martes, 3 de octubre de 2023

Un silbato averiado, otra exhibición de fútbol y un clásico literario.

Tras el partido de Cayón habían vuelto las dudas.

¿Qué Pontevedra nos encontraríamos en casa frente al Guijuelo? ¿La goleada y la exhibición ante el Langreo debía ser considerada como una excepción a la regla o aparecería otra vez un equipo seguro, estable y autoritario sobre el campo?

Casi desde el principio esas legítimas inquietudes después de no ser capaces de conseguir la victoria en tierras cántabras, se fueron despejando.

El Pontevedra volvía a enseñar ante sus aficionados como se puede sacar la pelota desde atrás con limpieza, con elegancia y sobre todo con efectividad a la hora de desbaratar líneas rivales. 

En esta faceta volvió a destacar Samu Mayo que si bien es cierto que en ocasiones arriesga demasiado y puede provocar alguna pérdida importante, la gran mayoría de las veces desahoga y canaliza el fútbol desde el mediocampo con una finura y elegancia realmente dignas de ver.

Encontró igualmente el PontevedraCF los caminos para hacer mucho daño por las bandas y especialmente encontró en la izquierda, con un Chiqui brillante, la manera de lastimar una y otra vez al sistema defensivo chacinero.

Optó Iago Iglesias en esta ocasión, mientras el equipo estuvo con 11 futbolistas, por un dibujo de 1-4-1-4-1, dándole el mando de la zona central del campo al ya citado Mayo.

Situó a Garay de lateral derecho y a Bastos mucho más adelantado en esa banda derecha, con Chiqui en la opuesta y Yelko y Dalisson por dentro, Rufo fue el elegido para la punta.

Y el fútbol volvió a fluir poco a poco, a pesar de que la figura siniestra del colegiado del encuentro se hacía cada vez más presente sobre el césped pontevedrés.

El Pontevedra sometía a su rival que no encontraba forma alguna de llegar a las proximidades del área granate y los goles fueron llegando en acciones por esa banda zurda de Chiqui rematadas una de ellas por Rufo y otra por un Yelko Pino que cumplimentó otra actuación sobresaliente en Pasarón.

Surgieron, no obstante, las complicaciones llegadas en forma de decisiones controvertidas del encargado de juzgar lo que en el campo acontecía.

Llegó una jugada en la que un penalti sobre Chiqui admitía pocas dudas y en el consiguiente intento de contra tras decidir el árbitro que allí no había pasado nada, Mayo veía su primera amarilla, justa, al parar de forma dura el intento rival pero en un lance que no debió producirse si se hubiera señalado un máximo castigo que pareció claro.

Poco después llegó la segunda amarilla a Samu en una acción a la altura del medio campo escorada a la derecha en la cual un jugador del Guijuelo desplaza al mediocentro granate cuando este empezaba el salot para despejar un balón aéreo. Fruto de ese desequilibrio, Mayo se desmadeja un tanto y sí es cierto que uno de sus brazos extendidos (en ningún caso con el codo por delante) impacta sobre otro jugador del Guijuelo que por allí estaba.

El colegiado asturiano (podría ser de otra comunidad autónoma, por supuesto, pero el caso es que era asturiano) no lo dudó y se dirigió como un rayo para sacarle la amarilla a Samu Mayo y dejar de forma harto rigurosa al Pontevedra CF con 10 jugadores.

Estas dos acciones (el penalti no pitado y la expulsión) fueron las más importantes de la primera parte pero no las únicas. 

A lo largo del juego, la diferencia tan evidente como inexplicable en el trato a la hora de castigar disciplinariamente las acciones entre los dos equipos llegó a ser tan desquiciante que provocó una bronca del público realmente llamativa y que hacía bastante tiempo que no se producía.

Llegaban los problemas, por tanto, por esa expulsión y la posibilidad de que el Guijuelo que estaba completamente muerto en el duelo pudiera resucitar al verse en superioridad numérica.

Sin embargo, en una de las últimas acciones del primer tiempo, el Pontevedra enlazó una contra preciosa y letal en la que Yelko obsequió a Chiqui con un pase fabuloso y este, tras gran cabalgada, enseñó su calidad definiendo primorosamente ante el portero jamonero para hacer el 3-0 en el marcador.

Habíamos visto una muy buena primera parte del Pontevedra aguada por algunas de las decisiones arbitrales ya aludidas. Pero lo mejor estaba por llegar.

De entrada, hay que reconocer que con un marcador contundente de 3-0 jugar con 10 es un poco menos duro pero hay que hacerlo igualmente e intentar que el contrario no se meta en el choque con algún gol que pudiera darle alas.

A pesar de lo anterior, el Pontevedra cuajó una segunda parte maravillosa y dio una lección magistral de fútbol siendo infinitamente mejor que el "coloso" que tenía enfrente.

Iago reestructuró el equipo tras el descanso dando entrada a Toño Calvo para ocupar la ubicación de Mayo y retirando a un Rufo amonestado para cortar de raíz cualquier tentación tarjetera del colegiado.

Y lo cierto es que en el minuto 2 se produjo el único error en defensa al tropezarse Churre con una pelota a la hora del despeje y quedar aquella a disposición de un atacante visitante que la envió fuera en buena posición para marcar.

Quizá si el Guijuelo hubiera convertido esa acción las cosas podrían haber cambiado, pero lo cierto es que a partir de ahí el Pontevedra no hizo sino crecer todavía más sobre el césped.

Defendió con orden en los tramos de segundo tiempo en los que el Guijuelo tuvo más la posesión de la pelota; fue capaz de alternar esa posesión chacinera con otros pasajes en los que volvió a combinar y defenderse con pelota y, sobre todo, supo leer a la perfección cuando apretar, robar y generar cuatro o cinco contras tan peligrosas como bonitas con las que apuntaló el marcador, siendo capaz de hacer más goles con 10 que con 11 futbolistas.

Y eso que el árbitro todavía tuvo tiempo de dejar su sello al dejar de señalar una falta clamorosa en el lateral del área sobre Chiqui (al que amonestó a renglón seguido por una falta cometida segundos después) y tampoco creyó conveniente pitar un penalti que pareció bastante claro sobre Toño Calvo.

Sea como fuere, ya con Alex sobre el campo tras la amarilla a Chiqui que le llevó al banquillo "ipso facto" (por si las moscas , otra vez), la figura de Yelko volvió a engrandecerse a la hora de repartir balones en profundidad hacia cualquiera de las dos bandas dejando a su compañeros en pintiparadas posiciones o para rematar a portería o enviar centros mortales.

También destacó Dalisson  que jugó más en punta en la segunda mitad y ofreció calidad en la acción del 4-0 con un centro extraordinario que aprovechó Alex pero también aportó capacidad de trabajo y esfuerzo para evitar que el Guijuelo pudiera salir cómodo desde atrás.

El 5-0 fue obra igualmente del capitán. 

Como tantas y tantas veces, Bastos llegó a zona de ataque con velocidad y entusiasmo pero sin la claridad suficiente para decidir con acierto y en una de esas acciones dejó el balón atrás en la frontal para un Alex, que con el balón casi encima y sin mucho tiempo para colocarse, conectó un remate tan sutil como certero que entró casi por una de las escuadras de la portería poniendo un gran colofón a otra maravillosa tarde fútbol ofrecida por el Pontevedra.

Hace algunos años, todavía con Luisito en su primera etapa en nuestro banquillo, titulé más de una columna con alusiones al clásico de Stevenson, Dr. Jekill y Mr. Hyde.

El comienzo de esta temporada me hace recordar aquellos escritos.

Tras el borrón del debut contra la Gimnástica, el Pontevedra ha enlazado en casa dos encuentros que solo pueden calificarse como extraordinarios y sin embargo, a domicilio, seguimos sin despegarnos de una evidente mediocridad que resulta preocupante dado el comienzo arrollador de un Zamora al que además visitaremos dentro de dos jornadas.

Ya sé que es repetitivo pero hay que seguir diciéndolo. Debemos empezar ya a ganar fuera para tener opciones de ascenso directo. 

A este respecto, y mirando ya al partido frente al Coruxo, la baja de Mayo es importante.

Toño Calvo estuvo bien hace dos días pero parece un jugador diferente. Más de ida y vuelta, más llegador y mucho menos distribuidor o canalizador de este fútbol que quiere Iago para su equipo.

Tendrá que darle vueltas el técnico para ver como solucionar esto porque, insisto una vez más con mi ya característico atribulamiento, urge ganar fuera de Pasarón. 

Anunció, por otro lado, el Pontevedra por sorpresa en el día de ayer el regreso a la entidad en calidad de "manager general" de Elías Espiñiera.

Elías ya ocupó el cargo de Director General del Pontevedra entre 2003 y 2008 y su historial está cuajado de diferentes experiencias siempre relacionados con el mundo del fútbol y el deporte en general. 

Experiencia le sobra y lo que está por ver (al parecer el Jueves se le presentará oficialmente y es posible que se despejen dudas) que pasa con el puesto de Director General que ocupa Marcos del Río y más después de algún "palito", a mi modo de ver injusto, que le cayó a este último en alguna de las entrevistas ofrecidas últimamente por la Presidenta. 

Por lo menos a mí, me gustaría que siguiera en la entidad.  

Para terminar, en mi opinión en esta categoría si existe algún coloso, sobre todo en casa, este viste de granate y se llama Pontevedra CF.

Sigo sosteniendo que a pesar de la indudable pérdida de prestigio y peso en la ciudad que sufre la entidad desde ha ce más de una década (en gran parte por sus propios y constantes errores), esta categoría no le corresponde en absoluto a la institución granate.

Luchar por ser primeros es una obligación y volver a la 1RFEF vía ascenso directo o vía play off, también.

Decir esto no es una falta de respeto ni al Guijuelo ni al Zamora ni al Compostela ni al R.Avilés ni a ningún otro de los rivales del grupo que cuentan con sus lógicas y legítimas aspiraciones entre las que a buen seguro está también el ascenso de categoría.

Recalcar que la 2RFEF no es lugar en el que debería estar el Pontevedra es una muestra de respeto hacia nosotros mismos. Hacia nuestra historia y no me refiero ya al "Hai que roelo" que muchos ni hemos vivido sino a décadas posteriores al mismo.

Es, en definitiva, comprender que si viajamos a Cayón y no ganamos lo único que se puede argumentar es que la "cagada" ha sido monumental. 

Toca Coruxo. Ya hemos perdido esta misma temporada dos veces en ese campo por 1-0. Una vez en amistoso y otra en Copa "garrafón" o "Federación".

El Zamora nos saca 7 puntos y no podemos ir a O Vao a verlas venir otra vez.

Por favor, que Mr Hyde se quede en casa y aparezca en Vigo el Dr .Jekill.     

1 comentario:

  1. Don José Félix, otra vez me sumo a usted x sus acertados comentarios.Aunque no sé cuándo es más atribulada su prosa si en la victoria o en la derrota. Una vez más felicidades.

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