martes, 9 de enero de 2024

"Lideratus interruptus".

Siempre que se empata sobre la hora un partido que parecía perdido, la sensación que dejan las tablas para el conjunto que iba por detrás suele ser de alivio por evitar una derrota que parecía segura.

No obstante, con el paso de las horas y la digestión completa del encuentro, el punto logrado adquiere su verdadera dimensión que a veces puede resultar más pequeña de la que parecía cinco minutos después de acabar el choque.   

El caso es que el PontevedraCF sabía que para llevar a buen término su primera defensa del liderato, debía ganar al R.Villalbés en el campo de A Magdalena y no fue capaz de hacerlo.

El partido no admitía "a priori" demasiado margen para la sorpresa en cuanto a su planteamiento y efectivamnte se desarrolló como casi todo el mundo esperaba.

El equipo local bien pertrechado atrás, junto, y al acecho de cualquier error del rival para sacar el aguijón y lastimar en forma de contra.

El Pontevedra asumiendo el peso del partido, acumulando un porcentaje gigantesco de la posesión y tratando de desarbolar la tupida defensa contraria en alguna acción combinativa elaborada con la debida velocidad y precisión en su ejecución.

Quizá el ingrediente más exagerado (que no inesperado) en la receta del partido no fue otro que el deficiente estado del terreno de juego.

Digo exagerado y no inesperado porque con solo haber visionado los últimos partidos jugados en casa por el R.Villabés, se podría llegar fácilmente a la conclusión de que el campo no iba a estar nada bien aunque es verdad que tras estas semanas de parón competitivo no resultaba demasiado lógico que la degradación del a hierba llegara al límite en el que se encontraba el Domingo pasado.

El caso es que el Pontevedra sobre ese césped que en nada beneficiaba a sus condiciones volvió a cometer los errores en los que suele caer cuando el escenario es el que se encontró el pasado Domingo.

Rival fuerte defensivamente y campo muy malo.

Con ese panorama, lo básico era tratar de no equivocarse nunca en zonas peligrosas para no darle alas a los contraataques o robos contrarios y en el aspecto ofensivo ser más concreto y contundente que nunca pues pocas podrían ser las ocasiones que se disfrutasen.

No se cumplió ninguna de las dos premisas.

En ataque, el Pontevedra se mostró demasiado elaborativo y "tirabuzonero" cuando las condiciones en las que se jugaba el partido exigían otra cosa.

Se llegó en innumerables ocasiones a las inmediaciones del área contraria pero en vez de ir a lo mollar, es decir, probar al portero contrario (extraordinario guardameta, por cierto), nos perdimos en toques de más cuando no eran necesarios o centros muy mejorables desde posiciones en las que quizá hubiera resultado más rentable tirar a portería para sacar más rédito.

De hecho, la mejor ocasión de esa primera mitad la protagonizó Yelko dejándose de zarandajas y enviando un disparo al larguero de la portería rojiverde y la otra ocasión más clara vino también de otro disparo lejano que se marchó fuera por poco.

En defensa, se hizo lo que no se debía en una jugada que admite dudas acerca de sí se cometió o no falta sobre un Churre al que ya antes de esa acción (y sobre todo después) se le vio despistado y algo fuera de sitio.

Sea como fuere, en una lucha de nuestro central con Isaac (delantero rival) en la que la ventaja parecía de Churre, este se va al suelo aparentemente derribado por su colega y al no señalarse nada el punta local encara el área de Edu y realiza un pase de la muerte para Uzal que solo tiene que empujarla a la red ante la impotencia de un Alex González que fue el único jugador granate que apareció cerca de la jugada una vez en el suelo Churre.

En directo pareció infracción, tras las repeticiones la acción admite más dudas pero el caso es que un partido que ya estaba siendo difícil y trabado se complicó definitivamente cerca del minuto 40 en la única acción de peligro del Villalbés si exceptuamos una llegada de su lateral izquierdo en los primeros minutos.     

Tras el descanso y ya con el partido verdaderamente de "nalgas", el guión no cambió demasiado aunque el Pontevedra pareció entender de una vez por todas que en días como estos más vale optar por elaborar algo menos sobre un campo que poco margen dejaba para las excelencias de un chef y buscar la portería rival aunque fuera con lanzamientos desde posiciones más lejanas.

Sobre el minuto diez entró Borja por Bastos, yéndose así Dalisson a la banda derecha.

El hispano brasileño tampoco encontró en esa ubicación la ocasión de subir su rendimiento y volvió a dar la impresión de que ya hace varios partidos que no encuentra su lugar y esa movilidad que tanto bien le hacen al equipo.

Pudo sentenciar pronto el Villablés en una nueva desatención de Churre que permitió a Isaac encarar en solitario a Edu que salvó el gol con su pecho.

Es cierto, por contra, que el Pontevedra se mostraba algo más venenoso en ataque y se desaprovecharon varias ocasiones entre las que destacó un cabezazo de Yelko en posición inmejorable para marcar y otra de Chiqui despejada por Santomé.

Alrededor del minuto 68 una jugada de desconcentración inexplicable de Yelko y Churre deja al Pontevedra con 10 al derribar este a un rival cuando encaraba a Edu Sousa. 

Los efectos de la expulsión, no obstante, duraron poco pues un par de minutos después una muy dura entrada de un jugador local a Borja Domínguez acarreó su segunda amarilla y la igualdad numérica sobre el césped. 

Los otros dos cambios que se efectuaron llegaron, a mi juicio, algo tarde.

A falta de poco más de un cuarto de hora, Carlos López y Barbeiro entraban en lugar de Chiqui y Dalisson.

El Pontevedra siguió luchando e intentándolo en un partido más roto con ese 10 contra 10. Sufrió alguna contra peligrosa del Villalbés pero también acumuló ocasiones, como una muy clara de Rufo atrapada por un superlativo Santomé y otra en la que Mayo (para mi el sostén del equipo durante esos minutos de ida y vuelta de la segunda parte) envió una pelota al poste.

Se había generado suficiente peligro en la segunda parte para al menos empatar y cuando todo parecía perdido llegó un balón aéreo ganado pro Carlos López y un rebote afortunado en el pecho de Rufo para poner la igualdad en el marcador y evitar la herida de irse de vacío de un partido en el que, a pesar de que volvieron a cometerse errores pasados, el Pontevedra no merecía acabar perdiendo.

En el descuento y con el Villalbés jugando con 9, el Pontevedra disfrutó de varios corners sacados con el el habitual desacierto de siempre que volvió a poner de manifiesto el poco peligro que lleva el equipo en la estrategia y lo importante que resulta esta para desatascar partidos como el del Domingo.

El punto conseguido, unido ala convincente victoria del Ourense en su casa ante el Avilés, vuelve a relegar al equipo a la segunda plaza de la clasificación ( a expensas de lo que haga el Zamora en Aranda en el día de mañana).

Más que la pérdida del liderato que bien podría recuperarse pronto si se hacen las cosas bien, la preocupación de este atribulado bloguero se centran más en esos errores recurrentes que suele cometer el Pontevedra en partidos de este estilo que a buen seguro se le van a volver a aparecer al Pontevedra en los 8 partidos que le quedan por jugar fuera.

En casa casi siempre es capaz de solventar estas circunstancias al amparo de su público, en su campo (aunque el estado de Pasarón sea también muy malo) y con esa confianza que el equipo exhibe en Pontevedra.

Fuera, sin embargo, los números no son más que decentes.

Tres victorias, cinco empates y una derrota, completan la cifra de 14 puntos de 27 que no son números precisamente para tirar cohetes.

Faltan 51 puntos en disputa y de ellos 24 se jugarán a domicilio.

El objetivo perseguido es el ascenso directo, el liderato al final de la competición.

Si la racha del equipo en casa es similar o incluso mejor que en la primera vuelta, los puntos necesarios a domicilio para acabar primeros serán menos pero aún así el Pontevedra debe volver a mostrarse más contundente fuera de su campo.

Lejos quedan ya la exhibición de Zamora y el eficiente y serio partido de O Vao (en Luanco no se mostró ya ese nivel). Llevamos demasiadas salidas sin volver con victoria y eso el equipo debe remediarlo cuanto antes.

Para ello tiene que entender que las condiciones en las que se encontrará en muchos desplazamientos no será la ideal. Que los campos no estarán bien, que el rival volverá a esperarle y a tratar de aprovechar sus errores, que todos los conjuntos en esta segunda vuelta se juegan la vida ya por arriba o por abajo y que debe encontrar los argumentos suficientes para superar todo eso.

Resulta muy importante, por tanto, no fiarlo todo a los partidos de casa (pues la racha aquí podría cambiar) y hacerse fuerte otra vez lejos de Pasaron.

Entramos en la fase definitiva en la que el margen de error cada vez se estrechará más y los regalos, una vez pasado Reyes, deben dejar de repartirse por los diferentes campos de España.       

Termino esta columna informando con algún mes de retraso que a este blog le ha nacido desde finales de Octubre un hermano pequeño en forma de podcast.

En la plataforma spreaker.com se aloja la versión podcast de "En clave granate" (así habría que teclear en el buscador una vez dentro de spreaker) con mis reflexiones acerca del equipo y el resto de la categoría en formato audio.

Espero que sea del agrado de aquellos que se decidan a escuchar algún capítulo


   

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