Otra derrota.
Esta vez
en Bouzas y arrastrando de manera lastimosa el escudo especialmente a lo largo
de la primera mitad.
Faltó alma, garra,
concentración y a los veinte minutos el partido ya estaba entregado y los
puntos en el bolsillo del Rápido de Bouzas.
Ya son once partidos
sin ganar y el equipo camina con paso firme hacia la tercera división.
¿Se acuerda alguien ya de aquella comparecencia ante los medios de comunicación protagonizada por la Presidenta del Consejo (aquella vez sin desayuno, almuerzo o comida para los periodistas) celebrada el día siguiente a la no aceptación de la dimisión de ese entrenador sin cuya presencia en el banquillo granate no podría entenderse la historia del club y el Pontevedra CF quizá no hubiera existido?
Los micrófonos ardían,
las libretas u ordenadores de los profesionales de la información echaban humo
(sí, humo) ante la catarata de consecuencias que el ridículo (uno más) de
Talavera iba a provocar en el organigrama deportivo de la institución.
Escuchando aquel día la
radio o leyendo los periódicos la jornada posterior quien más quien menos pensó
que lo de 1917 en la madre Rusia se iba quedar muy corto en comparación con el
número de cabezas que sangrientas y despedazadas rodarían por las oficinas de
Pasarón.
Si en el Palacio de
Invierno de San Petesburgo cayeron el Zar, la zarina, el zarévich y el resto de
la familia real, todo parecía indicar que en el Pontevedra CF se pasaría la
guadaña igualmente al personal del servicio, las cocheras, las cuadras y hasta
el jardinero cuyas humildes tijeras de podar no impedirían que el implacable
peso de la justicia granate se lo llevara igualmente por delante.
¿Qué ha pasado dos
meses después con esa anunciada revolución que removería los cimientos de una
plantilla confeccionada con varios
órganos del cuerpo de los miembros de la comisión deportiva entre los que no se
encontraba evidentemente la cabeza?.
Veamos.
Al margen del cese del
entrenador producido no solo por su incapacidad para que el equipo ganase un
encuentro sino también por su intolerable rueda de prensa del día 17 de
Diciembre de 2017 que pasará a la historia negra del Pontevedra CF, se ha
marchado sólo un jugador de nombre Victor Mongil.
Claro que leyendo las
declaraciones de unos y de otros con relación a esa baja se llega fácilmente a
la conclusión que el central cogió las maletas por iniciativa propia y que
incluso el club intentó convencerlo de que no se fuera ahora que ya no estaba
un entrenador con el que no se llevaba demasiado bien.
¿Cabezas cortadas, por
tanto? Ninguna al margen de la de Luisito.
En ese sentido, la
revolución a quince de Enero de 2018 (queda todavía la mitad del mercado de
invierno) se asemeja mucho más a la de terciopelo protagonizada por República
Checa y Eslovaquia que a la rusa o a la francesa de Robespierre y “Monsieur”
Guillotin.
Si a la hora de desprenderse
de jugadores que no han demostrado ni nivel ni compromiso para vestirse esta
camiseta la entidad va con calma, en cuanto a las incorporaciones como es
lógico tampoco existen demasiadas novedades esperanzadoras.
Por un lado, el
entrenador al que se le examina partido a partido (no se sabe si para tratar de
ahorrarse el dinero de un nuevo técnico o porque sencillamente no se confía
realmente en él) sigue siendo interino y desconoce hasta cuando seguirá al
frente del equipo.
El tiempo pasa, las
jornadas sin ganar se acumulan y la tercera división se acerca a pasos
agigantados pero la indeterminación en el banco sigue vigente de una forma tan
absurda y peligrosa que es difícil encontrarle explicación lógica.
Ha llegado también un
jugador para ayudar en el lateral derecho. A pesar de que jugó todos los
partidos con su anterior equipo y en teoría está en forma no disputó ni un
minuto en el día de ayer y tampoco se sabe si será capaz de desbancar de la
titularidad a un juvenil que en Bouzas sin hacer nada del otro mundo volvió a
darle a algún que otro compañero otra lección de lo que es dejarse el sudor en
el campo en vez de pasearse miserablemente por un campo de juego.
En Bouzas salimos
humillados pues esa y no otra es la conclusión a la que se debe llegar cuando
un equipo humilde y con menos medios nos “liquida” en veinte minutos en gran
parte por nuestra desidia, falta de atención y errores impresentables.
“Revolución” como se ha
dicho no ha habido y no habrá (como mucho llegarán un par de jugadores no se
sabe si para calentar banquillo o para aportar de verdad en “el verde”) y a
pesar de que tener superávit en las arcas es por supuesto elogiable, positivo y
muy bueno para la entidad (la gestión sostenible de la que habla el Consejo de
Administración es razonable y en teoría garantiza el futuro) al Pontevedra CF
le sigue faltando espíritu.
Las cifras económicas,
insisto, son importantísimas pero igualmente trascendentes son los sentimientos
y todos esos intangibles que contiene una SAD y de la que carece otra empresa
normal.
Que exista superávit es
maravilloso pero a una afición que sufre y que observa como su equipo se
despeña hacia un descenso impensable los números no le alivian.
Lo que le alivia son las victorias.
Cuando parece que ya hemos tocado fondo, cada semana va a peor el juego del equipo y las (no) noticias desde el club, en el que parece que no pasa nada, y si pasa se le saluda. El inepto Feáns ni cumple su labor ni da explicaciones de nada, Dios nos coja confesados si seguimos en sus manos.
ResponderEliminarPara no estar tu bien que lo sigues nombrando a luisito q obsesion pero algunos ya lo hechamos de menos o te recuerdo partidazos en sardinero murcia en casa ponferradina cultural... Dejalo ya en paz y habla del que esta ahora q te cae mejor q mira q eres pesado
ResponderEliminarEres anti luisito,te diré una cosa desde el respeto que tu le tienes a este pedazo de entrenador(ninguno)este tio nos sacó de tercera división cuando el equipo estaba camino de jugar en preferente(me gustaría ver tu cara cuando te dijesen que este domingo jugariamos en campolameiro por ejemplo)nos,subió a segunda b,y nos metió en una fase de ascenso.Un pedazo de entrenador,con mas huevos que todos los jugadores juntos,el unico con las pelotas necesarias para jugarse su puesto y poner a parir a una aficion que no tiene ni puta idea de lo que dice y que no se acuerda de un pasado muy presente,si no fuese por Lupe murillo igual ahora tu serias socio del campaño o del Estacion por que el Pontevedra no existiria,esta gente tiene todo el derecho a dirigir el club como quieran para eso lo salvaron en su dia,tu quieres ver cabezas cortadas,cortate la tuya y deja de ir a Pasaron,aficionados como tu sobran,y vete a junto tu amiguito argibay
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