martes, 19 de septiembre de 2023

Golpe de autoridad.

Había que meterse ya en la competición.

No se podía ni se debía ir acumulando más jornadas sin ganar permitiendo que algunos rivales cogieran puntos de ventaja que luego cuesta un mundo recortar.

Había, en definitiva, que ganar y se ganó.

Y se hizo a lo grande. Con media docena de tantos que conformaron una llamativa goleada y siendo absolutamente superior al Langreo en todas y cada una de las facetas del juego.

Sorprendió Iago Iglesias con un dibujo táctico diferente a la hora de disponer a sus jugadores.

Tres centrales, dos carrileros muy largos, Samu Mayo como único mediocentro y tres futbolistas conformando una línea por detrás de Rufo. Dalisson algo escorado a la izquierda, Carlos López a la derecha y Yelko por el centro.

Y todo empezó a fluir con alegría y naturalidad desde el primer momento. 

Antes incluso de merecer nada ya el Pontevedra logró ponerse por delante en el primer minuto gracias a un zapatazo descomunal de Garay desde fuera del área.

Jugar con el marcador a favor siempre es más fácil. Pensar en lo que podría haber ocurrido sin ese gol tempranero, fútbol ficción.

Lo que fue real, lo que se pudo ver desde entonces, es a un Pontevedra CF seguro de sí, mandón desde el principio y decidido a buscar más goles en su casillero que le dieran todavía más tranquilidad.

Se encontraron con facilidad las bandas para que Alex y sobre todo Bastos penetraran constantemente generando llegadas a las proximidades del área del Langreo (es una pena, por cierto, que el lateral vigués no rentabilize más esas llegadas veloces al ataque pues casi siempre yerra en un control o en el centro posterior).

También fue posible encontrar con frecuencia a Dalisson y C.López en esas posiciones de tres cuartistas.Los tres la interpretaron a la perfección al asociarse tanto con los carrileros como con los jugadores de dentro provocando que, por un lado, la pelota rodase con sentido y continuidad y, por otro, que esas posesiones largas (casi de balonmano) escasearan y se convirtieran en lances preñados de profundidad y peligro cierto para el contrario.

En la primera parte, además del golazo inicial, llegaron oportunidades claras como una de C.Lopez rechazada por un defensa u otra de Rufo que envió un lanzamiento muy cerca de uno de los postes. 

Y fue el propio delantero madrileño el que hizo el segundo gol de cabeza tras una muy buena jugada entre Danilsson y Yelko culminada por Rufo. 

Llevábamos demasiado tiempo esperando al "pelado" y el Domingo volvió a parecerse por fin a ese jugador que llegó en 2019 con unas cifras de goles tremendas en su equipo y que nos ilusionó mucho en las jornadas previas a ese maldito covid que frenó la competición cuando llevaba 4 goles en dos jornadas.

La verdadera borrachera de fútbol, no obstante, llegó en la segunda parte.

A lo largo de los segundos 45 minutos pudimos presenciar una exhibición de Yelko Pino que cuando está de quiero, corta de raíz algunos ornamentos en su fútbol que a veces no resultan necesarios y va a lo concreto, a exponer su calidad sin arabescos pero con contundencia, se convierte en un jugador importantísimo para el equipo.

La colección de entregas al espacio ofrecidas ante el Langreo resultó maravillosa y efectiva pues casi todas esas jugadas o acabaron en gol o en ocasión importante para el Pontevedra.

Si además esa gran actuación se culmina con un gol de antología en el que se perfila para el disparo de manera impecable y coloca el balón lejos del alcance del portero asturiano en lanzamiento precioso, la gran ovación que le dispensó el público cuando fue retirado resulta plenamente justificada.

Todavía recuerdo los 10 partidos que Yelko estuvo fuera en la segunda vuelta de la pasada campaña cuando sus molestias parecía que le apartarían solo 2 partidos. Ese es otro expediente "x" del Pontevedra que posiblemente nunca veremos desclasificado.

No solo Yelko brilló con luz propia sino que uno de los nuevos, Samu Mayo, también dejó sensaciones muy positivas sobre el césped de Pasarón del que luego hablaré un rato.

No sé si se debió a contar con más parcela de medio campo para él solo (en el primer partido en casa actuó también Borja Domínguez con un dibujo distinto) o tal vez porque, como es normal, las semanas de entrenamiento van haciendo que se acople más a su nuevo entorno, pero lo cierto es que el espigado ex jugador del UCAM Murcia se lució tanto a la hora de comenzar la construcción en ataque (ya entregando en corto a los "media punta" o ya abriendo en largo a los laterales) como en desbaratar los escasos intentos asturianos de progresar en ataque.

Salvo dos imprecisiones al principio del choque, Mayo cuajó una actuación más que notable e ilusiona de cara a su afianzamiento en una posición clave para cualquier conjunto y cuyo dueño las dos últimas temporadas había sido Miguel Román.

Aunque con una actuación más sacrificada en pos de las necesidades del equipo, también gustó al que esto escribe Carlos López al que ahora, al parecer, hay que llamar Charly.

Pese a jugar en una posición más retrasada y algo acostada a la derecha, el delantero de Ares confirmó que es un futbolista con capacidad para combinar con sus compañeros, crear peligro llegando desde más atrás y no se limita a ser un "9" meramente posicional. 

Da la impresión de que aún no se ha visto su mejor versión en Pontevedra pero a este atribulado bloguero le van gustando los detalles que López deja en cada partido.

No se meterán, desde luego, 6 goles todos los días. Ni se puede exigir tal circunstancia al equipo.

Ahora, lo que sí es exigible, lo que sí es casi obligatorio es salir al campo, sobre todo en casa, y mostrar autoridad, dejar claro que puntuar aquí en esta categoría debe ser misión ímproba para cualquier rival.

Llenar el capacho de puntos como local acercaría mucho el objetivo y para ello desterrar primeras partes como las del debut es imprescindible.  

Mencionaba antes el tema de la hierba de Pasarón.

Después de lo que se llevaba sufriendo con este tema desde la remodelación del Estadio y el estado deplorable en el que en muchas ocasiones hemos visto el césped de Pasarón, su estado actual (que es posible que todavía pueda mejorar) es otra cosa.

El balón rueda y no "salta". Controlar de primeras una pelota ya no es una utopía. Hasta se ven con mucha más nitidez las líneas pintadas del terreno de juego.

No sé si tarde, no sé si se pudo hacer antes, lo que si sé es que este verano la entidad se ha movido bien y un problema importante, no solo por la dificultad que imponía a los jugadores para desarrollar el juego, sino también por imagen y prestigio, parece que está en vías claras de solución.

Habrá que esperar a las lluvias y ver como aguanta pero cuando el club hace bien las cosas y ello se hace palpable en detalles tan importantes como este, hay que decirlo y felicitarnos todos por ello.

Al mismo tiempo en que se escribe esta entrada del blog, llega un hilo en redes sociales de Libasse Gueye.

La traducción al español es mejorable y no es fácil seguir el argumento de lo que el senegalés quiere explicar.

Saco alguna conclusión, que el rápido jugador africano cree en Dios; que ama a la ciudad y a "sus habitantes"; qué lleva desde Julio esperando volver y que hay "una persona"que no le deja.

Estaría bien que este contencioso desagradable y acerca del cual el Pontevedra CF nunca ha dado una explicación clara y coherente se acabará de una vez por todas. En el sentido que sea pero que se termine pues no tiene sentido alguno que se prolongue en el tiempo.

Y por cierto, sería muy recomendable, es más, hasta obligatorio, que cuando M.Barbeiro se vuelva a marchar con su selección, el Pontevedra CF informe sobre el particular. No cuando lleve días fuera y se apresta a jugar el partido internacional; no cuando vuelva, sino cuando se marche.

Así se demostraría transparencia, interés por tener al aficionado informado y se evitarían malos entendidos.  

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario