lunes, 8 de marzo de 2021

Fracaso consumado salvo milagro; tragedia deportiva en ciernes

Existen aficionados de equipos de fútbol, están en su legítimo derecho a hacerlo, que interpretan las críticas de otros seguidores de su mismo equipo como un abandono, como una rendición, como una traición a unos colores.

Igual que ellos son libres para expresar esa posición, el que esto escribe lo está también para decir que una crítica, una exigencia o aquellas quejas denunciando las cosas que una institución hace rematadamente mal, ni implica ninguna clase de desidia hacia un sentimiento o hacia un escudo, ni suponen abandono alguno de una causa por imposible que parezca su éxito o por mucho que dicha causa sea constantemente torpedeada desde dentro por aquellos que en principio tienen la misión de defenderla.

Para aquellos que entienden la pasión por su equipo como un constante ánimo y cero contestación y para aquellos que entienden compatible entregar el corazón con exigir a su club un mínimo de diligencia, unos y otros aficionados del Pontevedra CF, con el mismo derecho a vivir su sentimiento como deseen pero todos dentro del mismo barco, les recuerdo que durante toda esta semana diferentes voces (unas desde dentro de la entidad y otras desde fuera) cantarán a los cuatro vientos que todavía existen posibilidades matemáticas de acceder a la fase del 4 al 6.

Nos dirán, insisto desde dentro y desde fuera a través de tribunas variopintas, que si ganamos los dos partidos que nos quedan y Compostela o Deportivo pierden los dos restantes (o incluso el Racing los tres) entraríamos en la lucha por no bajar de categoría y jugar la tan deseada como desconocida a estas alturas 1ª RFEF, antes conocida como Pro.

Nos llamarán a la unión, repetirán hasta la saciedad "Pontevedra nunca se rinde" abusando una vez más de la paciencia de una afición que en su mayor parte está ya hasta las narices de tanta incompetencia.

Proclamarán sin rubor alguno que no es momento para críticas, que ahora no toca destruir, que hay que ser granates más que nunca etc etc etc.

Intentarán, por tanto, una vez más y van tropecientas confundir el amor y la entrega a unos colores con el legítimo (y en mi opinión obligado) ejercicio de un derecho a la protesta por los repetidos errores que nos lastran temporada tras temporada.

El mayor de esos errores, el que acaba por derribar los cimientos débiles en los que se asienta el Pontevedra cada Liga que pasa, viene motivado por el hecho de que el club manifieste un deseo de crecer y llegar a la LFP y al mismo tiempo no mueva ni un solo dedo para profesionalizar la entidad por dentro y hacer que funcione con un mínimo sentido de racionalidad futbolística.

Pensar en que se pueda progresar de verdad, convertirse otra vez en un club importante y con clara vocación hacia arriba, con una comisión deportiva formada año tras año por Lupe Murillo y Roberto Feáns no es que sea quimérico, es que suena directamente a risa.

¿Podría alguna vez de casualidad salir bien? Sí. Ahora, tendría que darse todo absolutamente de cara y no tener contratiempos importantes, algo que resulta casi imposible a lo largo de una temporada.

La prueba la tenemos en la 16/17. El Pontevedra no tenía una gran plantilla pero si unos buenos 13 o 14 jugadores. Ese año a Féans el PC fútbol le salió algo mejor pero al romperse una pieza vital, Mario Barco (cedido), la pirámide se fue cayendo e incluso estuvimos a punto de no jugar el play off dilapidando una ventaja considerable. 

No había aquel año ni lo sigue habiendo en la actualidad un proyecto serio, de fútbol, con gente al servicio del club pateando campos, ojeando jugadores, haciendo un trabajo en silencio que quizá a corto plazo no de frutos pero que sí lo hará a medio.

¿Cómo se puede tener un DD que siempre está en Pasarón viendo a su equipo? Tendrá a gente a su servicio que haga el trabajo de rastreo, pensarán algunos.No, no hay nadie.

¿Cómo se puede estar "tirando" constantemente de representantes que intentarán colocarte a sus jugadores vendiéndote que son los "mejores del mundo mundial" sea o no sea cierto tal aseveración?

¿No sería más lógico llevar tú la voz cantante; verlos antes las veces que hagan falta; tener diferentes opciones examinadas "in situ"; en definitiva sembrar para recoger con más garantías de alcanzar una buena cosecha?  

El Pontevedra CF no funciona así. 

Tenemos una Presidenta que cree que sabe de fútbol y un Director Deportivo dimitido pero que presenta la plantilla al nuevo entrenador un día después de su "dimisión" (ya es tomarle el pelo a la gente sin disimulo) que no ve partidos porque considera más importante sentarse en el plazo del estadio donde juega el suyo Domingo tras Domingo.

Vaya por delante, porque hay que intentar ser justos siempre, que alguna operación de este año que ha salido mal la aceptamos unánimemente y la entendimos positiva.

Hablo, por supuesto, de Charles. El rendimiento del jugador no ha sido luego el esperado pero sería hipócrita opinar ahora que esa incorporación no debió haberse hecho cuando era el momento justo para llevarla a cabo.

Ahora bien, que Charles no haya resultado decisivo ni mucho menos es la razón por la que el Pontevedra está al borde de bajar 2 categorías de golpe.

Ahí van varios ejemplos de esa falta de trabajo en los despachos deportivos que nos lastran año tras año y que provocan un desaliento difícil de explicar.

El Pontevedra lleva sin laterales de verdad desde que se fueron Bonilla y Loureiro. 

Esta temporada resulta especialmente extraño haberse ido a Madrid a buscar un lateral de treinta y tantos como Aitor que ni siquiera ha aportado más que Figueroa. Por su parte, Eneko es un lateral más que a veces está bien pero que muchas veces no lo está principalmente, en mi opinión, porque es un jugador ofensivo cuyo reciclaje al lateral no ha sido del todo efectivo.

Este año hemos vuelto a contar solo con 3 centrales y a uno de ellos, Bueso, se le quiso enseñar la puerta de salida antes de empezar la competición.

El Pontevedra ha estado mal en defensa como equipo desde el principio pero es que además cuenta con muy pocos defensas de verdadera jerarquía a día de hoy pues el rendimiento de Xisco ha sido bastante decepcionante. 

De 16 partidos hemos encajado en 13 y casi siempre al principio de los partidos,como en el día de ayer, perdiendo 1-0 ya desde el vestuario y dilapidando todas nuestras opciones partido tras partido por no haber sido capaces de construir un equipo de verdad, si por tal entendemos un conjunto pétreo, que funcione como un bloque y que no regale nada a su rival. 

De la cantidad de partidos que hemos empezado perdiendo, nada menos que 10, solo hemos remontado uno, el del Helmántico y así evidentemente es imposible aspirar a nada teniendo en cuenta lo vital que resulta marcar primero hoy día en el fútbol.

Ni Charles ni Rufo han estado como se esperaba esta Liga pero ¿qué hay detrás? Nada de nada.

De Pitu mejor ni hablar porque el chico no tiene la culpa absolutamente de nada pero es una muestra más de la incompetencia de las 2 personas, Presidenta y DD "dimitido" que llevan la parcela deportiva. Y Diz es un jugador claramente de banda donde hay overbooking y no se parece en nada a un 9.

¿Qué habría pasado si Rufo o Charles se hubieran roto? Lo mismo que ha pasado en el momento en que no han rendido bien: en que no se ha buscado en el mercado de invierno (cuando ya se tenían datos de lo que pasaba) una alternativa mínimamente potable a este problema evidente.

La reacción excesivamente tardía a la lesión de Romay (se trajo a Sabater que es otra clase de jugador ya bien entrado el mercado invernal), fichajes como el de Oscar al que también se buscó salida y que ha tenido que salir al campo estas últimas semanas por la cortedad excesiva de la plantilla...

Creo además que la decisión de que fuera Jesús Ramos el que empezara la temporada en el banquillo resultó muy arriesgada dada su falta de experiencia y la especial trascendencia de lo que había en juego.

Se podría seguir hablando y aportando detalles pero todo viene del problema matriz ya citado, la nula profesionalización del Pontevedra en la parcela deportiva que impide al club contar con un proyecto que podría tener vaivenes en algún momento pero que daría sentido a la solicitud constante de paciencia a una afición  que creo estaría dispuesto a darla (y mira que de paciencia andamos ya escasos) si observa que por lo menos existe el germen de algo que podría dar algún resultado.

La posibilidad de entrar en fase intermedia es quimérica (aunque insisto nos bombardearan estos días con el hecho de todavía) es posible.

Lo racional es fijarse en la puntuación que llevan los de abajo en el subgrupo 1B y darse cuenta que Oviedo B y Lealtad con los mismos partidos ya tienen más puntos que nosotros.

Además, en nuestro subgrupo, si el Coruxo gana el atrasado contra el Racing también alcanzaría mayor puntuación que la nuestra.  

Como quiera que en la fase por evitar el doble descenso, de 8 equipos bajan 5 e incluso 6 en algún caso, el Pontevedra podría incluso empezar esa fase en posición de descenso a 5ª división y lo peor que se podría hacer ahora es dejarse llevar porque podríamos pasar de un fracaso sin paliativos a una tragedia deportiva sin parangón en la ciudad lerezana.

Confieso que hacía mucho tiempo que no sentía esta sensación tan descorazonadora con relación a la situación del Pontevedra CF.

No se trata de desasirse del equipo. Eso es imposible. 

Cuando algo lo llevas dentro desde muy niño y te has reído, has llorado, te has apasionado y has disfrutado tanto con un equipo, ese algo estará contigo hasta el día en que te mueras porque lo has elegido tú y lo quieres con una pasión que no entiende ni de sentido común ni de lógica.

Es cierto, en cambio, que tantos fracasos, que tantas desilusiones hacen mella.

Algo debe cambiar en el Pontevedra CF.

Si de verdad queremos volver a ser un club respetado, envidiado y con posibilidades de volver a ser grandes no podemos seguir así.






 

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario