Hoy no se hablará de fútbol en esta columna del blog.
Espero que me perdonen.
A buen seguro, se
escribirán crónicas deportivas adecuadas y acertadas en los diferentes periódicos
de la ciudad.
Lo que necesito hoy es
hablar de otra cosa, más importante de un resultado aislado como por
duro que sea para los seguidores granates.
Ayer, instantes después
de que se terminara el partido, un número considerable de seguidores granates
hicieron notar su voz pidiendo la marcha de la Presidenta del Pontevedra CF.
Creo necesario empezar
una columna que no querría escribir por esta importante circunstancia que a
buen seguro se reflejará en algún podcast digital hecho por gente que saca
tiempo de sus vidas personales y profesionales para practicar y extender el granatismo
pero que me temo no será mencionado en los medios de comunicación convencionales
locales.
No fueron “cuatro gatos”
quienes lanzaron al viento el cántico “Lupe vete ya”.
No fue todo el estadio,
también es cierto, pero sí la suficiente gente como para que su hastío, su
indignación y su preocupación por el futuro del equipo al que quieren, quede
constatado aunque solo sea en un modesto blog sin demasiada visibilidad y en
otros foros accesibles por internet que cuentan cada vez con más seguimiento y
acogida por parte de lo que queda de masa social granate.
¿Cómo es posible que
haya podido llegarse a una situación en la que la afición desplazada del Racing
de Ferrol significara más del 25% de los presentes en el estadio de Pasarón?
¿Cómo es posible que ni
tras un ascenso de categoría el Pontevedra no sea capaz de atraer a más de
2.000 personas a un partido de Liga que se disputaba además ante el conjunto
departamental con el que desde hace tiempo existe una rivalidad evidente?
¿Por qué aforos como el
vivido el día del Alcorcón (que no fue nada del otro mundo pero sí constituyó
una afluencia aceptable) se ha convertido en la excepción a la regla que dicta
que los partidos en casa se juegan con un ambiente decepcionante por lo
discreto y menguado del mismo?
Escribía ayer mismo en
redes sociales que la última responsabilidad de que una persona decida acudir o
no a un campo de fútbol es de esa persona.
Ahora bien, menos
posibilidades habrá de acumular tantas y tantas butacas vacías si la actividad
de una entidad a lo largo del tiempo se caracterizase por acciones continuas
encaminadas a recuperar (no digo ya agrandar) la masa social perdida.
No es excusa ya el
covid 19 pues vemos semanalmente estadios sensiblemente más poblados que el nuestro
en la misma categoría en la que militamos (no me refiero, evidentemente, a un
Deportivo que en ese aspecto juega en otra Liga).
Lo que realmente ocurre,
es mejor que lo aceptemos cuanto antes, no es otra cosa que la constante
pérdida de aficionados del Pontevedra CF que van abandonando la institución
igual que esas gotas de agua que se pierden lenta pero constantemente por un
grifo averiado o sencillamente mal cerrado.
Ayer el Racing no sé si
jugó como en casa pero sí al menos en campo neutral.
Resultó doloroso no, lo
siguiente, comprobar cómo se hacían con la animación del choque a pesar de los
esfuerzos de nuestro fondo norte (por desgracia, poco poblado para la ocasión)
por hacer que nos sintiéramos, aunque fuera un poco, en nuestra propia casa.
El problema no es que
vengan 500 tíos de Ferrol a apoyar a su equipo, el problema es que no lleguen a
2.000 los fieles que se acerquen a Pasarón a apoyar al Pontevedra.
¿Qué actividad ha
realizado en las últimas temporadas este
Consejo de Administración para combatir la reticencia de aquellos que han
dejado de ir a Pasarón?
¿Qué esfuerzo se ha
hecho para evitar la llegada de un día como el de ayer que se veía venir desde
hace tiempo?
Realmente muy poco, por
no decir nada.
Podríamos argumentar
con respecto al caso concreto de este derby que la única actividad que ha
desplegado la SAD (al margen de ponerle la alfombra verde a la afición
visitante) es colocar una mesa descafeinada y sin un mero distintivo siquiera del
Pontevedra CF en una cafetería del centro de la ciudad para tratar de vender
alguna entrada.
Pero es que el problema
viene de más lejos.
A esta situación no se
llega de un día para otro sino que se requiere tiempo y tiempo de indiferencia,
dejadez y falta de imaginación para que al final nos encontremos con un colofón
tan triste como el del día de ayer.
Por no existir no existe
ya ni esa categoría de abonado peñista que podría favorecer la creación de
colectivos que aportasen colorido y ánimo al equipo.
Alguna vez me contaron
que esa categoría de abono podría favorecer que gente que no tenía la más
mínima intención de crear esa “peña” pudiera acceder al abono de forma más
barata. Bueno. Pero no hay forma de controlar eso? No se puede utilizar la
imaginación para que de verdad se favorezca el nacimiento de esos grupos que
darían mucha vida, juventud y futuro a esta entidad?
Los abonos siguen
siendo de un precio considerable y nunca se ha intentado bajar esos precios
para tratar de recaudar algo parecido pero aumentar abonados.
Las entradas siguen
teniendo un precio demasiado elevado dadas las circunstancias económicas que se
atraviesan.
Y por encima de todo
ello sobrevuela la inquebrantable testadurez de la propiedad enfrentada desde
hace ya demasiado tiempo con una parte significativa y muy importante de la
afición.
Aquellos que ayer
gritaban “Lupe vete ya” y que como respuesta, (según dicen los que allí estaban),
recibieron “sonrisitas” y “saluditos” más propios de una princesa situada en la
almena del castillo familiar más que de una dirigente seria y responsable, son
conscientes de una idea o pensamiento que es el más importante y que no es otro
que el Pontevedra CF está por encima de todo y por eso siguen yendo al campo a
intentar poner su granito de arena el apoyo al equipo como todos y cada uno de
los que allí estábamos deseando ver ganar a nuestro Pontevedra.
Vendrán y pasarán
jugadores, entrenadores, dirigentes, aficionados pero lo que queda es la
camiseta, el escudo, la institución a la que se debe respetar en todo momento.
¿Respeta ese
pensamiento la Presidenta del Consejo de administración y dueña de la mayoría
accionarial y su fiel escudero pródigo también en mandar besos y saludos a
distancia?
¿Cómo no es posible de
una puñetera vez que, siempre con la idea de que el Pontevedra CF es lo único
importante, se sienten en una mesa quienes se tengan que sentar y se llegue a un
entendimiento que por encima de filias y fobias coloque en primer plano al
Pontevedra CF y a su afición?
¿Por qué no se
aprovecha el capital de Marcos del Río, por ejemplo, abonado del club y persona
muy bien considerada por la afición y se le deja ejercer de Director General en
algo tan clave como esto?
Muchas cosas más
podrían decirse pero creo que sería inútil.
Mi impresión es que no
cambiará nada. Nada. Y que todos los que seguimos yendo a Pasarón tendremos que
seguir aguantando estas situaciones y esas actitudes de la Presidenta y escudero
hasta que gota a gota, como ese grifo averiado, nos vayamos alejando del
estadio hasta que este se vacíe casi por completo.
Quizá en ese momento,
Lupe Murillo considere terminada su obra.
Rectifique Presidenta.
Nadie dice que regir
una entidad como esta sea fácil. Siempre habrá complicaciones, problemas y
disgustos.
Ahora bien esos
problemas o dificultades siempre se llevarán mejor si se respeta a la gente que
usted preside, a aquellos que son la verdadera razón de ser del Pontevedra y
que siempre estuvieron detrás de las personas que como usted en su día dieron un paso
para sacar a la institución de diferentes pozos.
Sin la afición, el
Pontevedra CF no es nada. Se diluirá como un azucarillo y podría incluso acabar
muriendo.
Usted no puede sacar de
sus casas a la gente para acudir al campo, es cierto, pero puede favorecer, con
iniciativas y un verdadero deseo de que vuelvan, a que la entrada del día de
Alcorcón no sea la excepción sino la norma.
Si somos más, seremos
más fuertes, mucho más fuertes.
Menos saludos, menos
sonrisas y más respeto y verdaderas ganas de que Pasarón vuelva a rugir de
manera habitual y no solo el día que exista un premio sobre la mesa.
Si nos dicen hace 5 años que el Racing de Ferrol iba a desplazar a más de medio millar de aficionados a Pasarón, nadie se lo creería.
ResponderEliminarEl aumento de su masa social en una localidad totalmente deprimida desde todos los puntos de vista es manifiesta.
Eso nos tiene que servir para vislumbrar el final del túnel, creo que Pontevedra sigue teniendo una impronta mucho más importante que ciudades de nuestra liga.
Magnífico artículo Félix, lástima que no haya esa capacidad de crítica en los medios de desinformación de la ciudad, como las tertulias en las que participas donde solo Xaime y tú estáis a la altura de lo que deberían ser
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