lunes, 8 de mayo de 2017

Un iluso, otro ataque de nervios y un gol salvador

Soy un iluso.

Salía de casa el Sábado pasado con dirección al campo haciendo recuento de aquellos jugadores granates que acumulaban cuatro amarillas y que tendrían que forzar esa quinta cartulina para cumplir sanción en el último encuentro de Liga y no faltar en la ida de la primera eliminatoria de la fase.

Sí, un iluso.
Imaginaba una segunda parte mediánamente plácida con la clasificación ya en el bolsillo en la que mis compañeros de fatigas granates y este atribulado bloguero especularíamos sobre si sería menos complicado el Alcoyano de Manuel Gato Thomasson o el Toledo del televisivo Onésimo Sánchez.

Y en esto que el Pontevedra (que había salido de nuevo sin Portela y con Trigo acompañando a Bruno en la zaga y sin delantero centro al uso colocando como hombres más adelantados a Añón por la derecha, Eizmendi por la izquierda y Jacobo por el centro) marcaba el primer tanto provocando que la "cosa" se pusiera aparentemente de quiero desde el principio y dando más argumentos a mis evocadores sueños de futuro.

El equipo entraba bien por las dos bandas y en especial por la derecha burgalesa en la que su lateral no podía en ningún momento frenar a un Eneko Eizmendi desconocido que superaba su marca cada vez que lo encaraba cerca del área.

¿Ya he dicho que soy un iluso, verdad? Ah vale, perdón.

El caso es que ya con alguna ocasión más fallada incomprensiblemente por los nuestros, llega el primer acercamiento serio del Arandina en forma de corner y un remate desde el mismo punto de penalti de un contrario libre de marca para empatar el choque y cortar de raíz mis razonamientos acerca de que quizá el Villanovense sería el equipo más accesible para intentar meterse en la segunda ronda.

Con las tablas en el marcador y lo que es peor con el inteligente cambio del Arandina que decidió sustituir mediada la primera parte a ese número "2" que no se enteraba de que iba la fiesta, el panorama cambió algo pero todavía no demasiado.
El Pontevedra siguió llegando con frecuencia a la portería burgalesa y poco a poco se fueron desaprovechando ocasiones enormes para volver a coger ventaja en una especie de "deja vu" de lo vivido el día del partido contra el Coruxo.
Añón, Abel, Trigo, Jacobo, Eneko... casi todos nuestros jugadores gozaron de alguna oportunidad que fueron marchándose al limbo hasta el mismo instante en que el colegiado decidió señalar el final de la primera parte. 

En el transcurso del descanso, este iluso (vale, ya no lo repetiré más veces) intentó sacar de nuevo el tema de los rivales de la fase de ascenso pero mis dos amigos granates me miraron con esa expresión inconfundible que dejaba bien a las claras que como siguiera hablando del tema con la papeleta que se avecinaba en la segunda parte me colocarían sus almohadillas de sombrero.

Y empezó la segunda parte con un cambio algo sorpresivo. No tanto por la entrada de Iker Alegre como por la retirada de un Jacobo Millán muy activo y acertado en el primer tiempo a pesar de haberse ubicado en una posición un poco más adelantada de aquella en la que hace verdadero daño.
El caso es que en esos primeros minutos del segundo tiempo ya no pintaba el negocio tan bien y Luisito ni corto ni perezoso decidió liarse la manta a la cabeza y antes de los diez minutos de esa segunda parte agotaba los cambios con la  entrada de Mateu y Alex González por Mouriño y Eneko Eizmendi.
Así, Alegre pasaba a moverse por la derecha, Alex por la izquierda y Añón por dentro más cerca de Mateu. ¿Resultado? Dejamos de penetrar por banda pues ni Alex ni Alegre tenían su mejor día y también dejamos de hacer daño por el centro del ataque pues Añón se mostraba excesivamente dubitativo y confuso a la hora de buscar la portería.

Para más "inri" el equipo empezó a romperse por el medio. Abel no encontraba la forma de ordenar el juego y Kevin que había protagonizado una gran primera parte se desvivía y mataba a correr para tapar aquellos agujeros que iba dejando el equipo en su ataque de nervios.

En ese punto del partido, mediado el segundo tiempo, mis diatribas sobre posibles rivales o tarjetas forzadas ya habían pasado a la historia pues por fin tomé conciencia de que la noche podría no terminar bien y que esa ventaja sobre la Ponferradina que hacía pocas semanas parecía irrecuperable iba camino de dilapidarse por completo.

Llegaron a continuación las dos ocasiones clarísimas del Arandina (Ndoye solo ante Edu que despeja y Carlos Portero al palo desde la frontal) y el partido ya se convirtió en una moneda al aire en el que la victoria podría llegar únicamente en un chispazo aislado.

Pudo lograrlo Añón si no hubiera tardado media hora en conectar el disparo en una acción en la que debió golpear de primeras y también Mateu al rematar una falta primorosamente botada por Bonilla que el espigado ariete balear envió fuera de cabeza de manera incomprensible.

Con el minuto 85 los Villanovense, Toledo o Alcoyano habían sido sustituidos por el Caudal de Mires, el Caudal de Mieres y otra vez el Caudal de Mieres hasta que llegó esa jugada en el 87.

Alex vuelve a fracasar en su intento de poner un buen centro pero un defensa contrario resbala lastimosamente dándole la posibilidad de recuperar el balón, el pequeño asturiano lo cede a Añon y este ve a Alegre a la altura del punto de penalti y le pasa el esférico. 
Y en ese momento Iker hace algo que resulta muy recomendable cada vez que se encara el marco contrario. Ya antes de que le llegue la bola imaginarse el lanzamiento y cuando ya la tienes a huevo tomarse ese medio segundo para engañar al portero que vuela a un lado lado y mandar el cuero al otro para hacer estallar las toneladas de presión que atenazaban Pasarón hasta esa jugada.

Se había logrado el 2-1 cuando ya parecía imposible y la clasificación para el play off era un hecho.

A partir de ese momento el Arandina (que hasta ese instante había luchado y peleado como cualquier equipo debe hacerlo sea cual sea su motivación) perdió los papeles y lanzó un par de patadas en forma de guadaña sin venir a cuento además de protagonizar una tangana incalificable tras el pitido final  que deslució por completo su actuación e indignó a la grada de Pasarón que no daba crédito a esa actitud camorrista del rival.

Pero antes de ese final aún tuvo tiempo Bruno de forzar la quinta (a Miguel también se la habían sacado antes pero en una acción en la que debió parar a un contrario para evitar mucho peligro sobre la portería de Edu) y Trigo de regalar una falta absurda al Arandina cerca del área que sembró algo de inquietud entre la parroquia granate.

Pero ya nada ni nadie pudo evitar la llegada del final del choque con ese  2-1 en el "luminoso" que nos metía directamente en la lucha por el ascenso y recompensaba el esfuerzo de este grupo de jugadores que se han exprimido todo lo que han podido para alcanzar esta cuarta plaza que se debe valorar como se merece.

Por cierto, para los que quieran saber si tras el partido este atribulado bloguero volvió a insistir con el manido tema de los hipotéticos rivales de la fase, les diré que no. Estaba tan nervioso por la situación vivida que me limité a escuchar en silencio y recuperando las pulsaciones los argumentos que ahora sí con la clasificación en la mano exponían con ilusión mis dos compañeros de grada. 

Enhorabuena al Pontevedra CF y a todos los granates y a afrontar la fase con responsabilidad pero con mucha alegría y ganas de seguir soñando.


2 comentarios:

  1. Objetivo conseguido, y ahora, una idea para la directiva: en vez de esperar 1 semana para saber cual será nuestro rival,¿por qué no aprovechar el momento de euforia y vender ya abonos o entradas para el playoff? realmente el nombre del rival no importa y la fecha, sábado o domingo la ponemos nosotros, o mejor dicho, la TVG, y la mayoría de aficionados se adaptarían a algún posible cambio de última hora.
    En el mundo paralelo y utópico del football inglés los equipos de 4ª y 5ª categoria ya llevan vendiendo los abonos de la temporada que viene algún tiempo... sueño con que algún dia aprenderemos algo de ellos.

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  2. Está muy bien que nos alegremos por la clasificación para el play off, pero jugando como en la segunda parte ya podemos olvidarnos de superar la primera eliminatoria

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