lunes, 11 de abril de 2016

El inesperado retorno del profesor Bacterio

Hace algunas semanas escribía acerca de mi afición a diferentes tebeos entre los que ocupaba un lugar especial las aventuras de Mortadelo y Filemón.
Hablaba en aquel artículo de varios personajes que circulaban por la inolvidable Agencía de la T.I.A y describía con mayor detalle la figura del profesor Bacterio. Como recordaba tras el partido contra el Racing jugado en Pasarón, el profesor creado por Ibáñez es un científico incomprendido cuyos experimentos u ocurrencias acaban de la manera más desastrosa posible haciendo casi siempre blanco y víctima de sus errores al poliédrico agente Mortadelo cuya antipatía por Bacterio era tan grande como indisimulada.

En esa crónica del encuentro frente a los cántabros argumentaba que habían sucedido cosas un tanto extrañas en la alineación y ubicación de los jugadores sobre el césped y que daba la impresión de que el profesor había decidido darse un garbeo por nuestra ciudad y tomar posesión de nuestro técnico de manera transitoria durante parte del choque de aquel Domingo.
En la segunda parte de ese encuentro todo pareció volver a la normalidad e incluso el Pontevedra acabó disputando una segunda parte bastante buena (favorecido, es cierto, por el excesivo conservadurismo de Munitis) y que esa sombra "bacteriana" parecía haberse diluido en la atmósfera lerezana para no volver a corporeizarse más.

A raíz de lo sucedido ayer me entran serias dudas sobre si el ínclito Bacterio haya tenido a a bien volver a pasarse por el banquillo granate durante unas horas pero lo cierto es que el Pontevedra CF protagonizó una primera parte no ya mala sino extraña y con novedades que volvieron a salir rematadamente mal para los intereses del equipo pontevedrés.

Es verdad  que el Pontevedra en partidos anteriores en casa ya había exhibido un sistema con tres centrales más dos laterales largos. Pero lo había hecho siempre como recurso excepcional cuando las cosas no salían y el marcador nos era adverso. En ese encuentro disputado contra el Racing de Santander tras el descanso Luisito ubicó a sus hombres con ese 5-3-2 y dio sus frutos. También al inicio de la segunda parte frente al otro Racing el Pontevedra mudó sus sistema para jugar así y en algunos encuentros con el marcador a favor y en los últimos minutos (Leonesa, por ejemplo) salió un tercer central para reforzar la seguridad defensiva y el juego aéreo.

Ahora bien, de entrada nunca en Pasarón se había salido así y menos con ese 5-2-1-2 o (si atendemos a la posición de los laterales cuando teníamos el balón 3-4-1-2.)

Así, Kevin se veía "desterrado" al centro de la defensa para ubicarse ahí junto a Bruno y Campillo. Los laterales (Verdú y Adrián) se adelantaban más al medio campo cuando teníamos la posesión para jugar prácticamente a la altura del doble medio centro (Alex y Queijeiro), Bello se ubicaba en una clara media punta y Borjas y Hugo oficiaban en ataque.

El partido empezó de esta forma y fue tal el desastre y la "empanada" colectiva que por vez primera en dos años se escucharon durante varias fases con claridad la música de viento de una afición que no entendía casi nada de lo que veía, pitada que arreció al terminar la primera parte.

Marcó el Sporting al cuarto de hora en la única ocasión que tuvo en todo el encuentro si ocasión se le puede llamar a un lanzamiento efectuado casi desde Ribadeo en el que los jugadores granates estuvieron contemplativos y nada eficaces a la hora de estorbar al centrocampista asturiano y a renglón seguido Luisito empezaba a desembarazarse de ese incómodo disfraz de profesor de tebeo y ordenaba el cambio de ubicación de varios de sus hombres sobre el terreno de juego. 

Efectivamente, Kevin abandonaba su "exilio" y pasaba a hacer pareja como es habitual con Alex; Hugo se movía a la derecha, Bello a la izquierda y Queijeiro pasaba a actuar en esa línea de tres mediapuntas por detrás de Borjas en un 4-2-3-1 más reconocible.

Aún así el tema no mejoraba en absoluto y el Pontevedra ni era capaz de sacar bien el balón, ni combinar ni mucho menos crear peligro en la área esportinguista.
Y a la media hora se produjo el definitivo arrancamiento del disfraz "bacteriano" y en otro reconocimiento de errores Luisito decidió hacer dos cambios de una tacada y colocar sobre el campo a Jandrín (aunque también "exilado en banda izquierda) y a Mouriño sacando del césped a Bello y Queijeiro.

En los minutos que quedaban hasta el descanso el Pontevedra mejoró algo y un tiro de Alex y sobre todo otro de Mouriño en buena posición empezaban a presagiar que ya con una mínima racionalidad el Pontevedra podría tener opciones de darle la vuelta a la tortilla.

Y tras el descanso se jugaron los mejores minutos de la tarde con un Mouriño dinámico, un Kevin apretando desde el medio y mezclando como casi siempre bien con Alex y un Hugo que por fin realizó su primera jugada en casa desde que es granate penetrando muy bien por la derecha y enviando un bonito centro para que Alex llegando desde atrás conectase un certero cabezazo para conseguir el empate.
Mejoraba el Pontevedra a la par que el filial gijonés seguía dando una paupérrima imagen que mucho tendrá que cambiar para no verse implicado no ya en la promoción sino incluso en el descenso directo.

Es cierto que tras el gol y también por un parón bastante largo por la lesión de un jugador visitante en la jugada que propició la primera amarilla para Borjas, el Pontevedra cortó un poco la continuidad en su juego que había logrado al inicio del segundo tiempo pero sí se veía que el control del partido era total del conjunto granate y que en alguna jugada se podría lograr el triunfo. 
Luisito demostró que quería ganar y que no valoraba un empate que apenas servía para nada al introducir a Jacobo en el campo para sacar a Bruno y volver a retrasar a Kevin a la defensa.

Pero poquísimo después llegaba una jugada extraña en la que se produce un choque en el área entre Borjas y otro jugador rival y el árbitro tomó la decisión en ese lance de sacarle la segunda amarilla al delantero canario del Pontevedra. Fue una jugada confusa en la que sí es cierto que un Borjas desafortunado ya desde hace demasiado tiempo va con mucho ímpetu a la pelota pero en la que da la sensación de que resbala y que en ningún momento quiere golpear al jugador esportinguista.

Sea como fuere la expulsión cortó de raíz las esperanzas de remontar el partido pues el Pontevedra que sólo tiene un delantero en plantilla (más Carnero al que parece que ya no se le espera) se quedó completamente romo en ataque y sólo la ingenuidad o mediocridad de los jugadores rivales provocaron que ese último cuarto de hora discurriera por unos canales de tranquilidad e impotencia sabedores ambos equipos que el 1-1 sería el resultado final del encuentro.

Ha sido una semana extraña rematada con esta absurda y regalada primera parte que fue una losa que no se pudo superar y deja al Pontevedra tras el empate todavía quinto y con un punto de margen con respecto a un Burgos que nos visitará en la última jornada de liga.

Y digo semana extraña porque "extrañas" e incluso preocupantes me parecieron unas declaraciones del entrenador publicadas en prensa pocos días antes del partido.

Que el Pontevedra desde hace meses no entrena en unas condiciones óptimas para afrontar la competición (algo que volvía a repetir Luisito en esas declaraciones) es cierto y nadie puede negarlo pues poder pisar Pasarón de vez en cuando para preparar los partidos sería muy positivo. Ahora bien, la forma de decirlo (y es sólo una impresión de este bloguero) me vuelve a sugerir un malestar de Luisito con el Consejo (malestar tenue, si se quiere pero malestar a fin de cuentas). Un malestar que ya quiso poner de manifiesto el de Teo en la famosa rueda de prensa tras el choque disputado frente al Coruxo.
En aquel momento los medios pusieron el acento en las críticas del entrenador a la propia prensa por inflar las posibilidades reales del equipo en la clasificación pero a mi juicio lo más importante de aquellas palabras de Luisito fueron las que solapadamente deslizó en dirección a ese Consejo y contra algunas opiniones que desde dentro del propio club se habían vertido con relación a la posibilidad de clasificarse para el play off.

A mediados de la pasada semana Luisito volvía a hacer hincapié en el tema de los entrenamientos y reconocía (creo que algo molesto) que nadie de la entidad se había dirigido a el todavía para hablar de la renovación.
Estamos ya en el mes de Abril y el objetivo con el que el equipo salió a competir hace semanas que se ha conseguido. 
Llama la atención, es cierto, que durante todo este tiempo de tranquilidad ya con la seguridad de la salvación en la mano no se haya hablado todavía con el técnico para tratar el tema de su continuidad y cada día me parece más evidente que esta situación está generando diferentes tensiones que a veces resultan difíciles de disimular.

No ayudan en absoluto algunas afirmaciones del propio Luisito en la rueda de prensa de ayer en la que venía decir sin ambages que la Copa del Rey le da lo mismo y que el lo que quiere ya que no puede ser cuarto es ser quinto y quedar lo más arriba posible. Los que nos tomamos la molestia de escuchar íntegra dicha rueda de prensa sabemos que esa frase está dicha con el estilo propio del de Teo y que su mensaje no es renunciar a la Copa pero debería tener cuidado pues esa frase sacada de contexto podría añadir todavía más confusión y dudas en una relación entrenador- Presidenta que por lo menos de puerta para fuera parecía completamente idílica y vacía de problemas e inconvenientes.

Viene el Celta B el próximo fin de semana. Es evidente que a los aficionados granates el derby que nos gustaría disputar es contra el Celta "sin b" pero a falta de grandezas pasadas que da este sucedáneo que no deja de ser importante para el maltrecho orgullo de la afición pontevedresa.

Espero que la actitud del equipo (aunque sin puntas pues Borjas será sancionado) sea desde el principio la de la segunda parte de ayer y que ni la clasificación ni el pasado de algunos jugadores sea óbice para entender que ganarle al Celta B debería ser obligatorio para nosotros y que conservar el puesto de Copa podría (si se dan buenos sorteos) ser verdaderamente importante para la entidad en el aspecto económico.         
La temporada para la mayoría de nuestros jugadores está siendo eterna (no olvidemos que en la pasada se compitió hasta finales de Junio) pero bien vale un último esfuerzo para no echarse atrás en la tabla y completar una muy buena temporada que podría ensuciarse un poco si nos dejamos ir en demasía.   

        

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