jueves, 5 de mayo de 2022

No vamos a una fiesta

Creo que resulta conveniente, ya de entrada, recordar algo importante de cara al partido del próximo Domingo frente al UDS Salamanca.

No vamos a una fiesta, en principio, no vamos a un "sarao" en el que nuestros jugadores vayan a salir "bailongos" a interpretar grandes piezas de danza y la música a todo volumen nos invite desde la grada a unirnos al jolgorio.

Quizá después de los 90 minutos sí empiece una fiesta; una enorme, gozosa y maravillosa fiesta que no resultaría empañada por el horario que aunque repetido en estos últimos finales de temporada no deja de ser contrario al sentido común futbolístico, el sinsentido impuesto por una caótica RFEF.

Ahora, a lo que acudimos en primera instancia, lo que vamos a ver en primer lugar, es otro partido dramático, dificilísimo y lleno de incertidumbre en el que el Pontevedra CF volverá a pasarlo mal en diferentes fases del mismo.

No, lo anterior no corresponde a un pesimismo irredento o fatalista sino a una exposición clara de unos hechos, hechos que como vengo repitiendo desde hace semanas tengo una gran confianza en que terminen con un final feliz.

Necesitamos el ascenso, vaya si lo necesitamos.

Fuimos con todo la temporada pasada en la que las aspiraciones no se quedaban simplemente en instalarse en la nueva 1RFEF sino conseguir jugar el play off de ascenso a 2ª y nos encontramos con un fracaso doloroso y preocupante también a efectos económicos.

El tremendo golpazo recibido no evitó que esta campaña, en una categoría a la que no debimos caer, se mantuvieran algunas de las piezas más importantes y se tuviera como único e inexcusable objetivo salir de aquí y emerger con un año de retraso a la tercera categoría del fútbol español, que a pesar de las promesas incumplidas otra vez por la RFEF sigue manteniendo más atractivo que la antigua 2ªB.

El Domingo podría ser el día en el que ese paso se dé aunque un año "en diferido" como diría alguna ínclita ex política de este nuestro curioso país.

No dependemos solo de nuestra victoria para descorchar el champán sino que sería necesario que el U.Adarve no gane en el campo del Marino de Luanco .

Aunque, si somos sinceros, alguna otra de las múltiples combinaciones que pueden darse al final de la jornada también nos pondrían en 1RFEF de manera virtual y ese champán podría ser puesto a enfriar en la nevera sin ningún problema a la espera de ser bebido siete días después. 

Ese caso se daría si acabamos el día con 3 puntos de margen con el Adarve fruto, por ejemplo, de un empate nuestro y una derrota suya. En ese caso, insisto, el ascenso estaría consumado no de forma totalmente matemática pero si claramente virtual.

Pero esos números habrá que analizarlos después de los 90 minutos. Después del partido es cuando sabremos si hemos subido matemáticamente, si lo hemos hecho virtualmente, si será necesario un punto en Palencia, si habría que ganar en la ciudad castellana o incluso si se da el peor de los escenarios que nos dejaría sin depender de nosotros y con el futuro en manos del Adarve.

Antes se jugará un partido con relación al cual se puede aplicar la frase tópica de " a vida o muerte".

El rival no es un rival cualquiera. 

La UDS Salamanca, heredera del poder institucional del tristemente desparecido UD Salamanca, también tenía la campaña pasada objetivos más ambiciosos y acabó con nosotros jugando la fase por evitar la 3RFEF y también aspiraba a mucho más este año y puede verse ahora con los huesos en esa 3RFEF.

Esa circunstancia, bajar a 3RFEF, sería una cuasi tragedia deportiva para este equipo (quizá al mismo nivel o incluso superior a la que supondría para nosotros no subir) y ello hace que el partido adquiera una dificultad de primer orden y en la que habrá que poner sobre el césped los mejores argumentos con los que contamos para sacar adelante este "combate".

Me gustaría comentar antes lo que me preocupa y luego buscar la ilusión con lo que me esperanza.

Me preocupa lo mucho que que estamos regalando atrás desde hace ya muchos partidos y que convierten los choques en películas de suspense permanente en la que nos salvamos al final y a duras penas de ser pasto de la necesidad sanguinaria del asesino de los films.

En ese sentido, el UDS Salamanca es el equipo menos goleado del grupo y cualquier "alegría" defensiva que experimentemos nos puede costar mucho más caro que en otras ocasiones.

Me preocupa la baja caprichosa de Charles.

Si hay un jugador en el que pienso cuando un partido se enreda y se complica para que aparezca y meta su pierna, su cabeza o su hombro para resolverlo con un gol salvador es en el brasileño. 

No poder contar con nuestro pichichi y mejor jugador (independientemente de que el entrenador lo ponga de titular o no) y no poder hacerlo por (insisto) el capricho de un árbitro curiosamente salmantino que vio un problema de seguridad donde no lo había y por la "injusticia deportiva" que rige el fútbol español desde siempre, con unos jueces de competición que funcionan casi peor que el var de las categorías profesionales al interpretar las normas reglamentarias, sí, me preocupa y me indigna a partes iguales.

Léanse el artículo del reglamento, por favor, y vean las imágenes de la celebración. 

Valoren si Charles se encarama a alguna valla, si se acerca a aficionados o si en algún momento la situación conlleva un mínimo de peligro para los allí presentes. Les anticipo que van a alucinar pues cualquier persona con dos dedos de frente solo puede "flipar" con las decisiones que a veces se toman en el fútbol.

Me preocupa, en definitiva, como ya he dicho antes, lo muchísimo que también se juega un rival que podría acabar descendido si pierde aquí e incluso terminas casi desahuciado empatando.

Vamos con lo bueno, con las cosas que me hacen sonreír el corazón incluso en estos días en los que me apetece de todo menos ensayar una sonrisa.

Me ilusiona ver otra vez las gradas muy pobladas con el fondo norte retumbando y el resto del estadio metido en el partido.

Me ilusiona que el equipo consiga asimilar ese ambiente como positivo, como una mecha que solo necesita ser encendida con su rendimiento para empezar a superar al rival sobre la hierba.

Me ilusiona que esta vez sí estemos concentrados como equipo en defensa y no concedamos nada al contrario que dicho contrario no merezca por posibles acciones brillantes.

Me ilusiona imaginar a nuestro capitán haciendo suya la banda izquierda y conmovernos con sus carreras, sus regates y sus centros. Por cierto Alex, después de lo de Ceares ya prescindo no solo del escudo sino también del tirachinas, si usted lo considera necesario.

Me imagino también a Brais, que lleva un par de partidos algo más gris, volviendo a exhibir su clase moviéndose por todo el frente de ataque y oxigenando nuestro juego ofensivo.

A Yelko gambeteando y filtrando algún pase de gol; a Román empujando a Oier volviendo a sacar el florete para rasgar la banda derecha y a Rufo haciéndonos olvidar la baja de Charles haciendo lo que mejor sabe que es marcar...

Me ilusiona, en definitiva, pensar en ese equipo que ha demostrado ser capaz de desbaratar defensas contrarias con un paciente pero profundo juego colectivo y que cuando ha ofrecido su mejor versión lo ha hecho compatibilizando esa organización en ataque sin conceder apenas nada en defensa.  

No, en principio no vamos a una fiesta. 

Vamos a vivir un partido tremendo, a sufrir al compás del equipo, a animarlo, a cuidarlo, a demostrar cuanto lo queremos.

Ojalá con el pitido final sí suene la música, si lleguen los bailes, si saltemos todos alborozados por haber logrado el objetivo.

Ese si sería el momento para una gran fiesta; para una fiesta rachada. 

   

   



 

No hay comentarios:

Publicar un comentario