Tras el tropiezo sufrido en la primera jornada de Liga ya sabíamos que un nuevo revés en Cáceres nos mandaría directamente a las catacumbas de la clasificación una vez disputados los primeros seis puntos.
Así ha sido. La derrota ante los extremeños por un gol a cero en un encuentro jugado al parecer bajo unas condiciones de calor exageradas ( lógico si se propone jugar en Cáceres a las 12 de la mañana un 30 de Agosto) y con el varapalo de otra expulsión todavía mucho más temprana que la sufrida ante el Guijuelo nos lleva a compartir la última posición de la tabla junto a Somozas y At. Astorga.
Dicen las crónicas que el Pontevedra fue superior mientras existió igualdad numérica sobre el césped y que incluso hasta el descanso consiguió sujetar sin problemas un partido que tan complicado se había puesto con esa doble amarilla de Pablo Carnero.
En la segunda parte, según esas mismas crónicas, el equipo no pudo aguantar el ritmo y sobre todo se vio lastrado por ese gol del rival que ya ponía las cosas realmente cuesta arriba.
Llega el momento, por tanto, de aplicarse a la tarea de mantener la calma y dotarse de buenas dosis de paciencia para que no cunda el nerviosismo que suele aparecer junto a los sudores fríos cuando la clasificación nos indica que nadie o casi nadie queda a nuestras espaldas.
No es óbice, no obstante, lo anterior para admitir que el partido del próximo Domingo frente al Tudelano en casa adquiere mayor trascendencia para el Pontevedra pues de no puntuar tampoco frente a los navarros este modesto bloguero no tendría apenas dudas que en el interior de la nave granate empezarían algunos a revolverse inquietos en sus asientos.
Pero antes de este importante choque nos encontramos a golpe de Miércoles con la primera ronda de Copa del Rey que va a llevar a los granates hasta Guijuelo para disputar esta eliminatoria a partido único. Si el equipo fuera capaz de derrotar a los salmantinos el "premio" sería un nuevo "viaje de placer" esta vez más largo y "confortable" hasta tierras leridanas o alicantinas según haya sido el resultado del encuentro entre Lleida y Hércules de Alicante.
Es aquí donde ese medio kilo de sentido común que se cita en el título de esta entrada debería empezar a manifestarse. Sin embargo, no ha aparecido dicho sentido común en el Pontevedra a la hora de proponer la hora del encuentro del Domingo pasado. So pretexto de tener unas horas más de descanso para jugar en Guijuelo, hemos mostrado nuestra aquiescencia e incluso iniciativa a la hora de disputar el partido de Liga en un horno pirolítico sito en el estadio Principe Felipe de Cáceres. Sí, es cierto que por la tarde ese calor no se habría esfumado por arte de magia pero no creo que sea lo mismo jugar de 12 a 14 horas que de 18 a 20 horas.
Ahora bien, este argumento vale si en el club se entiende que lo prioritario sino lo único que importa es la Liga y no volver bajo ningún concepto a coquetear con la Tercera división. Si en la entidad se entiende que se debe apostar por esta demencial Copa del Rey y se deben quemar las naves primero en Guijuelo y luego en Alicante o Lleida para perseguir la quimera de que con posterioridad toque un primera de postín, entonces vale.
Pero ese hipotético planteamiento de apuesta por la Copa suena completamente contradictorio con el discurso de austeridad extrema y modestia superlativa que se viene argumentando desde el Consejo de Administración que afirma y alega que no se puede gastar ni un euro más de lo previsto en un principio.
Mi opinión es clara una vez conocido el sorteo de la Copa. Esta competición debe ser secundaria y se debe invertir en ella el mínimo desgaste posible para la plantilla.
Por ahora, se ha condicionado el horario de un partido de Liga para "tener más descanso" para el partido de Guijuelo (no entiendo por que no se propuso al Cacereño entonces jugar el Sábado a primera hora de la tarde para que el problema de iluminación de su estadio no fuese un obstáculo en absoluto) y no me extrañaría que apareciéramos sobre la hierba artificial de la villa jamonera con los once titulares habituales para afrontar el encuentro.
Lo lógico y normal sería viajar a Salamanca con aquellos jugadores que no están entrando en los planes de Luisito en este comienzo de Liga (sorprende en este sentido, por cierto, el ostracismo de Pablo) y como quiera que no tenemos una plantilla larga dosificar mediante los cambios reglamentarios a aquellos titulares fijos que tengan que disputar minutos el Miércoles que viene.
Nuestro rival liguero, el Tudelano, también disputará Copa el Miércoles pero lo hará en casa ante el Compostela. No tendrá, por tanto, el desgaste de un viaje intersemanal y lo mejor sería afrontar el encuentro del Domingo con la gente lo más descansada posible para estrenar nuestro casillero de puntos en la única competición (dado, insisto, el horroroso sorteo que hemos sufrido en Copa) que debe centrar nuestros desvelos.
Que no. Que no se trata de ir a pasearse a Guijuelo.
De lo que se trata es de competir con sentido y con cabeza y no quemar a un equipo que necesita salir de abajo lo más pronto posible.Si de esta forma se pasan las dos eliminatorias y en el siguiente sorteo nos toca un premio de verdad, miel sobre hojuelas.
Es de esperar que un técnico con la experiencia de Luisito tenga bien claras estas circunstancias y obre en consecuencia con las prioridades que el equipo que entrena debe tener.
Estamos a 31 de Agosto y quedan sólo unas horas para el cierre del mercado veraniego. Vuelve a sonar en algunos mentideros el nombre del joven Queijeiro (centrocampista del Deportivo B) para reforzar al equipo. El secretario técnico del club declaraba a Radio Pontevedra en el descanso del partido ante el Cacereño que no estaba descartado traer a algún jugador e incluso afirmaba que había que ver lo que pasaba en la segunda parte del partido (interpreto dicha frase como "un echar balones fuera" pues tanta improvisación parecería inaudita). Aunque lo que pasó en ese segundo tiempo ya lo sabemos. Lo que desconocemos es si lo sucedido ha motivado que el Pontevedra dé el paso e incorpore a un jugador a última hora del plazo.
De ser que sí espero que se acierte y el que venga sea alguien importante y con capacidad para acumular minutos. De lo contrario casi sería mejor estarse quietos.
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