Resulta hasta cierto punto lógico que el acceso provisional del Pontevedra CF a los puestos de play off de ascenso a segunda división, haya sido el detalle más resaltado en muchos de los titulares de la prensa deportiva local después de la victoria granate ante el histórico equipo del Arenas de Getxo.
Llevaba el equipo más de cinco años sin aparecer por los puestos de privilegio de la tercera categoría del fútbol español y es normal que se destaque una circunstancia tan agradable como, al menos en mi opinión, bastante sorprendente.
No obstante, la mejor noticia que arroja la clasificación tras los tres puntos de oro logrados ante el conjunto vizcaíno es comprobar como el quinto puesto por abajo que marca el descenso queda ya a una distancia de siete puntos.
No es, por supuesto, una diferencia insalvable ni definitiva a estas alturas de competición en la que todavía restan la friolera de 22 partidos ligueros pero sí resulta, al menos, lo suficientemente confortable para ver el futuro inmediato con bastante más optimismo a la espera de que en las próximas semanas se tomen decisiones en los despachos que terminen por apuntalar una plantilla que está rindiendo por encima de las expectativas creadas en un principio.
En la tarde de ayer, Rubén Domínguez volvió a tomar decisiones, no ya a la hora de escoger la alineación inicial, sino a las ubicaciones de varios de sus jugadores que sí, ponen de manifiesto la versatilidad del algunos de ellos pero también colocan sobre la mesa la excesiva cortedad de una plantilla que obliga a tomar medidas de "ingeniería creativa futbolística" a la hora de mover los peones sobre el tablero.
Pudimos ver contra el Arenas jugar de nuevo al máximo goleador del equipo, Alain Ribeiro como central puro en una defensa de cuatro junto a Miki Bosch.
Ander Vidorreta volvió a ejercer de lateral derecho y Miguel Cuesta ejercer esa función (para la que se ha consolidado parece que de forma definitiva) por la izquierda.
Es cierto que estas variaciones ya las habíamos presenciado en ocasiones anteriores. Cuesta lleva semanas en ese lateral zurdo al que llegó tras pasarse las siete primeras jornadas sin jugar un minuto. Y Vidorreta y Alain, sin ir más lejos, ocuparon esos mismos puestos hace siete días en Vigo.
Ayer se produjo otra variante interesante que muestra la polivalencia de otro de los mejores jugadores de la plantilla, Antonio Montoro.
Es verdad que en Balaídos ya jugó parte del encuentro por delante de los centrales en medio campo pero no sabíamos si esa opción fue buscada exclusivamente para esa tarde y por el rival que había enfrente, o sí la veríamos más veces.
Contra el Arenas comprobamos como ese movimiento no fue pensado solo para medirse al filial celeste pues Montoro disputó todo el partido en esa posición de medio centro formando una pareja con Yelko y permitiendo que Tiago se situara por delante y cerca de la punta que ejercía Brais Abelenda.
Todos estos cambios de posición salieron aceptablemente bien. Especialmente, en los casos de Alain que brilló junto a Miki Bosch en el centro de la zaga (Bosch, como en Vigo, volvió a estar incomensurable) y de Montoro que se movió de pivote con la misma seguridad, contundencia y oficio a las que ya nos tiene acostumbrados cuando juega más atrás.
En el caso de Vidorreta, se daba la circunstancia de que su par era posiblemente el jugador más peligroso del equipo rival, Baba Diocou.
Este habilidoso hombre de banda, cedido por el Tenerife, sí dio problemas a Vido que tenía por delante a un Luizao que si bien ayuda más que antes a cubrir su banda, sigue sin ser un futbolista excesivamente sacrificado en defensa.
Aún con las dificultades que encontró Vidorreta (tarjeta amarilla incluida que le impedirá viajar a Barakaldo) lo cierto es que Ander acabó el partido mejor de lo que lo empezó y controló más a Diocou a lo largo de una segunda parte en la que el jugador de origen senegalés acabó yendo de más a menos.
Decía hace rato que estas situaciones muestran sin lugar a dudas la versatilidad de varios futbolistas granates pero también ponen en evidencia la extrema delgadez de una plantilla que acoge en su seno varias lagunas que sería más que necesario colmar en el cada vez más cercano mercado invernal.
Así, este atribulado bloguero entiende que si Vido juega de lateral es porque Rubén no se fía demasiado del desempeño defensivo de Eimil. Ello conlleva que para dar más fuerza al mediocampo se recurra a Montoro para compensar la ausencia en esa zona clave del campo del ex jugador del R. Unión y como ya no está Juanra, el recurso que queda para el centro de la defensa se llama Alain Ribeiro a pesar de que la posición en la que más ha jugado a lo largo de su carrera sea otra bastante más adelantada.
Y todo ello se produce, al margen de la desgraciada baja de larga duración de Juanra, por la lesión muscular de Garay que sin ser un prodigio defensivo, como creo que casi todos sabemos, sí ofrece más confianza al entrenador que Victor Eimil y que se cuenta con otro hombre en mediocampo, Conesa, que ha visto como antes de su entrada en el campo se producen esa serie de movimientos e incluso la entrada de un jugador del filial.
Para acabar con las posiciones quizá no más habituales de algunos futbolistas del Pontevedra, no podemos olvidar que ayer Brais volvió a actuar de hombre más adelantado del equipo a pesar de que suele hacer más daño jugando algo más atrás.
Esto se produce porque el delantero que en principio venía a ser titular, Selma, está fuera desde su indisciplina ante el Mérida, que Denia cuenta muy poco para el entrenador y que Compa (que está rindiendo cada vez mejor) no cuenta con experiencia alguna en esta categoría.
A pesar de todo esto.
A pesar de haber empezado la competición con 21 jugadores, algo difícilmente justificable.
A pesar de perder dos hombres más, estos sí, por circunstancias sobrevenidas como es una lesión y un acto de desobediencia grave y que no se pueden poner en el debe de la planificación.
A pesar de tener que mover piezas de sus sitios para tapar agujeros que quizá no deberían haber proliferado tanto con una planificación veraniega algo mejor.
A pesar de ello, digo, el Pontevedra se ha plantado en jornada 16 de Liga con 24 puntos, en el quinto puesto y, sobre todo, con 7 puntos de ventaja sobre el descenso.
Contra el Arenas de Getxo, la labor del equipo podría definirse como una de las más prácticas de las que llevamos de temporada.
El rival no rehusó tener la pelota desde el principio del partido y me atrevo a decir que lo hizo bastante mejor que algunos equipos que han empatado aquí haciendo bastante menos que el equipo arenero.
Sin embargo, pronto el Pontevedra encontró una buena jugada en la que Resende recibió en la izquierda, desbordó y centró muy bien para que Cuesta rematase de cabeza a uno de los ángulos de la portería vasca.
Gran gol de un futbolista que nunca se rindió y que al parecer ayer jugó después de pasar un virus esta misma semana y participación en la jugada de un Joao que cada vez resulta más influyente en el juego del equipo y al que veo con un punto más de físico que hace unas semanas.
Tras el gol, el Arenas siguió tocando y creando algún problema por las bandas del conjunto granate pero otra jugada, esta vez fruto de un error defensivo, permitió a Brais encarar al portero y ser objeto de un penalti muy claro.
El propio futbolista de Val do Dubra se encargó de tirarlo y de fallarlo.
La estadística del Pontevedra esta Liga con los penaltis es, cuanto menos, desconcertante.
Nos han pitado 7 a favor. Tres fuera y cuatro en casa.
Hemos metido todos los tirados lejos de Pasarón (incluidos todos los de la tanda de Copa que con los antecedentes que tenemos ahí, tiene su miga) y hemos fallado todos los lanzados en casa. Tremendo.
En los últimos minutos del primer tiempo llegó el peor momento del partido para el Pontevedra y emergió para evitar males mayores un Edu Sousa que despejó tres balones (dos en la misma jugada) de mucho mérito que salvaron al equipo y dejaron claro que la portería no es un problema de tantos que sí tiene la plantilla en otras ubicaciones.
Tras el descanso, un Brais todavía acusando esas molestias musculares, dejó su puesto a un potente y entusiasta Alex Comparada.
Mi impresión es que Alex venía de tercer delantero. No solo por detrás inicialmente de Selma sino también de Denia.
Su trabajo es el que está consiguiendo que haya dejado muy atrás ya a sus dos compañeros y que incluso Rubén pueda colocar a Alain de defensa sabiendo que puede contar con minutos de calidad de este joven futbolista de Pontecesures.
Ayer marco, sí. Aprovechando un pase maravilloso de Tiago pero también ganando en carrera a un defensa contrario y definiendo ante el portero para hacer su tercer gol de la temporada.
No obstante, Compa aporta también pelea en los balones cuerpo a cuerpo ganando algunos a centrales rivales y provocando faltas que, como ayer, oxigenan mucho al equipo cuando necesita respirar.
El que esto escribe sigue pensando que en Compa no debería recaer, por lo menos a día de hoy, el peso de ser el delantero titular del Pontevedra CF pero su aportación ilusiona, dada su juventud y la proyección que todavía puede lograr.
Después del 2-0, aún tuvimos tiempo para ver de nuevo a Edu sacar una pierna prodigiosa en una clara ocasión del Arenas y a Adrián Expósito (que salió por Miguel Cuesta al mismo tiempo que Alex por Luizao) estar a punto de hacer el tercero tras un gran pase de un Oute que volvió a jugar los últimos minutos para dar descanso a Tiago que volvió a destilar clase sobre la hierba de Pasarón.
La victoria, lograda ante más público que el presente el día del Guadalajara, es muy importante.
Otorga al equipo un margen para jugar con más tranquilidad y confianza aunque teniendo en cuenta siempre que falta mucho y que un bache te acercaría de nuevo a este precipicio tan grande que tiene en su cola la 1RFEF.
El equipo responde; el entrenador maneja sus efectivos con acierto; sus mensajes en rueda de prensa parecen convencer a la afición... pero no me queda más remedio que insistir.
Si desafortunadamente Juanra se lesiona de gravedad, debe venir otro defensa que eche una mano en el central y en el lateral pues por muy bien que estén Montoro y Bosch e incluso soluciones de emergencia como la de Alain o Vidorreta, hay que estar preparados ante cualquier contingencia.
Si Hervías no ha aparecido desde el minuto 1, hay que traer un jugador desequilibrante de banda por mucha mejora que esté experimentado Resende, Luizao o la presencia siempre tranquilizadora de Alex.
Y si a Selma se le ha puesto la cruz ya para siempre, debe venir un delantero importante porque no resulta recomendable que el único "9" del equipo sea un chaval de 21 años que aún no había jugado en 1RFEF y eso aunque nos esté gustando e ilusionando su comportamiento.
Esos jugadores tienen que venir pero no para buscar el play off sino para dar solidez a esta andadura del Pontevedra que le está permitiendo navegar por la clasificación sin experimentar el sufrimiento extremo (que tan bien conocemos) que produce verte con el agua a la altura de la nariz.
El entrenador, aún habiendo venido en circunstancias complicadas tras la identificación que al final consiguió Yago Iglesias con casi toda la afición, está cumpliendo.
Los futbolistas, aún sobrando bastantes dedos de las manos si contamos los que tenían experiencia seria en 1RFEF y los pocos efectivos que forman la plantilla, están compitiendo, ganando y convenciendo.
Ahora falta nutrir a este grupo para darle las vitaminas necesarias para continuar este trabajo.
No se pide tanto. Ya no se piden cuatro o cinco futbolistas que quizá sería lo razonable y conveniente.
Se pide que si por diferentes motivos no están tres, se traigan otros tres y a ser posible que sean futbolistas importantes. Que no vengan de comparsas, de relleno, sino a potenciar a este grupo que empieza a hacer soñar a una afición.
Esto no hay ya que pedirlo sino que hay que exigirlo.
Veremos que pasa.