lunes, 17 de abril de 2023

Provocación injustificable

Cada abonado, cada simpatizante, cada seguidor del Pontevedra CF tendrá sus razones para identificarse en mayor o menor medida con este equipo.

Todas serán válidas, todas dignas de respeto y todas perfectamente legítimas.

Y precisamente por lo anterior, porque cualquier motivo que lleve a una persona a acercarse los Domingos al estadio o incluso simplemente a seguir el resultado del Pontevedra con interés desde su casa, desde una playa o desde cualquier otro sitio, es un motivo suficientemente importante para que esa persona concluya que su equipo es el Pontevedra CF, en esta columna de"En clave granate" este atribulado y a pesar de las horas transcurridas todavía indignado bloguero , necesita contar el porqué el partido del Sábado pasado supuso una de las mayores humillaciones que ha expermentado desde que se siente seguidor del Pontevedra CF.

Alguien podría pensar que esa humillación y ese cabreo gigante se debe al injustificable encuentro jugado por los granates que en otro día clave para su futuro fueron vapuleados y zarandeados cruelmente por un rival superior en todas las facetas que existen en este juego.

Es evidente que sí, que este 1-5 demoledor y justísimo pesa en el corazón como un lastre de mil kilos que te arrastra al fondo de un océano futbolístico y que a fuer de ser sinceros la entidad se ha merecido desde antes incluso de que terminase la campaña anterior.

Me resulta inexplicable la imagen que ofreció un equipo que en los tres partidos anteriores en casa había competido y ganado las tres veces estirando un poco este chicle (quizá ficticio) de la ilusión por salvarnos cuando parecía que el descenso sería un hecho a mediados de Marzo.

Todo eso duele, como no va a doler. 

Ver a nuestros jugadores completamente rebasados, corriendo sin orden y concierto, con unas líneas sin la más mínima cohesión y recibiendo goles cuales puñetazos inmisericordes que un peso pesado estuviera propinando a un peso mosca que no sabía ni por donde le venían los golpes.

Triste y cabreante, por supuesto que sí.

Ni siquiera con ese gol de Brais antes del descanso pudo el Pontevedra marcharse al vestuario con algo (siquiera un hálito) de vida y armarse entre cuatro paredes para, por lo menos, morir metiendo al rival en su campo y apretar aunque fuera con las balas de fogueo con las que por culpa de una dirigente que va camino de convertirse en una de las peores de la historia de la entidad, cuenta el equipo desde el mes de Agosto pasado.

Todo ello, la goleada terrible y la rendición sin condiciones casi desde el principio de un equipo cuyo timón al banquillo fue incapaz de cambiar absolutamente nada en busca de un giro en el partido, claro que ya de por sí fue humillante y muy duro por las evidentes consecuencias de la derrota.

Sin embargo (y en este instante vuelvo a a hablar de las razones que a un seguidor le llevan a identificarse con un equipo de fútbol y, en este caso, las mías), lo que no me esperaba en ningún caso, lo que no entraba dentro de mi imaginación por muy calenturienta que estuviera siendo viendo el desastre de partido que estábamos haciendo, es que se me provocara directamente a falta de poco más de un cuarto de hora para el final del choque.

Por que sí. 

El cambio, con el 1-5 ya campando en el marcador, de Libasse Gueye en el minuto 72 lo considero una auténtica provocación gratuita, barriobajera y que no se merece en ningún caso aquella parte (muy mayoritaria a la luz de la reacción de la gente) de la afición que no quería ver más a este futbolista vestido con la camiseta de su equipo.

No hay motivos que justifiquen la actitud de Señor al efectuar este cambio.

El partido estaba completamente decidido. No existía siquiera (al no ser rival directo el Mérida) el argumento de tratar de reducir distancias para igualar algún average desfavorable.

El equipo estaba desangrándose en el césped y la afición que mantenía la ilusión (en gran parte por las propias actuaciones del equipo en Pasaron) se desangraba con él sumida en la tristeza, en la desesperación y el enfado.

A que demonios vino, por tanto, esa sustitución indigna, infame y constitutiva de una provocación en toda regla de un entrenador que decidió meterle todavía más el dedo en el ojo a la gente ya suficientemente insultada en los últimos tiempos desde dentro de la entidad?.

Es que no lo puedo entender. Es que no me cabe en la cabeza.

Por un lado, pienso es que es posible que Señor no fuera consciente de la postura de buena parte de la afición con respecto al tema Gueye. 

No me parece excusa esto pues un técnico que se precie esto tiene que saberlo, tiene que palparlo y tiene que respetarlo. Si desde arriba dicen que este es un jugador más, se acata, se le acoge en los entrenamientos pero no se le saca a falta de un cuarto de hora de un partido importantísimo ya decidido para enardecer el ánimo de una afición que, insisto, no se merece tamaña aberración.

Por otro lado, prefiero ni pensar demasiado en la otra opción. Y esa alternativa es que Señor era perfectamente consciente de la situación y que por hacer un absurdo guiño a los de arriba (entiéndase, a la Presidenta y al Consejero que no vino a vender vallas sino a ponerlas en el camino) sacó al jugador sin importarle lo más mínimo faltar al respeto a la gente.

Muchas veces he dicho y escrito que el Pontevedra CF, que la afición del Pontevedra CF está sola y hechos como este me reafirman de una manera contundente en esta opinión.

Cómo es posible que se efectúe este relevo sobre el campo en las condiciones que se estaban viviendo en ese momento? ¿Cómo se puede dilapidar en un instante todo el crédito (que no era poco) que había acumulado Señor en los partidos por lo menos jugados en casa?

Por supuesto, en la rueda de prensa sin un ápice de disculpa o de reconocer que había cometido un gran error. 

No, no. Todo lo contrario. Justificaciones futbolísticas al cambio (en vez de ofrecer las que importaban que no eran otras que las razones por las que el Mérida pasó por aquí como un vendaval jugando con nosotros como si fuéramos un muñeco de trapo) y apelaciones a que quien pitaba era "esa parte de la afición".

Quien hablaba en rueda de prensa ? Hablaba Señor? Lo hacía el consejero experto en marketing y en dimisiones ficticias? ¿Lo hacía la Presidenta del Consejo?

Lamentable. Absolutamente lamentable.

Solos ante faltas de respeto o directamente provocaciones como esta, una vez más.

Solos cuando un medio como la rtvg se atreve a lanzar un tweet diciendo: "Sandoval súmase a festa marcando o quinto do Mérida".

Y yo me pregunto, queridos amigos da rtvg. Qué fiesta? Qué puñetera fiesta disfrutaba el equipo gallego que jugaba el partido que estabais comentando? 

Está muy bien que llevéis como comentarista a un "granate de toda la vida" como Roberto Lago (curiosamente con el Racing, Celta B o Deportivo no hacéis lo mismo).

Está muy bien que cada vez que íbamos a jugar (muy pronto lo haremos de nuevo, por cierto) con el Bergantiños, el Compostela o el Coruxo, nos quedábamos con la impresión de que Pontevedra era una provincia de Castilla la Mancha.

Ahora, por favor, cortaros un poco a la hora de publicar tweets tan vomitivos como el anterior.

¿Respuesta de la entidad ante cosas como esta? Ninguna, cero, boca cerrada.

Total, qué importa si ellos mismos provocan y menosprecian a su gente desde dentro?. Si lo hacen desde fuera solo queda, aún por encima, aplaudir con el silencio.

Solos, insisto, solos a pesar de que algunos versos sueltos tratan de combatir tanta iniquidad, tanto conformismo y tanta desverguenza vertida desde el Consejo, gastando su tiempo en espacios ofrecidos en internet en los que, desde un indiscutible amor al club, se dice lo que no se escucha en ningún otro sitio y que acabarán (yo creo que ya está pasando) en convertirse en referencia de la información y el debate granate a pesar de las limitaciones que se les ponen desde la propia entidad.

Soy consciente deque hay aficionados que defienden la idea de que no se debe pitar a Gueye y que no jugó mal los minutos de los que dispuso frente al Mérida.

Como ya he dicho al principio de este escrito, lo respeto. Su opinión es legítima. 

Ahora, para el que esto escribe que Gueye haya jugado mejor o peor esos minutos carece de cualquier trascendencia. Y opino también que cuando llegue el día en que la opinión mayoritaria sea que conductas como las de senegalés deben ser naturalizadas por la afición, ese día estaremos todavía más cerca de lo que ya estamos ahora de la defunción de una entidad que debería conservar intacta su dignidad independientemente de la categoría en la que milite.

Se puede perder, claro. Se puede ser goleado, claro. Se puede descender, claro.

Pero lo que no se puede es perder la dignidad y el orgullo como institución, como foco en el que deseen mirarse las nuevas generaciones a la hora de elegir el Pontevedra como forma de vida. 

Con la propiedad actual mirar al futuro con optimismo es una utopía.

El Pontevedra seguirá encarcelado en una sala oscura, desprovista de cualquier ventilación y de espaldas al exterior.

¿Será alguien capaz siquiera de intentar un rescate? 

  

       

martes, 11 de abril de 2023

Fuego amigo... otra vez.

 Tiene el Pontevedra CF de los últimos tiempos una cualidad que resulta verdaderamente asombrosa.

Cuando todo debería estar girando en torno a la explotación de las últimas opciones que restan para salvarse (que son pocas pero reales y dignas de ser jugadas), del seno de la propia entidad surgen debates, cuestiones o directamente problemas que desvían la atención de lo importante y crean incertidumbre y malestar de puertas para fuera y, me temo, de puertas para adentro.

Al margen del tema Gueye, (al que la "cúpula" de dos pilares permitió reintegrarse al grupo tras la apertura y cierre de un expediente sancionador tan rápido como desconocido en sus términos finales y que volvió a jugar unos minutos el pasado Domingo, culminando un borrón de tinta indeleble en la dignidad que debería acarrear vestir esta camiseta), aparece desde hace ya varias semanas el "tema Yelko", que huele tan mal ya a estas alturas que puebla casi todos los debates de la afición granate cuando de lo que de verdad se debería estar hablando es como "meterle mano" al Mérida el próximo Sábado.

Y como pasó con la polémica creada alrededor del regreso del jugador senegalés, este problema, o hablando en plan coloquial, este "marrón" ha vuelto a ser creado, diseñado y disparado desde el interior de la institución y no desde fuera.

Recapitulemos.

Yelko Pino arrastraba unas molestias musculares que provocaron su suplencia en aquel partido jugado en casa frente a la Cultural Leonesa.

A pesar de dichos problemas físicos, el vigués salió en la segunda parte y resultó decisivo en la jugada del único gol de partido al ofrecerle un pase de lujo a Casáis que no perdonó y marcó su primer tanto con la primera plantilla.

De dicho encuentro, reseñemos también dos circunstancias que resultan de interés para este nuevo expediente X del Pontevedra.

Por un lado, que el fino centrocampista granate acabó el partido renqueante y con claras muestras de dolor en una de sus piernas y, por otro, que en la celebración del gol recibió la clara reprimenda del capitán del equipo por dirigirse a los aficionados de la Cultural que se ubicaban en el sector del estadio en el que los jugadores del Pontevedra fueron a reunirse tras el tanto.

En la rueda de prensa posterior al choque el propio Toni Otero aclaró que Yelko no acababa de recuperarse y no había terminado bien el partido, algo que todos pudimos comprobar.

La siguiente parada para el Pontevedra era en A Malata y Toni decidió meter a Yelko en la convocatoria pero no ponerle de inicio en el campo.

Bien avanzado el segundo tiempo, con el encuentro ya sentenciado a favor de los "verdes", el entonces técnico granate decidió meter a Pino unos minutos forzando este una amarilla que a todos nos pareció intencionada y que constituía la quinta y un partido de sanción.

Tras el partido, Otero confirmaba que el objetivo de haber sacado al campo a Yelko era que forzase esa cartulina ya que debería descansar "dos semanas" para recuperarse del todo de sus problemas y así regresar limpio de tarjetas.

Una semana después Toni, gran valedor de Yelko en el club al que trajo a comienzos de la campaña pasada, fue cesado de su cargo y despedido del club tras perder con el Ceuta en casa.

Las semanas fueron pasando y con ellas la ausencia de Yelko se iba haciendo cada vez más llamativa y dura para el equipo pues la importancia de este futbolista en esta plantilla no hace falta recalcarla.

Hasta ahí, no obstante, todo parecía normal pues una lesión inicialmente corta puede extenderse por no recuperarse tan rápido como se esperaba u otras circunstancias.

Lo que hace que las alarmas se enciendan son las propias declaraciones de Juan Señor en diferentes ruedas de prensa.

La primera en la previa del partido ante el Córdoba (cuando ya eran 6 los partidos en los que Yelko estaba ausente).

Señor habló ese día (y, ojo ,sin que se le preguntara específicamente por el tema) de "aparentemente" (referido a las molestias del jugador) o "habrá que creer al jugador" ( con respecto al dolor que manifestaba).

Mosqueante, por lo menos. 

Ahora, lo que coloca el "asunto Yelko" fuera de lo mosqueante y directamente en lo preocupante e inverosímil, son las palabras otra vez de Señor después de la derrota en Alcorcón.

Y además, el entrenador vuelve a introducir " a saco" el tema sin que de nuevo se le pregunte por Yelko.

En concreto, la pregunta del periodista se refería a la ausencia sorprendente en la lista de Martín Diz y si tenía algún problema físico.

Señor fue contundente: "No. No está lesionado" y a continuación añadió: "Y Yelko tampoco".

Estos son los hechos y la realidad es que desde dentro del propio club se ha alimentado esta polémica con una intención que por ahora se desconoce pero que vuelve a constituir otro disparo en el pié en un momento de la Liga en el que no hay vuelta de hoja, en el que estás jugándotelo todo. En definitiva, en el que no parece ni mínimamente razonable que desde la propia entidad se lance este proyectil hacía sí mismo que más parece en esta ocasión de un bazooka considerable y no de una pistola de pequeño calibre. 

¿Por qué Señor desde hace semanas y sin venir a cuento señala a Yelko?

¿Está Yelko lesionado o no lo está?

¿Tiene que ver algo con todo esto la marcha del Pontevedra de Toni Otero?

¿Cuándo Señor "mete el dedo en el ojo" de Pino lo hace por propia iniciativa o alentado por alguien?

Y lo más importante.

¿Está la plantilla de acuerdo con estas alusiones a un compañero o le molestan estas veladas (bueno, ya no tan veladas) pullas a un integrante del equipo?

Son preguntas que sí se hace la afición en este momento crucial de la competición no se las hace por culpa del conocido entorno tantas veces citado como tóxico por la "cúpula" de dos pilares.

Si ahora mismo la gente se las hace o busca interpretaciones a este contencioso es porque desde dentro del club se ha querido que esas preguntas se formulen y la verdad es que este atribulado bloguero ya no sabe muy bien el porqué de esta actuación tan inoportuna como perjudicial para nuestro futuro a corto plazo.

Lo único claro, otra vez los hechos, es que Yelko Pino que venía siendo titular o uno de los primeros suplentes lleva 8 partidos sin actuar y no se vislumbra ni de lejos la posibilidad de que vuelva al césped y como ya he escrito en alguna otra ocasión esta es una baja de muy importante consideración.

En Alcorcón se volvió a perder como se lleva haciendo 7 veces seguidas fuera de casa.

Lo de siempre.

Momentos en los que incluso eres mejor que el rival (líder de la categoría) pero ausencia total de colmillo en los alrededores del área contraria y gol encajado de forma más que evitable por la pasividad excesiva mostrada a la hora de defender un saque de banda.

Por cierto (ojalá me equivoque), después de escuchar la rueda de prensa de Señor y la interpretación que hace de la jugada del gol, habrá que estar atentos a la presencia de Bastos el próximo Sábado.

Señor vino con palabras y cara de buen samaritano a meter buen rollo, motivación y fe en las posibilidades pero una vez machacado ese mensaje parece que ya ha pasado a la página de no pasar ni la mínima y mandar al banco a aquellos que a su juicio comenten errores graves.

Esto último no me parece mal del todo. Cada uno aplica la disciplina como mejor le venga en gana pero ojo, la justicia en este caso estriba en ser fuerte con los más débiles (en este caso los miembros de la plantilla que tienes a tu cargo) pero ser igualmente fuerte y no una "hermanita de la caridad" con los que están por encima de ti en el escalafón.

De nada vale repartir "recados" tras los partidos a L.Martínez, Diz, Yelko o compañía si luego entra gente en la convocatoria e incluso en el campo de manera inexplicable desde el punto de vista futbolístico y quizá sí institucional.

Una cosa es saber que posición ocupa un entrenador con respecto al Consejo y otra no saber o no querer mantener el espacio que nunca un técnico debe ceder ni con los de abajo pero tampoco (y sobre todo) con los de arriba.

Unas líneas para terminar sobre el partido del próximo Sábado.

Está muy complicado y más si fuera de casa seguimos mordiendo el polvo cada vez que jugamos pero todavía es posible aunque improbable.

La jornada está llena de enfrentamientos directos y si ganamos al Mérida nos meteremos de nuevo de lleno en la pelea por hacer viable un auténtico milagro deportivo.

No será, otra vez, un partido agradable.

Estará lleno de nervios, de preocupación y de trascendencia infinita de los puntos en juego.

Para superar esta situación como ya se hizo ante el Linares o Córdoba necesitamos lo mejor de los nuestros que espero y deseo se mantengan lo más al margen posible de todo este ruido que el club ha generado.

Y también necesitaremos que nosotros, los seguidores, estemos igual de conectados que el día del Córdoba. 

Metidos, ilusionados, dispuestos a sufrir y a ayudar al equipo a seguir vivo una semana más.

Insisto, aún estamos a tiempo y todos debemos jugar nuestro papel.        






martes, 4 de abril de 2023

Si hay que morir que sea matando.

Hace muchos años la tercera división en importancia del fútbol patrio llegó a ser durante una temporada todavía más exclusiva que la 1RFEF actual.

Transcurría el año 1986 y la ya extinta segunda división B afrontaría esa temporada, la 86/87, con un solo grupo formado por 22 equipos.

El Pontevedra CF logró disputar esta categoría tras beneficiarse de los problemas financieros que provocaron el descenso administrativo tanto de Deportivo Alavés como de Palencia CF.

Así, cuando en principio resultaba obligatorio el año anterior quedar entre los 7 primeros para acceder a la 2ºB de un grupo, el equipo granate logró no bajar un escalón alcanzando la novena posición y ver como las dos escuadras citadas eran excluidas en los despachos por motivos económicos. Si bien los problemas del Alavés eran bien conocidos desde más atrás y su posible eliminación un secreto a voces, el descenso administrativo del Palencia se decidió a última hora (creo incluso que después de terminada la Liga) y la sorpresa y alegría para el Pontevedra fue mayúscula.

En aquellos tiempos el Pontevedra CF (es cierto que a través de unos dispendios monetarios que se acusaron en los años siguientes) competía en la categoría con el objetivo de estar arriba y pelear siempre por subir a segunda división.

De hecho, aquel año en el que ascendían cuatro equipos, los granates acabaron sextos y durante algún tramo de la campaña acariciaron la posibilidad de meterse entre los mejores.

Otro de los equipos que disputaron aquella Liga de 22 era el Córdoba CF que terminaría noveno.

El partido jugado en Pontevedra entre ambos conjuntos fue poco después de comenzar la segunda vuelta allá por el mes de Febrero de 1987.

En nuestra plantilla todavía figuraban futbolistas con los que habíamos ascendido en el 84 y que pueblan mis primeros recuerdos como socio granate. Milucho, Churruca, el gran central Tapia, el fino Dominguitos, Cal , Collazo...

Estos hombres (que junto a otros que aquel año ya no estaban forman mis primeros pilares fuertes de memoria granate vivida "in situ" y no a través de libros o tradición oral) se mezclaban con otros que llegaron después y que dejaron buen recuerdo sobre el césped de Pasarón como Fontán, un jovencísimo Aranguren que sería traspasado pronto tras una gran campaña bajo palos, otro "casi niño" Javi Prieto que no pararía de crecer en el futuro, Guisande (cuyo hijo jugó hasta hace poco en el filial) y por supuesto dos de mis referentes "ochenteros", Miguel Soro y el inolvidable y talentoso Fernando Nuñez.

En aquel partido jugado hace ya 34 años el Pontevedra venció a los cordobeses y lo hizo, curiosamente, por dos goles a cero.

Veinte años después de aquel encuentro llegó otro todavía más importante y que tenía como rival también a los blanquiverdes.

Era 2007 y se jugaba la vuelta de la primera eliminatoria de ascenso a 2ªB. 

Tras empatar sin goles en El Arcángel, el Pontevedra afrontaba la vuelta en casa con el sano objetivo de eliminar al equipo más poderoso económicamente de la categoría de bronce que había quedado sorprendentemente cuarto en su grupo.

Al cuarto de hora la euforia se disparó en un vetusto que ya empezaba a dejar de serlo por contar con algún fondo ya reformado. Con un gol en propia puerta y otro de Victor Ormazabal el Pontevedra se colocaba 2-0.

Los mazazos llegaron antes del descanso en forma de dos goles de Asen para los andaluces que gracias al valor doble de los goles fuera les otorgaban la ventaja en la eliminatoria.  

La segunda parte fue angustiosa. Se intentó, se peleó pero no se logró mover de nuevo el marcador y las ilusiones que ya habían recibido un golpe durísimo un año antes volvían a caer destrozadas por el suelo.

Hace dos días, ya sentado con mi hijo en la grada de Tribuna de Pasarón, comentaba con él estas anécdotas mientras los jugadores hacían sus ejercicios de calentamiento.

Estaba a punto de empezar otro partido vital cuyo resultado determinaría si el enfermo seguiría grave en la UCI o si esa gravedad alcanzaría un grado más importante susceptible de un respirador externo.

Cuando el Pontevedra combinó bien en tres cuartos y el balón llegó a esa zurda de Alex González para ser estampado en gol de bella factura en las redes cordobesistas, el corazón dio ese vuelco de alegría, emoción y alivio que producen los goles de los días grandes, esos días en los que matas o te matan, esas jornadas en las que no hay ya más argumento que la victoria.

Claro que cuando minutos después Charles protagonizó un pase de fantasía hacia el propio capitán y este encaró al portero para batirle con la contundencia que tantas veces le hemos reclamado al equipo ante la meta contraria, ese alivio coronario se multiplicó por dos y la emoción de este atribulado bloguero subió casi hasta los mismísimos ojos en la que encontró el dique de contención de mi hijo Javier pues no estaba la cosa para que pensara que su padre está como las "maracas de Machín".

Con esa lógica aplastante de los menores (que quizá tuve yo en su día en aquel lejano día del 87) fue precisamente Javier quien me recordó tras las ocasiones claras de Márquez y Willy para el Córdoba que bueno sería no repetir los errores de 2007 y aguantar la ventaja confortable hasta el descanso.

El equipo así lo hizo tras jugar una muy buena primera parte en ataque en la que se exhibió un buen porcentaje de acierto ante el gol, criterio a la hora de mover con sentido el balón en medio campo y otra vez peligro en la pelota parada a favor.

También se volvieron a cometer algunas imprecisiones defensivas que dieron lugar a esas dos ocasiones muy claras del rival pero no sería justo no recordar que el Córdoba por muy grande que sea el bache por el que atraviesa, que lo es, cuenta con jugadores muy importantes para la categoría en ataque y que en algún momento se tenía que notar.

En el descanso recordé el cercano partido del Linares y esa sensación de nervios que noté en el equipo desde el principio del segundo tiempo aún contando con dos goles de ventaja.

A diferencia del partido disputado contra los jienenses, el Pontevedra dio una versión algo más segura y aplomada al comienzo del segundo tiempo.

Pudo incluso el equipo alternar el dominio lógico visitante con alguna posesión larga en campo rival que contribuyó a desgastar al Córdoba y en líneas generales el equipo transmitió bastante más clama que hace 15 días.

Es verdad que ante la necesidad de dar un paso adelante de los cordobeses y el cansancio granate cuyos jugadores corrieron mucho en la primera mitad, el partido se fue inclinando hacia nuestro campo pero salvo una jugada desafortunada que acabó con el balón pegando en un poste y el error más claro en defensa del Pontevedra entre Churre y Bastos que posibilitó la opción más clara para recortar del Córdoba, la única parada de mérito de Cortés llegó en el último minuto del descuento.

Al margen del partido extraordinario de un Alex González que sigue acelerando nuestras pulsaciones con cada cabalgada y que metió dos goles que pudieron ser hasta cuatro, destacó en medio campo Borja Domínguez.

Ya en los últimos partidos Borja había aportado calidad y criterio al juego pero el pasado Domingo completó su mejor actuación desde que volvió manejando al equipo a su antojo, acertando en la gran mayoría de sus envíos tanto en corto como en largo y ayudando en el balón parado tanto a favor (sacando bien faltas o corners) como en contra, despejando muchas de las pelota enviadas sobre nuestro área.

Estos dos jugadores fueron quizá los mejores dentro del buen tono general de equipo con un Bastos incansable que desahogó el equipo al final con carreras en ataque de mérito, un Brais trabajador y eficiente a pesar de jugar gran parte del partido en banda derecha por la decisión de Señor de colocar por el medio a Robles junto a Román y Borja o un sobrio Seoane que aguantó la exigencia del partido sin (por lo menos aparentemente) dar muestras de un cansancio excesivo.

Me encantó igualmente la conexión del público con el equipo. No sé si éramos 1900 (la impresión visual es que había más gente) pero fuésemos los que fuésemos, el ambiente fue maravilloso, el apoyo incuestionable y la presión al rival y al árbitro notable. 

Por contra, por lo menos al que esto escribe, le preocupan sobre todo dos cosas.

Que Gonzalo Bueno todavía no esté para ayudar cuando hemos entrado ya en el mes de Abril por lo que las preguntas acerca del porqué de su fichaje resultan inevitables y todavía más el "asunto Yelko".

El fino centrocampista salió unos minutos en Ferrol para forzar la quinta amarilla porque al parecer debía descansar un par de semanas.

Y son 6 los partidos que se ha perdido y algunas frases vertidas por Señor en la rueda de prensa previa al partido hacen sospechar que algo pasa con este tema y que arreglarlo sería muy importante para el equipo.

Ni que decir tiene lo bien que nos habría venido la presencia de Pino en el último tramo del choque ante el Córdoba para templar un poco, mantener a veces la pelota e incluso enlazar con Brais o Alex alguna contra mortal.

El fichaje de Señor está funcionando. Se han logrado los 9 puntos de 9 en casa y fuera se ha estado cerca de puntuar las dos veces.

Ahora, ese cerca de puntuar ya no es suficiente

Necesitamos lograr algo a domicilio y a pesar de que el próximo desplazamiento no es precísamente el más indicado para ello, el equipo no debe renunciar a hacer un gran partido y quemar sus naves en ese campo de tan mal recuerdo para nosotros que es el de Alcorcón.

No estará Charles por amarillas y Rufo sigue tocado.

No será fácil, evidentemente, pero lo que está en nuestras manos es hacer un gran partido, el mejor que podamos desarrollar.

Luego ya se verá.