Celta B.

El caso es que el Pontevedra no salió del todo mal, gozó de una buena ocasión para marcar y a pesar de que la Cultural llegó más en ese primer tiempo disfrutando de un par de oportunidades muy buenas,especialmente una de Solís, la impresión era que sobre la "tierra" el equipo aguantaba más o menos el tipo.

La segunda parte, no obstante, fue diferente y el rival tocó todo lo que se podía tocar el balón en este espanto que es la "hierba" de Pasarón y comenzó a llegar con más asiduidad al marco de Cacharrón.

Llegaron más opciones de gol leonesas y con ellas la clara sensación de que el Pontevedra aguantaba el temporal como más o menos podía en busca de un punto que no valía demasiado pero que era mejor que acumular una nueva derrota.

Y en estas llegó esa jugada mágica en la que intervinieron tres de los jugadores que habían ido incorporándose al "campo".

Saque de puerta, balón medio disputado que gana Borja para Yelko y partir de ahí el radiante rayo de luz que iluminó nuestras caras el resto del fin de semana.

Yelko avanza, observa el gran desmarque desde la izquierda que realiza Casais y en el momento oportuno le filtra un pase maravilloso que el casi debutante delantero granate hace bueno superando al portero leonés con un acertado remate con la izquierda.

Quedaban 10 minutos más la prolongación y el cielo se abrió ante nuestros ojos ante la inesperada posibilidad de ganar otra vez en Liga, algo que no hacíamos desde antes del parón de Navidad.

Los minutos restantes del choque fueron estresantes.

El equipo estaba mermado con un Charles que apenas podía correr y Yelko o Derik evidenciando algunas molestias físicas que en parte parecían reales y en parte exageradas para parar como fuera el empuje blanco.

Los minutos pasaban a cámara lenta y la prolongación que primero parecía de cuatro pero que al final se fue hasta los cinco y medio me encontró medio de pié pidiendo a gritos al colegiado que tuviera a bien indicar el final del partido que ya la broma estaba pasando de castaño oscuro.

Entre todos esos nervios y defensa a ultranza del resultado llegó una falta sobre la frontal a favor de la Cultural.

En ese momento me dio tiempo a reflexionar sobre lo curioso que es esto del fútbol.

En los partidos frente al Castilla y Celta B fuimos nosotros los que gozamos de sendas faltas en esa ubicación para ganar en el primer caso y empatar en el segundo. 

Mientras nuestros jugadores se preparaban para botarlas no tenía demasiadas esperanzas en que encontraran el camino del gol. En cambio, en el momento en el que el futbolista culturalista se dirigía hacia el cuero en la falta del Sábado pasado, estaba convencido de que todo se iba a marchar otra vez al garete. Efecto propio del atribulamiento de este bloguero que ve demasiadas veces el vaso medio vacío en vez de medio lleno.

El balón se fue por encima del larguero. El 1-0 seguía en el marcador y pude seguir "exigiendo" el final del partido que recibí con alborozo y con una sensación de victoria y alivio que desgraciadamente esta temporada está siendo muy poco habitual.

En la rueda de prensa posterior al partido no se pronunció ni una vez la palabra actitud.

Por contra, ese Toni Otero que habíamos visto en las previas y post encuentros anteriores en los que apelaba constantemente a esa "actitud" o apelando a que los jugadores "quisieran", (sin importar que con ello los mandara a galeras como hizo aquel dirigente romano, de nombre Mesala, con su amigo de la infancia Judá Ben Hur por un accidente fortuito con unas tejas), no apareció.

En cambio, pudimos escuchar a un Otero, desprovisto de sus anillos y resto de joyas relucientes, otorgando todo el mérito a sus jugadores que ahora, al parecer, sí quieren y ya deben tener esa actitud correcta que les lleve a ganar partidos.

Quizá, y digo solo quizá, en la consecución de los tres puntos influyó un poquito de fortuna ( a ella sí aludió el técnico) pero también el hecho de dejar a un lado los experimentos con gaseosa que más parecían propios de un comic de Ibañez o Hergé y utilizar el anteriormente citado sentido común que hace perfectamente compatible un planteamiento conservador, o con precauciones, con el hecho de no sacrificar por completo el ataque con marcajes al hombre que es posible que hicieran palidecer al mismísimo Javi Clemente de los 80.

Siguiendo con los símiles marinos en este año que se pretendía izar las velas que no acaban de verse insufladas de viento como es debido, estos últimos días se ha anunciado la contratación de un nuevo integrante de la tripulación.

Se trata del uruguayo Gonzalo Bueno que según parece es un futbolista experto (30 años), zurdo y que podría actuar por todas las posiciones del ataque.

Estaba en paro (de otra manera no se le podría haber incorporado a estas alturas) y su experiencia en Europa es escasa habiendo jugado casi siempre en Sudámerica con breves pasajes en Rusia, Portugal y un mes de pretemporada en Almería.  

Yo desde el día en que finalizó el mercado de fichajes invernal con esa baja de Oier que dejó una ficha senior libre, siempre he pensado que ese mismo día (el último de la ventana) el Pontevedra debía tener alguna operación encauzada para sustituir al navarro que se fue al traste a última hora. 

De otra forma, ese movimiento resultaría demasiado alucinante hasta para nosotros (aunque si esa fuera la versión correcta tampoco resulta edificante permitir la marcha de Calvillo antes de cerrar del todo esa hipotética operación con su relevo).

Sea como fuere, Gonzalo Bueno llega a mediados de Febrero a ocupar esa plaza libre que llevaba quince días sin dueño.

Según sus palabras lleva sin jugar desde Noviembre (casi 3 meses) y en ello radica la primera incógnita a resolver, el tiempo que va a necesitar para aportarnos minutos de calidad. Ojalá sea el menor posible porque solo quedan 15 partidos y el Pontevedra necesita puntuar desde ya y no dentro de un mes o mes y medio.

La segunda curiosidad es que es un jugador zurdo y si bien tras la lesión de Araujo que parece importante es posible que veamos mucho a Alex de lateral, este fichaje debía estar cerrado desde hace días y me llama la atención que su posición principal sea la de exterior o extremo izquierdo y no derecho que es la zona en la que estamos con un buen agujero.

De todas formas, es un jugador de ataque que es lo que se necesitaba, del que se dice que tiene buen centro y desborde (puro maná para el Pontevedra de ser cierto) y desde este blog se le desea lo mejor al uruguayo, al igual que a un Javi Robles que el otro día cumplió contra la Cultural, pues sus éxitos serán los nuestros.

Por último, no puedo dejar de comentar la tan diferente versión de "remar todos juntos" que existe en la entidad llamada Pontevedra CF.

Hace unos días en la comparecencia para su propio "autobombo" de la Presidenta Guadalupe Murillo, ésta pedía unión y que toda la cadena de remeros bogase en la misma dirección.

Hablaba la Presidenta del mal estado del césped pero del ímprobo trabajo que estaba realizando el club sin contar apenas ayuda. "Fardaba" incluso Murillo de la compra de una nueva máquina cortacesped que profundizaba en los profundos conocimientos de jardinería  que estaba adquiriendo la institución y casi exigía que no se le tiraran piedras desde fuera también por esta cuestión.

En la presentación de Gonzalo Bueno, Toni Otero preso ya de nuevo de la personalidad de Mesala cargaba contra el encargado de jardinería que según dijo ni le cogía el teléfono y que esto era un campo de fútbol y no un jardín. 

No entro ya en la razón de fondo que asiste a cualquiera ( y Toni como entrenador no es una excepción) al afirmar que no es de recibo jugar sobre un piso tan desastroso, sino en el hecho de que en el club deberían ponerse de acuerdo y anunciar si no se deben tirar piedras "desde fuera" pero sí están permitidas tirarlas "desde dentro" más que nada para saber un poco a qué atenerse.

Me imagino a Lupe Murillo vestida de D.Quijote con su lugarteniente consejero Feáns al lado caracterizado como Sancho Panza encontrándose a su plantilla y técnico encadenados y dirigidos hacia el puerto a cumplir la condena a galeras por un comité representativo de ese "entorno" protestón, tantas veces citado por la Presidenta.

Una vez escuchadas las razones de dichas condenas, D.Quijote (Murillo en esta historia inventada) decide liberarlos acometiendo con su lanza contra el "entorno" logrando con la ayuda de los propios condenados, que se valieron de piedras, la huida de los encargados de ejecutar la condena.

Una vez liberados, D. Quijote les exige a cambio de su libertad recién recuperada, no marchar al Toboso para comunicar a su amada Dulcinea la maravillosa y heroica acción llevada cabo por El caballero de la Triste Figura, sino viajar por los campos de España en busca de una salvación que debería estar garantizada dada la potencia y extraordinario raciocinio con la que se configuró la plantilla en Verano.

En ese momento, el líder de los galeotes liberados que se hacía llamar Ginés de Pasamonte (quizá en este cuento podría llamarse Toni Otero) agraviado por el tono en exceso imperativo de D.Quijote que amenazaba en caso de no cumplimiento con enfilarlos a ellos también con sus extravagantes armas, decidió liarse a pedradas con el ingenioso hidalgo y su escudero dejándolos a ambos malheridos en el camino mientras escapaban del Santo Oficio como almas que lleva el Diablo. 

Está bien pedir unión, que no se tiren piedras imaginarias contra la entidad y que todos vayan en la misma dirección.

 Sin embargo, da la impresión que eso solo vale de puertas para afuera y, en cambio, "de puertas para adentro" las piedras vuelan cuales cuchillos afilados desde hace demasiado tiempo en la entidad.

Curiosa forma, insisto, de practicar la unión exigida al resto.  

El Domingo llega el partido frente al Racing de Ferrol.

No es un partido más.

El enfrentamiento de la primera vuelta supuso un fracaso institucional por la torpeza e inacción del Consejo en el aspecto social y en lo deportivo con una primera parte en la que nos pasaron literalmente pro encima, errores arbitrales al margen.

Será una tarde especial para dar la cara, enseñar el orgullo que faltó hace meses y luchar como fieras por esos puntos que tanta falta nos hacen.

Luego influirá el acierto o el azar que siempre puede estar presente en mayor o menor medida en este deporte.

Pero los ingredientes anteriores no pueden faltar de ninguna manera: Lucha, orgullo, responsabilidad, confianza en lo que se puede hacer, unión cada minuto de partido y es de esperar que sentido común a la hora de diseñar el planteamiento. 

Hay que seguir puntuando y que mejor plaza para hacerlo que en A Malata para saldar cuentas y seguir en la pelea.

Mucho ánimo para el equipo.