martes, 13 de septiembre de 2022

De zonas "DOGSO", frenos de mano y un "hobbit" desasistido

Hay opiniones que sostienen que el fútbol triunfó desde el principio por la sencillez de sus reglas y una rápida comprensión del objetivo del juego por parte de sus seguidores.

Con el paso de las décadas algunos aspectos se fueron perfeccionando. Los cambios de más calado apelaban simplemente al sentido común que exigía que si había lesiones lo normal es que hubiera cambios y que si existía extrema dureza e incluso violencia se aplicasen normas disciplinarias.

En los últimos tiempos, sin embargo, se ha ido admitiendo como algo normal que cada poco tiempo se reúnan los responsables del fútbol mundial (rodeados, supongo, de suculentas comidas y todavía mejor bebidas) para cambiar determinadas normas de este deporte. 

Así, por cada cambio coherente en las reglas del fútbol que pocos pueden negar que beneficia al espectáculo, se producen cinco o seis que enmarañan de tal forma el reglamento que dan ganas de tirar la toalla a la hora de tratar de entender lo que los prebostes de balompié acuerdan cada vez que se juntan para arreglar el fútbol.

El Domingo en Pasarón se vivió una de esas jugadas para cuya interpretación nadie parece tener la respuesta correcta y genera numerosas dudas entre la afición a este deporte.

Tras un primer cuarto de hora soporífero de juego entre Pontevedra CF y CD Talavera, se produce un lance en el que Brais alcanza a enviar un certero pase hacia Oier Calvillo que una vez ganada la posición por velocidad a su marcador y controlado el esférico, se apresta a entrar en el área de castigo algo escorado a la derecha para encarar al portero rival.

En ese momento, Oier es derribado sin duda aluna por el defensor talaverano indicándose por el árbitro penalti para los granates y tarjeta roja directa para el jugador contrario.

Vaya por delante que la acción en la que el futbolista toledano golpea en el muslo a Oier es fuera del área aunque ya dentro estira su brazo para terminar de empujar al interior navarro.

Si se entiende que es una acción continuada debió señalarse falta a escasos centímetros de la línea de área grande y no pena máxima.

Ahora. Está bien expulsado el jugador del Talavera?

Ahí empiezan las versiones diferentes, las apelaciones a presuntos cambios recientes de norma y más argumentos para tratar de explicar si esa expulsión resultaba acorde o no con el reglamento existente a Septiembre de 2022.

Lo que este atribulado bloguero puede aportar a tal acalorado debate es aquello que escucha en los medios de comunicación generalmente cuando hay que justificar alguna decisión arbitral a favor de cualquiera de los dos miembros de duopolio.

Así, lo que se dice es que hay dos circunstancias claves que hay que analizar para valorar el color de la tarjeta.

Por un lado, si existe a juicio del árbitro ocasión manifiesta de gol y si además el defensor cuenta con opciones reales en la acción de disputar la pelota o va a derribar claramente al atacante sin posibilidad alguna de alcanzar el cuero.

Además de ello, nos han dicho en más de una ocasión y "presentado con todos los honores" a la famosa "zona Dogso" que no es otra que aquella que se encuentra en las inmediaciones de las áreas de castigo y que entran dentro de la parte del terreno de juego en la que se puede considerar una oportunidad ofensiva como manifiesta a o clara a la hora de intentar hacer gol.

Con esa información (que además ha sido corroborada estos días en redes sociales por alguna cuenta especializada en la aplicación del reglamento por los colegiados), para el que esto escribe resulta evidente que el defensor rival derriba a Oier sin posibilidad alguna de jugar la pelota y que además la ocasión para el navarro era clara pues aunque algo escorado encaraba en solitario al portero talaverano.

No debió pitarse penalti porque la acción empieza fuera pero sí esta bien expulsado el defensa por lo menos según la explicación que se acaba de ofrecer.

Curiosamente en esta misma jornada pero en 2ªFedereción se han producido dos acciones parecidísimas que acabaron con la misma consecuencia, la expulsión por roja directa del jugador infractor.

La primera de ellas en el encuentro Marino de Luanco- Ourense CF. En ella, un jugador gallego derriba por detrás a un atacante asturiano fuera del área y recibe la roja por el árbitro.

En esta acción el jugador del Marino encara al portero por la parte central del área pero todavía es más parecida a la de Pasaron la vivida en O Couto en el partido jugador por el Arenteiro y el Bergantiños.

En ese partido un jugador del Arenteiro tratar de penetrar por el lado derecho del área y es derribado antes de conseguirlo por un futbolista del "Bergan". El árbitro decidió también expulsar al jugador de Carballo.

Recomiendo a los lectores de esta columna que acudan a los resúmenes de estos partidos ofrecidos por En Xogo y que pueden encontrarse en su cuenta de twitter para comprobar la similitud de las acciones.

Es más, el mismo colegiado que arbitró hace dos días en Pasarón, fue el encargado de pitar el Arenteiro- Pontevedra de la pasada temporada y en la segunda parte de aquel choque, Pol Bueso fue expulsado por una acción parecida con Alberto Rubio fuera del área de castigo. (Precisamente Rubio convirtió el saque de esa falta en gol para los granates)

Parece, por tanto, que la decisión de expulsar al jugador del Talavera no es ningún disparate a no ser que entendamos que todas estas acciones que se han relatado aquí están mal arbitradas.

Lo cierto es que esa jugada, una vez transformado el penalti por Charles, le puso en bandeja el partido al Pontevedra CF que siguió disputando la primera parte con ese ritmo cansino y "lentorro" parecido al del año pasado y que resulta excesivamente precedible para el rival de turno juegue con 11 o 10 jugadores.

Aún así, Charles de tacón, Yelko tras una jugada de estrategia y Román en una buena jugada individual pudieron marcar y sentenciar ya el partido antes del descanso.     

Fue una primera parte, insisto, aburrida y con poco ritmo ante un rival, no lo olvidemos, que disputaba su primer partido oficial con una plantilla pensada en principio para una categoría inferior y que bastante hizo con mantener el orden y tratar de sorprender en alguna contra al conjunto granate.

No cuenta con malos jugadores este Talavera como Ramos, Mayorga, Zanelli (que incluso sonó para venir aquí) o un Frodo que la pasada Liga cosechó la nada despreciable cifra de 15 goles.

Precisamente Frodo que en ningún momento puedo hacer valer el poder del anillo único al estar completamente desasistido por su "comunidad" durante el primer tiempo fue uno de los tres cambios del rival efectuados en el descanso con el objetivo de buscar velocidad al contraataque en algún hipotético error pontevedrés.

No existió tal error pues el Pontevedra controló totalmente también la segunda parte. Lo hizo otra vez de una manera cansina, a veces trotona, pero sin conceder la más mínima opción a su rival para inquietar en ataque.

Llegó el segundo gol tras, a mi juicio, la mejor jugada del partido con un balón enviado a la izquierda y controlado con calidad por Brais. Esperó este a Alex que dobló la banda con velocidad y el centro al segundo palo fue rematado de cabeza viniendo desde atrás por el jugador más bajo del partido, Bastos, para terminar con cualquier duda por pequeña que fuera acerca del destinatario de los 3 puntos en juego.

Luego llegó el tercero en el que participó una vez más Brais y que acabó remachando (creo que en el único balón que tocó) por un  Rufo que antes había sustituido a Charles.

Fue un partido, en suma, de 1ª RFEF jugado a ritmo de 2ª RFEF (lo que a tenor de lo escuchado en rueda de prensa no debió gustarle demasiado al entrenador) y contra un equipo que a buen seguro todavía se está amoldando a esta nueva situación inesperada y que es posible que mejore con el paso de los partidos.

En el aspecto individual no hubo tampoco demasiadas cosas que destacar que no sea la actividad de un Brais que fue el más dinámico y participó en los tres goles o el hecho de que nuestros dos puntas hayan marcado por primera vez teniendo en cuenta lo importante que resulta para los delanteros  su relación con el gol.

Quizá como aspecto a destacar deba consignarse igualmente que a excepción de Bastos volvieron a jugar los del año pasado y que los nuevos cuando salen no acaban de colmar las expectativas de aquellos que deseamos verlos.

En mi caso, el que más me apetece ver como se afianza en el equipo por su calidad y la importancia que tiene, es Borja. El Domingo volvió a salir algo frío y perdió dos balones en zonas en las que jamás deben perderse. Es cierto que luego dejó ver ese potente lanzamiento con el que cuenta y que obligó al arquero rival a rechazar el balón en buena intervención pero me preocupan esas pelotas controvertidas en zona de riesgo que Borja debe cuidar con más mimo.

El Domingo sustituyó a Román y es cierto que puede jugar ahí pero yo lo veo en una posición algo más adelantada.

Bakero, por su parte, volvió a silenciar los múltiples aplausos con los que es recibido cada vez que sale y Gueye se enredó demasiado en acciones individuales sin ni siquiera levantar la cabeza en busca de sus compañeros. Si alguna vez es capaz de combinar esa potencia y velocidad que ya nos ha enseñado con una mínima visión de juego, la mezcla puede llegar a resultar muy interesante.

4 puntos de 9 y mitad de la tabla. 

Es una posición tranquila que debe motivar que el equipo prepare con serenidad el gran encuentro con el Deportivo que llega el próximo Domingo.

A buen seguro muchos aficionados granates se desplazaran a Riazor para vivir un choque muy bonito.

Ojalá la imagen del Pontevedra CF sea buena y al margen del resultado compitamos todo el tiempo y entendamos que con el freno de mano echado es más complicado jugar.


 


    

4 comentarios:

  1. analisis de 11💪💪💪💪💪😘😘📢📢📢

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  2. como siempre..soy..eldelllmegaafonoo📢📢📢📢

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  3. ahora....no soy..anoniiimooo👌👌👌👌👌🍀🍀🍀📢📢📢

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