martes, 14 de febrero de 2023

Una jugada mágica, una playa sin mar y algún galeote "follonero"

Hasta el minuto 79 todo transcurría de una forma parecida al resto de partidos ligueros de 2023. 

Sí, es cierto, que los inventos tácticos más propios de una mezcla delirante de las personalidades del profesor Bacterio (citado en este mismo blog hace ya mucho tiempo) y el doctor Tornasol no hicieron apenas aparición sobre la "arena" y por lo menos nos habíamos ahorrado el penoso espectáculo de ver correr a nuestro único punta detrás del mediocentro rival por todo el campo.

Y eso que durante los primeros minutos de juego dio la impresión que Bakero iba a volver a afanarse en esa misión al aparecer muy cerquita de Kevin Presa pero con el paso de los minutos esa orden pareció desactivarse y, además, la presencia adicional de Charles sobre la "playa", teñía todo de una capa de sentido común que brilló totalmente por su ausencia en las primeras parte frente al Castilla y Celta B.

El caso es que el Pontevedra no salió del todo mal, gozó de una buena ocasión para marcar y a pesar de que la Cultural llegó más en ese primer tiempo disfrutando de un par de oportunidades muy buenas,especialmente una de Solís, la impresión era que sobre la "tierra" el equipo aguantaba más o menos el tipo.

La segunda parte, no obstante, fue diferente y el rival tocó todo lo que se podía tocar el balón en este espanto que es la "hierba" de Pasarón y comenzó a llegar con más asiduidad al marco de Cacharrón.

Llegaron más opciones de gol leonesas y con ellas la clara sensación de que el Pontevedra aguantaba el temporal como más o menos podía en busca de un punto que no valía demasiado pero que era mejor que acumular una nueva derrota.

Y en estas llegó esa jugada mágica en la que intervinieron tres de los jugadores que habían ido incorporándose al "campo".

Saque de puerta, balón medio disputado que gana Borja para Yelko y partir de ahí el radiante rayo de luz que iluminó nuestras caras el resto del fin de semana.

Yelko avanza, observa el gran desmarque desde la izquierda que realiza Casais y en el momento oportuno le filtra un pase maravilloso que el casi debutante delantero granate hace bueno superando al portero leonés con un acertado remate con la izquierda.

Quedaban 10 minutos más la prolongación y el cielo se abrió ante nuestros ojos ante la inesperada posibilidad de ganar otra vez en Liga, algo que no hacíamos desde antes del parón de Navidad.

Los minutos restantes del choque fueron estresantes.

El equipo estaba mermado con un Charles que apenas podía correr y Yelko o Derik evidenciando algunas molestias físicas que en parte parecían reales y en parte exageradas para parar como fuera el empuje blanco.

Los minutos pasaban a cámara lenta y la prolongación que primero parecía de cuatro pero que al final se fue hasta los cinco y medio me encontró medio de pié pidiendo a gritos al colegiado que tuviera a bien indicar el final del partido que ya la broma estaba pasando de castaño oscuro.

Entre todos esos nervios y defensa a ultranza del resultado llegó una falta sobre la frontal a favor de la Cultural.

En ese momento me dio tiempo a reflexionar sobre lo curioso que es esto del fútbol.

En los partidos frente al Castilla y Celta B fuimos nosotros los que gozamos de sendas faltas en esa ubicación para ganar en el primer caso y empatar en el segundo. 

Mientras nuestros jugadores se preparaban para botarlas no tenía demasiadas esperanzas en que encontraran el camino del gol. En cambio, en el momento en el que el futbolista culturalista se dirigía hacia el cuero en la falta del Sábado pasado, estaba convencido de que todo se iba a marchar otra vez al garete. Efecto propio del atribulamiento de este bloguero que ve demasiadas veces el vaso medio vacío en vez de medio lleno.

El balón se fue por encima del larguero. El 1-0 seguía en el marcador y pude seguir "exigiendo" el final del partido que recibí con alborozo y con una sensación de victoria y alivio que desgraciadamente esta temporada está siendo muy poco habitual.

En la rueda de prensa posterior al partido no se pronunció ni una vez la palabra actitud.

Por contra, ese Toni Otero que habíamos visto en las previas y post encuentros anteriores en los que apelaba constantemente a esa "actitud" o apelando a que los jugadores "quisieran", (sin importar que con ello los mandara a galeras como hizo aquel dirigente romano, de nombre Mesala, con su amigo de la infancia Judá Ben Hur por un accidente fortuito con unas tejas), no apareció.

En cambio, pudimos escuchar a un Otero, desprovisto de sus anillos y resto de joyas relucientes, otorgando todo el mérito a sus jugadores que ahora, al parecer, sí quieren y ya deben tener esa actitud correcta que les lleve a ganar partidos.

Quizá, y digo solo quizá, en la consecución de los tres puntos influyó un poquito de fortuna ( a ella sí aludió el técnico) pero también el hecho de dejar a un lado los experimentos con gaseosa que más parecían propios de un comic de Ibañez o Hergé y utilizar el anteriormente citado sentido común que hace perfectamente compatible un planteamiento conservador, o con precauciones, con el hecho de no sacrificar por completo el ataque con marcajes al hombre que es posible que hicieran palidecer al mismísimo Javi Clemente de los 80.

Siguiendo con los símiles marinos en este año que se pretendía izar las velas que no acaban de verse insufladas de viento como es debido, estos últimos días se ha anunciado la contratación de un nuevo integrante de la tripulación.

Se trata del uruguayo Gonzalo Bueno que según parece es un futbolista experto (30 años), zurdo y que podría actuar por todas las posiciones del ataque.

Estaba en paro (de otra manera no se le podría haber incorporado a estas alturas) y su experiencia en Europa es escasa habiendo jugado casi siempre en Sudámerica con breves pasajes en Rusia, Portugal y un mes de pretemporada en Almería.  

Yo desde el día en que finalizó el mercado de fichajes invernal con esa baja de Oier que dejó una ficha senior libre, siempre he pensado que ese mismo día (el último de la ventana) el Pontevedra debía tener alguna operación encauzada para sustituir al navarro que se fue al traste a última hora. 

De otra forma, ese movimiento resultaría demasiado alucinante hasta para nosotros (aunque si esa fuera la versión correcta tampoco resulta edificante permitir la marcha de Calvillo antes de cerrar del todo esa hipotética operación con su relevo).

Sea como fuere, Gonzalo Bueno llega a mediados de Febrero a ocupar esa plaza libre que llevaba quince días sin dueño.

Según sus palabras lleva sin jugar desde Noviembre (casi 3 meses) y en ello radica la primera incógnita a resolver, el tiempo que va a necesitar para aportarnos minutos de calidad. Ojalá sea el menor posible porque solo quedan 15 partidos y el Pontevedra necesita puntuar desde ya y no dentro de un mes o mes y medio.

La segunda curiosidad es que es un jugador zurdo y si bien tras la lesión de Araujo que parece importante es posible que veamos mucho a Alex de lateral, este fichaje debía estar cerrado desde hace días y me llama la atención que su posición principal sea la de exterior o extremo izquierdo y no derecho que es la zona en la que estamos con un buen agujero.

De todas formas, es un jugador de ataque que es lo que se necesitaba, del que se dice que tiene buen centro y desborde (puro maná para el Pontevedra de ser cierto) y desde este blog se le desea lo mejor al uruguayo, al igual que a un Javi Robles que el otro día cumplió contra la Cultural, pues sus éxitos serán los nuestros.

Por último, no puedo dejar de comentar la tan diferente versión de "remar todos juntos" que existe en la entidad llamada Pontevedra CF.

Hace unos días en la comparecencia para su propio "autobombo" de la Presidenta Guadalupe Murillo, ésta pedía unión y que toda la cadena de remeros bogase en la misma dirección.

Hablaba la Presidenta del mal estado del césped pero del ímprobo trabajo que estaba realizando el club sin contar apenas ayuda. "Fardaba" incluso Murillo de la compra de una nueva máquina cortacesped que profundizaba en los profundos conocimientos de jardinería  que estaba adquiriendo la institución y casi exigía que no se le tiraran piedras desde fuera también por esta cuestión.

En la presentación de Gonzalo Bueno, Toni Otero preso ya de nuevo de la personalidad de Mesala cargaba contra el encargado de jardinería que según dijo ni le cogía el teléfono y que esto era un campo de fútbol y no un jardín. 

No entro ya en la razón de fondo que asiste a cualquiera ( y Toni como entrenador no es una excepción) al afirmar que no es de recibo jugar sobre un piso tan desastroso, sino en el hecho de que en el club deberían ponerse de acuerdo y anunciar si no se deben tirar piedras "desde fuera" pero sí están permitidas tirarlas "desde dentro" más que nada para saber un poco a qué atenerse.

Me imagino a Lupe Murillo vestida de D.Quijote con su lugarteniente consejero Feáns al lado caracterizado como Sancho Panza encontrándose a su plantilla y técnico encadenados y dirigidos hacia el puerto a cumplir la condena a galeras por un comité representativo de ese "entorno" protestón, tantas veces citado por la Presidenta.

Una vez escuchadas las razones de dichas condenas, D.Quijote (Murillo en esta historia inventada) decide liberarlos acometiendo con su lanza contra el "entorno" logrando con la ayuda de los propios condenados, que se valieron de piedras, la huida de los encargados de ejecutar la condena.

Una vez liberados, D. Quijote les exige a cambio de su libertad recién recuperada, no marchar al Toboso para comunicar a su amada Dulcinea la maravillosa y heroica acción llevada cabo por El caballero de la Triste Figura, sino viajar por los campos de España en busca de una salvación que debería estar garantizada dada la potencia y extraordinario raciocinio con la que se configuró la plantilla en Verano.

En ese momento, el líder de los galeotes liberados que se hacía llamar Ginés de Pasamonte (quizá en este cuento podría llamarse Toni Otero) agraviado por el tono en exceso imperativo de D.Quijote que amenazaba en caso de no cumplimiento con enfilarlos a ellos también con sus extravagantes armas, decidió liarse a pedradas con el ingenioso hidalgo y su escudero dejándolos a ambos malheridos en el camino mientras escapaban del Santo Oficio como almas que lleva el Diablo. 

Está bien pedir unión, que no se tiren piedras imaginarias contra la entidad y que todos vayan en la misma dirección.

 Sin embargo, da la impresión que eso solo vale de puertas para afuera y, en cambio, "de puertas para adentro" las piedras vuelan cuales cuchillos afilados desde hace demasiado tiempo en la entidad.

Curiosa forma, insisto, de practicar la unión exigida al resto.  

El Domingo llega el partido frente al Racing de Ferrol.

No es un partido más.

El enfrentamiento de la primera vuelta supuso un fracaso institucional por la torpeza e inacción del Consejo en el aspecto social y en lo deportivo con una primera parte en la que nos pasaron literalmente pro encima, errores arbitrales al margen.

Será una tarde especial para dar la cara, enseñar el orgullo que faltó hace meses y luchar como fieras por esos puntos que tanta falta nos hacen.

Luego influirá el acierto o el azar que siempre puede estar presente en mayor o menor medida en este deporte.

Pero los ingredientes anteriores no pueden faltar de ninguna manera: Lucha, orgullo, responsabilidad, confianza en lo que se puede hacer, unión cada minuto de partido y es de esperar que sentido común a la hora de diseñar el planteamiento. 

Hay que seguir puntuando y que mejor plaza para hacerlo que en A Malata para saldar cuentas y seguir en la pelea.

Mucho ánimo para el equipo.


 


   

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