miércoles, 31 de agosto de 2022

Encuentra las diferencias

Cuando era un crío me gustaban mucho los pasatiempos.

Le pedía a mis padres que me comprasen aquellas publicaciones especializadas que ignoro si todavía se venden a día de hoy y me sumergía en crucigramas, autodefinidos, sopas de letras etc, evitando por todos los medios acudir a las últimas páginas en las que aparecían las soluciones a los acertijos.

Una modalidad que me atraía bastante era aquella de "buscar las diferencias". 

Aparecían dos viñetas aparentemente iguales pero que incluían sutiles modificaciones que había que encontrar utilizando la capacidad de observación.

El Domingo pasado el Pontevedra CF debutó en 1ªRFEF y si superpusiéramos una "viñeta" con el comienzo del partido ante el Alcorcón con otra en la que se representara el debut de la temporada pasada frente al Compostela, algunas diferencias saltarían a la vista de manera fácil e inmediata y otras solo surgirían tras dedicar un poco más de atención al "pasatiempo".

La primera diferencia evidente la constituyó el ambiente del choque.

No sé cuanta gente finalmente acudió de manera oficial al encuentro pero la animación, la expectación y el colorido de las gradas resultaba evidentemente superior al de la campaña anterior.

No quiero decir con ello que ya se haya conseguido la meta deseada y que este sea el tope con el que se puede soñar este año, no.

Creo firmemente que se puede y se debe superar comenzando por esa cifra de abonados cuya última cifra oficial anunciada por el club (unos 1600) resultaba, a mi juicio, demasiado baja y decepcionante.

Sea como fuere, el Domingo se respiraba fútbol en el campo municipal de Pasaron y ello siempre resulta una buena noticia por lo importante que resulta para el equipo sentir el aliento de su gente y lo complicado que es para el rival notar nuestras gradas encendidas.

Otra diferencia no demasiado difícil de detectar consistió en el ritmo de juego del partido.

Desde el minuto 1 hasta prácticamente el final, a pesar del cansancio del equipo en el último tramo del choque, ese ritmo de fútbol fue notablemente superior a la que tuvimos que soportar en casi todos los encuentros de la pasada temporada.

El balón rodó rápido, el dinamismo de los futbolistas resultó llamativo y a la media hora de juego la sensación que este atribulado bloguero sentía desde la tribuna es que necesitaba parar las pulsaciones del corazón como si las de un futbolista más se tratase.

Vamos ahora con una diferencia más complicada de descubrir.

En efecto, el Pontevedra CF salió al campo con 10 jugadores que ya militaban en la plantilla en 2ªRFEF.

Solo Bastos en el lateral derecho aparecía de titular de entre los fichajes del verano aportando al equipo explosividad y velocidad desde ese lateral derecho del que salvo sorpresa monumental se va a hacer dueño casi exclusivo a lo largo de la Liga.

Ahora bien, la dificultad en apreciar esa diferencia se quedó ahí, en adivinar cual era el único jugador nuevo pues en el desempeño sobre el césped las diferencias fueron mucho mayores.

Como se ha dicho más arriba, el Pontevedra CF, tras un breve inicio titubeante, logró dotar a su fútbol de una velocidad en la combinación, de un dinamismo entre sus piezas y una alegría en sus evoluciones realmente llamativa teniendo en cuenta ante que rival se jugaba.

A lo largo de toda la primera mitad ( a excepción de los 5 minutos siguientes a encajar el gol) se vio a un Pontevedra superior y peligroso. Tan solo en el juego aéreo defensivo los granates tuvieron problemas, eso sí muy serios, para parar a los jugadores rivales.

Cuando más se sufría con el 0-1 en contra, llegó esa preciosa acción colectiva iniciada por un brillante Román que desembocaría en el gol del empate que devolvía un mínimo de cordura al marcador según lo que se había visto en esos 45 minutos.

El inicio de la segunda parte todavía fue mejor y el Pontevedra borró literalmente del césped al Alcorcón en los primeros doce o trece minutos de ese tiempo.

Fueron minutos de una intensidad, de una presión y de una capacidad para llegar arriba con peligro tan grande que realmente llamó la atención que en medio de esa exuberancia de juego, Antonio decidiera hacer un doble cambio que quizá no salió tan bien como se quiso.

Hasta ese momento el equipo no daba sensación de cansancio físico y el rival también se aprestó a realizar un doble cambio ante el chaparrón que se le venía encima.

Haber esperado a ver como se reubicaba el Alcorcón sobre el césped y si con esos cambios conseguía que bajara ese nivel tan alto de juego granate, habría sido también una opción viable antes de hacer nuestros primeros cambios. 

El caso es que además del hombre por hombre que supuso el relevo de Rufo por Charles, el otro cambio (Bakero por Rubio) supuso que Brais dejara la media punta en la que estaba cuajando un partido monumental y se desplazara a la izquierda para que el ex del Slavia ocupara esa zona detrás del delantero. Ahí nuestro juego empezó a perder algo de frescura e imaginación y el partido fue igualándose poco a poco.

Por cierto, esa opción de alinear juntos a Rubio y a Oier (el primero por la izquierda y el segundo por la derecha) que no se había probado el año anterior, resultó positiva y digna de ser repetida.

A partir de la última media hora de juego y a medida que, esta vez sí, el cansancio hacía mella de manera lógica en las piernas de los nuestros, se pudo apreciar otra diferencia notable con el año anterior.

Ya las salidas de Rufo y Bakero no eran de jugadores cualquiera pero cuando Brais, Yelko y Román dijeron que no podían más, que jugadores como Gueye (que asombró al protagonizar una carrera espectacular deshaciéndose de varios rivales) pero sobre todo de Borja Domínguez o incluso, cerca del final, Mario Ortiz, pone de manifiesto claramente que la profundidad de plantilla esta temporada es mayor y que esta circunstancia resulta importantísima dada la dificultad de la competición en la que estamos inmersos.

No podemos olvidar en este sentido que la plantilla cuenta con tres lesionados (Araújo, Seoane y Cacharron) y que no ha debutado todavía el central Luis Martínez.

El Pontevedra pudo aguantar esos últimos minutos en los que el Alcorcón se vino un poco más arriba (sin exagerar demasiado, eso sí) y terminar el partido con ese punto que si bien puede ser poco botín teniendo en cuenta que en líneas generales el equipo fue mejor que su rival, no es poca cosa ante un conjunto que la Liga pasada estaba dos categorías por encima.

Me gustó mucho el partido de Yelko (que dotó a su fútbol de más toque rápido y menos florituras que a veces le dispersan un poco), de Brais (hábil en la circulación pero muy rápido en el desborde) y de un Oier que sigue en esa línea regular del final de la campaña pasada y que aguantó bien el envite físico del choque.

De todas formas, si tuviera que quedarme con dos jugadores lo haría con Alex y Román lo que no constituye una diferencia con respecto al año pasado.

El capitán tuvo que jugar otra vez de lateral (me da que lo tendrá que hacer bastantes veces más) y aportó llegadas con peligro pues tenía ese día chisposo en el uno contra uno a pesar de arrancar desde más lejos pero también acompañó su labor con un trabajo en defensa incansable hasta el punto de que en los últimos minutos corrigió a base de pulmones algún despiste de compañeros que podrían haber costado caro.

Y que decir de Román.

No es que equilibre al equipo desde esa posición de mediocentro defensivo y "barredor" de los intentos de construcción del contrario sino que cada vez destaca más en la propia labor creativa del Pontevedra moviendo el balón con criterio y dando sentido a nuestras acciones desde el comienzo. Por si fuera poco, cada vez enseña más un lanzamiento lejano que entraña mucho peligro.

Quedan todavía unas horas para el final del mercado de verano y es evidente que su continuidad aquí todavía no está asegurada al 100%.

Un club como el nuestro necesita dinero, eso está claro, y si llegase una oferta irrechazable el dilema sería complicado pues Román acaba contrato y a partir de Enero es libre para negociar con otros y marcharse en Junio a coste cero.

Lo ideal sería que se quedará pero convenciéndole para que renovase. Esa es la labor que debería tener como meta el Consejo y de llevarla a cabo haría coincidir el interés deportivo (el agujero que nos dejaría su marcha ahora, convertiría el de Tunguska en un juego de niños) y el económico pues podría conseguirse una cifra mucho mayor por su traspaso en el futuro.

Se conseguirá que la afición pueda apreciar esta vital diferencia? Se logrará una gestión adecuada en un tema como el futuro de Miguel Román que resulte positiva para la protección de los intereses de la entidad?

Repito, esa sí que sería una diferencia maravillosa con respecto a otros casos del pasado.

Veremos.

viernes, 12 de agosto de 2022

A 15 días de empezar, demasiados agujeros en el horizonte.

El Pontevedra empezará a competir de manera oficial dentro de un par de fines de semana.

Lo hará en la 1RFEF, una categoría "semi-nueva" en la que no se miden divididos en 5 grupos la friolera de 90 equipos sino que lo hacen 40, distribuidos en dos grupos de 20.

El salto competitivo es evidente.

Tengo pocas dudas de que es bastante más alto que el que se tuvo que dar hace unos años cuando volvimos a la 2ªB de 80 escuadras, en la que teníamos el récord de estancia, tras cuatro años penando por la 3ªdivisión.

Esta categoría de bronce más reducida en equipos ya la han vivido (la hemos vivido) aquellos aficionados granates más veteranos.

En aquellos años de la década de los 80 jugar partidos de Liga contra equipos andaluces, catalanes o valencianos era lo habitual y el Pontevedra no se movió demasiado mal en aquellas aguas ocupando posiciones más cercanas a los puestos de arriba que a los de abajo.

Han pasado casi 40 años y ahora volvemos a encontrarnos en un torneo cuyo nivel indudablemente es mucho mayor al que nos encontramos en 2RFEF y en el que el Pontevedra, a 15 días del comienzo, apenas ha variado la composición de la plantilla.

A la espera de lo que pase con Derik Osede, central que lleva 18 meses sin disputar un partido oficial por culpa de una maldita lesión que se produjo precisamente jugando contra el Pontevedra en Riazor, las únicas incorporaciones han sido las de Angel Bastos, Mario Ortiz y Borja Domínguez.

Ojo, en mi opinión, los fichajes de Bastos y Borja me parecen realmente acertados e ilusionantes, siendo una incógnita, sin embargo, el del centrocampista Ortiz.

Bastos es un lateral derecho experto, rápido, fuerte físicamente y con capacidad no solo para defender sino para echar un mano en ataque.

Ya he dicho en alguna ocasión que me había gustado mucho su actuación en Pasaron cuando visitó la ciudad con aquella exquisita C.Leonesa que acabó subiendo a 2ª.

Creo que mejora lo que había y más teniendo en cuenta los preocupantes problemas físicos que arrastra Seoane y que le han impedido tanto acabar bien la temporada pasada como debutar en esta pretemporada.

Borja Domínguez? Un gran mediocampista.

Ya frisando los 30 años es un jugador también con experiencia, buen toque de balón, altura (lo que nos viene especialmente bien) e incluso llegada al área contraria para explotar su buen lanzamiento a portería.

Dejó muy buenas sensaciones aquí cuando vino cedido unos meses en 2018 y desde entonces, tras sufrir otra dichosa lesión, su carrera volvió a ganar vuelo hasta terminar en un histórico como el Racing de Santander en el que disputó un buen número de minutos y partidos la pasada campaña en la que el club cántabro ha vuelto a la segunda división.

Me parece, como digo, otra muy buena incorporación y espero que este hombre alcance un rol realmente importante en el equipo.

Escribía antes que el fichaje de Ortiz, o mejor dicho el rendimiento que pude ofrecer, responde más a una incógnita.

No lo digo porque este jugador no haya demostrado años atrás su valía y buen hacer en otros equipos. Coincidió, por ejemplo, con Bastos en la Cultural en la que ocupaba un puesto de titular en el centro del campo y jugando bien al fútbol.

Es cierto, no obstante, que las dos últimas temporadas su papel en sus equipos fue más secundario y especialmente el año pasado, enrolado en las filas del Hércules, su participación fue escasa. 

A sus 33 años tiene ahora la oportunidad de jugar aquí y demostrar como él mismo ha dicho en una entrevista para el Diario de Pontevedra que "no es un jugador retirado" y que puede aportar cosas.

Lo que es indudable es que Ortiz sabe lo que es un balón y podría poner ese punto de experiencia en el medio cuando fuera necesario. Podría actuar, a mi juicio al igual que Borja, tanto en la posición de centrocampista más de posición (Román) como en la de acompañante más conectado con los de arriba (Yelko) o también en un doble pivote si alguna vez se jugara a algo parecido a un 4-2-3-1.

¿Son a mi entender estos fichajes suficientes para afrontar una temporada de objetivo desconocido (la cúpula ni una palabra ha dicho sobre ello) pero en la que bajan nada menos que 5 equipo de 20?

Yo creo que no.

A día de hoy, el Pontevedra solo tiene dos centrales (insisto en que Derik sigue a prueba) al margen de la ayuda que puedan ofrecer los canteranos pero sin olvidar que el filial está en regional y el juvenil se ha caído de División de Honor.

Es muy poco, poquísimo, para afrontar una categoría que se presume exigente y difícil.

Necesitamos dos efectivos en esa zona (desconozco si finalmente Derik será uno de ellos si la entidad le ve físicamente para competir) y tienen que ser dos efectivos preparados para intervenir y no para hacer número.

El lateral derecho parece bien cubierto aunque está ahí la sombra de la lesión de Seoane y el izquierdo vuelve a constituir un quebradero de cabeza al tener solo a Araújo cuyo gemelo ya está dando problemas. La aportación de Bastos en ese lado sería posible si Seoane estuviera bien. De lo contrario, ya sabe Alex Glez lo que le espera.

La portería parece que seguirá igual y esperemos que de ser Cacharrón el elegido, olvide los nervios que acumuló en el final de la campaña pasada. Cortés, por su parte hizo un buen Luis Otero y estará a la expectativa para hacerse con el puesto. No habría estado de más incorporar bajo palos a alguien pero creo que el equipo tiene ahora mismo otras urgencias.

Que bien pintaba el medio campo hasta los insistentes rumores de la marcha de Román. 

En casi todos los mentideros futbolísticos de la ciudad se sigue dando casi por hecho su marcha y ello, de confirmarse, nos dejaría un agujero deportivo de primer orden por varias razones.

La primera es que el rendimiento del chico parece no haber tocado ni mucho menos techo y apuntaba a titular indiscutible en esa posición de ancla. 

La segunda es que al ocupar plaza sub 23, haría mucho más difícil su reemplazo con garantías pues el Pontevedra apenas cuenta con fichas senior libres (una o dos si se incorpora un tercer portero sub 23) que parecía irían destinadas a la defensa y resulta harto complicado traer un sub 23 del nivel de ese jugador que a casi todo el mundo ha terminado por encandilar.   

Las bandas ofensivas? Por la derecha el "menú" está servido con las renovaciones de Oier y Rubio y por la izquierda aparece solo Alex aunque por ahí podrían aportar tanto Brais como Rubio o incluso Jaichenco que está dando buena imagen en pretemporada.

Arriba, a pesar de contar con Charles y Rufo más la inestimable ayuda de Brais y la aportación que pueda hacer Martín, sigo opinando que no vendría nada mal conseguir un sub 23 que sepa aceptar su rol pero que también cuente con ambición para comerse el campo cuando falten Charles o Rufo.

En mi opinión, por tanto, la defensa del Pontevedra CF a mediados de Agosto sigue estando bajo mínimos y es la línea que habría que reforzar con más esmero con la llegada dedos centrales y si se pudiera de un lateral izquierdo.

En el medio campo se haría necesario una pieza importante para le caso de que se confirme la salida de Román y ya de menos urgente y prioritaria ese atacante que restaría trascendencia a un posible problema grave de nuestros puntas.

Lo que se nos viene encima a partir del último fin de semana de Agosto no es ninguna broma.

El Pontevedra tiene y debe consolidarse en esta categoría y no dar bajo ningún concepto otro paso atrás deportivo que constituiría otro varapalo enorme para una masa social cansada y que ha visto incluso como, ni siquiera después de lograrse un ascenso, su Consejo de Administración ha cambiado unos hábitos radicalmente contrarios a la creación de ilusión y sentido de pertenencia entre los suyos.

El reto es grande, complicado y el camino estará lleno de trampas.

Es imprescindible que en estos días que quedan hasta la primera jornada se refuerce al equipo especialmente atrás y en el medio si se nos va nuestro Miguel Román.

Esperaremos acontecimientos.