lunes, 18 de noviembre de 2019

Más allá del chiste, del limpiaparabrisas y del Liverpool.

Parece Carlos Pouso una persona proclive al diálogo, a la conversación, a aderezar las ruedas de prensa con expresiones ingeniosas, originales y hasta graciosas.
Por lo menos esa esa la impresión que está ando en sus primeros días como entrenador del Pontevedra CF y buen ejemplo de ello es la conferencia impartida en el día de ayer después del partido en la que introdujo frases que inducen a la hilaridad pero que esconden tras ellas verdades bastante interesantes a la hora de analizar la mejor forma en la que esta plantilla podría jugar y aquellas zonas del campo en la que realmente podemos hacer daño a los rivales de acuerdo a las características de nuestros jugadores.

No me gusta jugar "al corro de la patata"como si fuéramos un "limpiaparabrisas" decía ayer Pouso con ese gracejo medio vasco medio gallego que induce a la sonrisa a aquel que escucha sus palabras.

Luego lo explica y profundiza sobre la conveniencia de que este equipo (por regla general, evidentemente, pues habrá momentos en los que habrá que pausar de manera obligatoria) intente jugar con la mayor verticalidad y rapidez posible para aprovechar el talento de sus extremos o las llegadas de algún jugador desde segunda línea.

Lo que este atribulado bloguero (bueno, lo voy a decir solo en este momento pues lo cierto es que el que esto escribe posee un ánimo triste y compungido casi siempre aunque solo lo diré esta vez ante las justas quejas de algunos lectores a los que les harta tanto atribulamiento y a los que siempre estaré agradecido de que dediquen algo de su tiempo a leer estas líneas). 
Como decía, lo cierto es que a este desconsolado aprendiz de fútbol lo que le sugieren las palabras de Pouso dichas de esa manera tan particular es que esta plantilla es fuerte cuando Bustos o Alex González pueden recibir balones en posición de superioridad sobre el rival cerca del área para que puedan explotar su calidad en el desborde y sobre todo, en el caso del primero, su disparo a puerta. 

Y también cuando encuentra a Romay cerca de la frontal del área que es la zona en la que este hombre (a pesar de que por su calidad puede bajar en ocasiones a ayudar a desatascar el medio campo) desarrolla todo su talento ya explotando su buen "uno contra uno" bien asistiendo a compañeros para dejarles en buena situación ante el gol. 
O también cuando se entiende las características de Adighibe y se le busca en velocidad aprovechando su velocidad innegable y capacidad para el desmarque o esas llegadas desde segunda línea de Alex Fernández que a lo largo de estos años hemos visto en algunas ocasiones.

Lo cierto es que en el encuentro frente al Marino poco o casi nada de eso pudimos ver (tal y como reconoció el propio técnico) hasta la expulsión de un jugador contrario producida en las postrimerías del choque que terminó por romper a los asturianos y posibilitó la sentencia del Pontevedra CF.

Creo que no miento si afirmo que hasta el minuto setenta y muchos de juego el encuentro transcurrió sin más pena que gloria y con escasas acciones de calidad aunque eso sí de manera bastante plácida para el equipo que con un gol en el zurrón apenas sufrió ante las escasas acometidas en ataque protagonizadas por el Marino.

El gol llegó tras una serie de rebotes en el área y un buen remate final de Adighibe que parece ir encontrando su mejor momento una vez olvidados los problemas físicos que le han mermado en los primeras jornadas de Liga.

Al margen del gol la otra jugada de verdadero mérito la protagonizó Bustos en uno de esos escasísimos balones que recibió para encarar a su par sin que la defensa contraria se hubiera organizado y hubiera taponado con más hombres esa vía de entrada. Bustos con un toque genial se desembarazó del lateral y envió un precioso balón al corazón del área que Alex Fernández en una de esas llegadas citadas anteriormente no pudo aprovechar al golpear mal la pelota.

Poco más se hizo con peligro real sobre la portería contraria y a ello pudo deberse por un lado esa excesiva lentitud de los nuestros a la hora de manejar el balón en aquellos momentos en los que se pudo coger al Marino peor colocado pero por otro lado a la escasa ambición demostrada por los de Luanco que no dieron un paso adelante con el gol encajado y siguieron con la filosofía de tratar de "pescar"algo en errores defensivos granates o pérdidas  graves en medio campo que felizmente no se produjeron en ningún momento.          

Y esa seguridad defensiva (a pesar, se insiste, en la poca belicosidad demostrada por el Marino) es la otra noticia además de la victoria que deja el partido.

Y lo cierto es que este atr... perdón. Lo cierto es que a este bloguero se le torció un poco el morro cuando comprobó que en la defensa de cuatro iba a intervenir Campillo como lateral izquierdo resultando esa ubicación para el vigués realmente experimental.

Aún así, Campillo cumplió sin problemas ( luego Pouso explicó que pensó en él en esa posición por la calidad de un extremo asturiano, Morán, que al final no viajó por lesión de última hora) y también lo hizo Figueroa que apenas pasó problemas defendiendo su parcela derecha.

Eso sí, cumplir quiere decir que las espaldas de los laterales estuvieron atentas; que no hubo despistes y que esas vías de agua que otras veces nos desesperaron esta vez permanecieron selladas pero es cierto que a cambio la presencia en ataque de las bandas defensivas fue realmente inexistente y el balón largo cada vez que el esférico merodeaba por su zona fue casi en exclusiva el argumento utilizado.
Completando esa defensa los dos centrales estuvieron muy bien. Como el Marino no atacaba demasiado lo importante es que no se cometieran errores tontos o absurdos que provocaran inseguridad y nervios al equipo en la retaguardia y lejos de cometer esos errores tanto Churre como Erraji se mostraron expeditivos, rápidos y con esa cara de "mala leche" permanente que un central que se precie debe tener a la hora de imponer la ley en el salón de su casa.

A su trabajo también contribuyó un Sana ya asentado como medio centro tapón y defensivo que hizo su trabajo sin complicaciones y que protagonizó la mala noticia de la tarde al lesionarse mediada la segunda mitad.
Acabar con la portería a cero (no se conseguía desde Oviedo) resulta esperanzador y ojalá sea la primera piedra para que esa cifra que sigue siendo enorme de goles encajados (solo hay que ver la tabla) se vaya adecuando a un equipo que quiere play off y que no puede estar en el podio de equipos más goleados. 
En ese contexto otra  frase de Pouso en la rueda de prensa: "Prefiero un 2-0 que un 3-1" cobra todo su sentido y no le parece al que esto escribe una expresión "amarreta"sino bastante lógica pues muchas veces de esa seguridad atrás proviene la contundencia delante.

Como ya se ha dicho más arriba, la segunda parte siguió siendo tan aburrida o más que la primera pero sin esos nervios que un 1-0 produce en el aficionado ante la seguridad que por lo menos desde fuera transmitía el equipo a la hora de atajar los tímidos intentos del rival.
En una acción meritoria de Adighibe llegó la expulsión de un central del Marino y en ese momento sí que el tapón de la botella de champán que permanecía caprichoso anclado al verde cristal del recipiente estalló por los aires dando paso a un carrusel de ocasiones del Pontevedra que redondeó el resultado hasta el 3-0. 
Llegó entonces el 2-0 fruto de un lanzamiento con mucha intención de un Mejía que había sustituido a Sana; el 3-0 tras un buen centro de Pedro Vázquez (que también participó en el segundo y que disputó sus mejores minutos esta temporada) y entre medias Adi pudo hacer su doblete al quedarse solo delante del portero y estrellar la pelota contra el "muñeco". 

Al final lo más importante es que llegó la cuarta victoria consecutiva que acerca al equipo a esas posiciones de privilegio que aquella malisima racha por la que atravesamos habían puesto tan lejos.

Esta serie de resultados se quebrará en algún momento pero lo esencial es que el equipo alcance la estabilidad suficiente para encajar los reveses y regresar de inmediato a la senda de la victoria y no encadenar derrotas  seguidas que a estas alturas harían mucho más daño.

Toca viajar a jugar contra el Peña Deportiva y lo haremos en un campo "estilo Las Rozas" en el que conseguimos imponernos incluso remontando un gol en contra.
Será difícil y más importante, si cabe, ser más "Liverpool que Barcelona". 

En Las Rozas se ganó yendo a lo concreto y en Baleares la consecución de los tres puntos pasa por lo mismo.
A ser posible deberíamos evitar encajar primero pues después de "tirarnos" casi cuatro años sin remontar fuera llevamos dos seguidas y ya una tercera sería tentar demasiado la suerte.

Que importante sería no fallar ahora que casi nos hemos enganchado con el vagón de arriba.!!

   




2 comentarios:

  1. Quieto ahi!...En el primer párrafo 10 líneas sin un signo de puntuación?...casi asfixio!!!

    ResponderEliminar
  2. Bueno, está claro que esta vez se te estropeó la tecla de las comas...:).
    Se agradece los sinónimos utilizados para atribulado bloguero. Recuerda, uno solo por entrada!!!;).

    ResponderEliminar