Máteme pero no me mienta

Que el tiempo pasa volando es una realidad incuestionable y más cuando uno empieza a peinar más de una cana y comprueba cada mañana en el espejo del cuarto de baño que además de ponerse gris ese cabello empieza a escasear de manera alarmante provocando que el tamaño de la frente empiece a a parecerse más a la entrada del túnel de la M-30 y sufra además el ataque de la inmisericorde alopecia también por la retaguardia.

En ese fluir cada vez más veloz de los días y meses me doy cuenta que ya hace más de dos años que nos dejó uno de los entrenadores más influyentes de la historia del fútbol español.

A primeros de 2014 fallecía el gran Luis Aragonés también conocido por más de un apodo entre los que destacaban "el sabio de hortaleza" (aunque el siempre comentaba que el sabio era su hermano) o "zapatones".

Además de su sabiduría futbolística, demostrada con creces primero en su faceta de jugador y luego en la de entrenador, D.Luis nos dejó para la posteridad todo un repertorio de frases hechas y anécdotas que ya forman parte del inconsciente colectivo de todos aquellos que seguimos y vivimos este mundo de locos llamado balompié. 

Entre las segundas resulta difícil olvidar la famosa protagonizada por su amigo japonés sexador de pollos y, entre las primeras, expresiones como "mireme a los ojitos"  espetada a Romario en un entrenamiento con el Valencia CF se hicieron célebres y coparon muchos minutos de telediarios y espacios deportivos.     

Hoy me gustaría detenerme en una de esas frases que se hicieron populares en los labios de D.Luis Aragonés. En concreto, la de "máteme pero no me mienta"

La repitió en más de una ocasión pero una de las últimas veces que se la pude escuchar fue cuando libraba una batalla en inferioridad y a tumba abierta con la "caverna periodística" española que no le perdonaba la no inclusión en las listas de la selección de prohombres que tantos títulos habían ganado con la roja como Raúl, Salgado o Cañizares. Esa misma retahíla de profesionales que contribuyeron a crear una auténtica "guerra civil" en la Selección cuando Clemente la dirigía sin importarle el perjuicio que esa situación generaba al presunto equipo de todos. 

Esos mismos periodistas, en definitiva, que después babearon y le hicieron la pelota tras ganar la Eurocopa en 2008 y que recibieron como no podía ser de otra manera la respuesta en forma de portazo por parte de este genio y figura que creó el famoso tiki taka en el juego de España dotándolo de la mayor belleza posible al acompañar ese juego de toque con los "pequeños" de la debida profundidad que hacía que España tocara y combinara como los ángeles pero que también tirara y fuera consciente en todo momento de la existencia de las porterías.

Pero volviendo al "máteme, pero no me mienta" el mensaje que Aragonés quería enviar con esa expresión no era otro que  permitiría que se le hiciesen todas las jugadas del mundo pero por donde no pasaba era por la mentira y que se utilizasen cosas que no eran ciertas para desestabilizarle o atacarle.

No estaba desencaminado el de Hortaleza cuando daba tanta importancia a la ausencia de mentira o lo que es lo mismo, el uso de la sinceridad a la hora de la relación que debe existir entre dos personas o dos colectivos.

La temporada pasada el Consejo de Administración del Pontevedra CF fue muy claro en los meses de Julio y Agosto. El equipo acaba de ascender, decían. tras pasarse cuatro impresentables años en tercera y en la campaña 15/16 el objetivo único que tendrá la entidad es salvarse y si es posible sufrir lo menos posible para conseguir el objetivo.

La masa social recibió el mensaje y en su gran mayoría lo entendió. La mala situación económica del club era y es algo sabido y no estamos ahora para grandes alardes en la categoría de bronce del fútbol español.

Y seguramente por eso los aficionados que acudimos a Pasarón partido tras partido alabamos con creces la extraordinaria primera vuelta ofrecida por el Pontevedra que incluso nos hizo soñar con algo más y no criticamos ni demonizamos al equipo cuando los resultados y el juego dejaron de llegar y el equipo fue desplazado a la zona media de la tabla.

Se marcó un objetivo por la entidad a primeros de temporada y ese objetivo se cumplió. Ni las salidas de pata de banco del entrenador delante de los micrófonos en varias ruedas de prensa ni algunas actitudes individuales de algún jugador podían empañar algo evidente: se había cumplido con nota en el regreso a nuestra "amada" 2ªB.

Ahora bien, ese mensaje expedito ofrecido sin tapujos a los aficionados en la temporada anterior no está siendo el mismo en este descanso competitivo que preludia el inicio de la 2016/17.

En la rueda de prensa llevada a cabo para anunciar la renovación de Luisito, tanto por el entrenador como por la Presidenta se deslizaron frases que rezumaban sin lugar a dudas más ambición y el deseo de conseguir metas deportivas más altas. La palabra play off se pronunció más de una vez ese día y lo que se dio a entender es que el Pontevedra trataría de luchar por entrar en esos puestos de privilegio.

Semanas después, tras oír en varias ocasiones al técnico la conclusión que se saca es que a mediados de Junio todavía no está claro el objetivo por el que el Pontevedra va a salir a pelear el año que viene.

 No se trata y no va de eso este artículo de exigirle al Pontevedra CF que salga ya con la idea clara de meterse entre los cuatro primeros por que la situación económica granate sigue siendo muy delicada y el que esto escribe ha repetido más de una vez y lo hará las veces que hagan falta que lo más importante es no volver a comprometer la existencia de este equipo que en el presente año cumplirá 75 "octubres" sino de ser transparentes a la hora de decirle a la masa social (que religiosamente pagará sus abonos o sus entradas para los partidos) que es lo que esperan los máximos regidores de la entidad del equipo y si la meta volverá a ser la permanencia,  mejorar lo hecho esta campaña recién terminada (es decir, quedar octavos) o si con la máxima humildad el equipo que se está construyendo no considerará el play off como algo utópico sino como un objetivo no descartable si se efectúa una gran temporada.

A la afición granate ya se la "ha matado" en muchas ocasiones y sólo su capacidad de resurrección ha provocado que siga al pié del cañón con el equipo. Ahora toca decirle la verdad (dentro del componente azaroso que siempre tiene el deporte)  y que sepa cual es la intención del Consejo para con la plantilla de esta próxima temporada y donde creen razonable que se mueva el Pontevedra en la clasificación venidera.       

Ya sean las aspiraciones más altas o más bajas es de justicia que antes de renovar esos abonos con su correspondiente importe (no bajo por cierto) sepamos si esos cuatro primeros no serán un sueño o si alcanzar el octavo puesto consituirá otra "temporada extraordinaria".

Como se dijo al principio hágame lo que quiera, máteme incluso, pero no me mienta.