martes, 11 de abril de 2023

Fuego amigo... otra vez.

 Tiene el Pontevedra CF de los últimos tiempos una cualidad que resulta verdaderamente asombrosa.

Cuando todo debería estar girando en torno a la explotación de las últimas opciones que restan para salvarse (que son pocas pero reales y dignas de ser jugadas), del seno de la propia entidad surgen debates, cuestiones o directamente problemas que desvían la atención de lo importante y crean incertidumbre y malestar de puertas para fuera y, me temo, de puertas para adentro.

Al margen del tema Gueye, (al que la "cúpula" de dos pilares permitió reintegrarse al grupo tras la apertura y cierre de un expediente sancionador tan rápido como desconocido en sus términos finales y que volvió a jugar unos minutos el pasado Domingo, culminando un borrón de tinta indeleble en la dignidad que debería acarrear vestir esta camiseta), aparece desde hace ya varias semanas el "tema Yelko", que huele tan mal ya a estas alturas que puebla casi todos los debates de la afición granate cuando de lo que de verdad se debería estar hablando es como "meterle mano" al Mérida el próximo Sábado.

Y como pasó con la polémica creada alrededor del regreso del jugador senegalés, este problema, o hablando en plan coloquial, este "marrón" ha vuelto a ser creado, diseñado y disparado desde el interior de la institución y no desde fuera.

Recapitulemos.

Yelko Pino arrastraba unas molestias musculares que provocaron su suplencia en aquel partido jugado en casa frente a la Cultural Leonesa.

A pesar de dichos problemas físicos, el vigués salió en la segunda parte y resultó decisivo en la jugada del único gol de partido al ofrecerle un pase de lujo a Casáis que no perdonó y marcó su primer tanto con la primera plantilla.

De dicho encuentro, reseñemos también dos circunstancias que resultan de interés para este nuevo expediente X del Pontevedra.

Por un lado, que el fino centrocampista granate acabó el partido renqueante y con claras muestras de dolor en una de sus piernas y, por otro, que en la celebración del gol recibió la clara reprimenda del capitán del equipo por dirigirse a los aficionados de la Cultural que se ubicaban en el sector del estadio en el que los jugadores del Pontevedra fueron a reunirse tras el tanto.

En la rueda de prensa posterior al choque el propio Toni Otero aclaró que Yelko no acababa de recuperarse y no había terminado bien el partido, algo que todos pudimos comprobar.

La siguiente parada para el Pontevedra era en A Malata y Toni decidió meter a Yelko en la convocatoria pero no ponerle de inicio en el campo.

Bien avanzado el segundo tiempo, con el encuentro ya sentenciado a favor de los "verdes", el entonces técnico granate decidió meter a Pino unos minutos forzando este una amarilla que a todos nos pareció intencionada y que constituía la quinta y un partido de sanción.

Tras el partido, Otero confirmaba que el objetivo de haber sacado al campo a Yelko era que forzase esa cartulina ya que debería descansar "dos semanas" para recuperarse del todo de sus problemas y así regresar limpio de tarjetas.

Una semana después Toni, gran valedor de Yelko en el club al que trajo a comienzos de la campaña pasada, fue cesado de su cargo y despedido del club tras perder con el Ceuta en casa.

Las semanas fueron pasando y con ellas la ausencia de Yelko se iba haciendo cada vez más llamativa y dura para el equipo pues la importancia de este futbolista en esta plantilla no hace falta recalcarla.

Hasta ahí, no obstante, todo parecía normal pues una lesión inicialmente corta puede extenderse por no recuperarse tan rápido como se esperaba u otras circunstancias.

Lo que hace que las alarmas se enciendan son las propias declaraciones de Juan Señor en diferentes ruedas de prensa.

La primera en la previa del partido ante el Córdoba (cuando ya eran 6 los partidos en los que Yelko estaba ausente).

Señor habló ese día (y, ojo ,sin que se le preguntara específicamente por el tema) de "aparentemente" (referido a las molestias del jugador) o "habrá que creer al jugador" ( con respecto al dolor que manifestaba).

Mosqueante, por lo menos. 

Ahora, lo que coloca el "asunto Yelko" fuera de lo mosqueante y directamente en lo preocupante e inverosímil, son las palabras otra vez de Señor después de la derrota en Alcorcón.

Y además, el entrenador vuelve a introducir " a saco" el tema sin que de nuevo se le pregunte por Yelko.

En concreto, la pregunta del periodista se refería a la ausencia sorprendente en la lista de Martín Diz y si tenía algún problema físico.

Señor fue contundente: "No. No está lesionado" y a continuación añadió: "Y Yelko tampoco".

Estos son los hechos y la realidad es que desde dentro del propio club se ha alimentado esta polémica con una intención que por ahora se desconoce pero que vuelve a constituir otro disparo en el pié en un momento de la Liga en el que no hay vuelta de hoja, en el que estás jugándotelo todo. En definitiva, en el que no parece ni mínimamente razonable que desde la propia entidad se lance este proyectil hacía sí mismo que más parece en esta ocasión de un bazooka considerable y no de una pistola de pequeño calibre. 

¿Por qué Señor desde hace semanas y sin venir a cuento señala a Yelko?

¿Está Yelko lesionado o no lo está?

¿Tiene que ver algo con todo esto la marcha del Pontevedra de Toni Otero?

¿Cuándo Señor "mete el dedo en el ojo" de Pino lo hace por propia iniciativa o alentado por alguien?

Y lo más importante.

¿Está la plantilla de acuerdo con estas alusiones a un compañero o le molestan estas veladas (bueno, ya no tan veladas) pullas a un integrante del equipo?

Son preguntas que sí se hace la afición en este momento crucial de la competición no se las hace por culpa del conocido entorno tantas veces citado como tóxico por la "cúpula" de dos pilares.

Si ahora mismo la gente se las hace o busca interpretaciones a este contencioso es porque desde dentro del club se ha querido que esas preguntas se formulen y la verdad es que este atribulado bloguero ya no sabe muy bien el porqué de esta actuación tan inoportuna como perjudicial para nuestro futuro a corto plazo.

Lo único claro, otra vez los hechos, es que Yelko Pino que venía siendo titular o uno de los primeros suplentes lleva 8 partidos sin actuar y no se vislumbra ni de lejos la posibilidad de que vuelva al césped y como ya he escrito en alguna otra ocasión esta es una baja de muy importante consideración.

En Alcorcón se volvió a perder como se lleva haciendo 7 veces seguidas fuera de casa.

Lo de siempre.

Momentos en los que incluso eres mejor que el rival (líder de la categoría) pero ausencia total de colmillo en los alrededores del área contraria y gol encajado de forma más que evitable por la pasividad excesiva mostrada a la hora de defender un saque de banda.

Por cierto (ojalá me equivoque), después de escuchar la rueda de prensa de Señor y la interpretación que hace de la jugada del gol, habrá que estar atentos a la presencia de Bastos el próximo Sábado.

Señor vino con palabras y cara de buen samaritano a meter buen rollo, motivación y fe en las posibilidades pero una vez machacado ese mensaje parece que ya ha pasado a la página de no pasar ni la mínima y mandar al banco a aquellos que a su juicio comenten errores graves.

Esto último no me parece mal del todo. Cada uno aplica la disciplina como mejor le venga en gana pero ojo, la justicia en este caso estriba en ser fuerte con los más débiles (en este caso los miembros de la plantilla que tienes a tu cargo) pero ser igualmente fuerte y no una "hermanita de la caridad" con los que están por encima de ti en el escalafón.

De nada vale repartir "recados" tras los partidos a L.Martínez, Diz, Yelko o compañía si luego entra gente en la convocatoria e incluso en el campo de manera inexplicable desde el punto de vista futbolístico y quizá sí institucional.

Una cosa es saber que posición ocupa un entrenador con respecto al Consejo y otra no saber o no querer mantener el espacio que nunca un técnico debe ceder ni con los de abajo pero tampoco (y sobre todo) con los de arriba.

Unas líneas para terminar sobre el partido del próximo Sábado.

Está muy complicado y más si fuera de casa seguimos mordiendo el polvo cada vez que jugamos pero todavía es posible aunque improbable.

La jornada está llena de enfrentamientos directos y si ganamos al Mérida nos meteremos de nuevo de lleno en la pelea por hacer viable un auténtico milagro deportivo.

No será, otra vez, un partido agradable.

Estará lleno de nervios, de preocupación y de trascendencia infinita de los puntos en juego.

Para superar esta situación como ya se hizo ante el Linares o Córdoba necesitamos lo mejor de los nuestros que espero y deseo se mantengan lo más al margen posible de todo este ruido que el club ha generado.

Y también necesitaremos que nosotros, los seguidores, estemos igual de conectados que el día del Córdoba. 

Metidos, ilusionados, dispuestos a sufrir y a ayudar al equipo a seguir vivo una semana más.

Insisto, aún estamos a tiempo y todos debemos jugar nuestro papel.        






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