martes, 16 de mayo de 2023

El rey desnudo

 Posiblemente muchos de los lectores de este blog conozcan el cuento escrito por Hans Christian Andersen en el siglo XIX titulado "El traje nuevo del emperador", conocido también por el nombre de "El rey desnudo".

En síntesis, el argumento de esta fábula inspirada en otra historia parecida escrita siglos atrás (en el XIV) por el infante D. Juan Manuel en "El conde Lucanor", se basa en la existencia de un monarca preocupadísimo por su vestuario y que se entera que una pareja de italianos eran capaces de fabricar un traje con la tela más suave y delicada nunca vista con anterioridad.

Además, dicha tela tenía la extraordinaria cualidad adicional de convertirse en invisible a los ojos de cualquier mortal lerdo y sin capacidad alguna para ocupar un cargo tan importante.

Evidentemente, no existía tela alguna y los pícaros italianos (mientras simulaban que trabajaban en la ropa) se quedaban con otra "tela" muy diferente, la que estaba destinada a financiar la compra de tan preciado material.

El caso es que el Rey, deseando saber si tendría la capacidad de ver el traje demostrando así su aptitud para ejercer su reinado, envió a un par de asistentes para comprobar si eran quien de visionar la tela.

Los dos lugartenientes, lejos de reconocer que no veían más que una percha vacía, alabaron efusivamente el traje y " se lo llevaron" a su señor para que pudiera "estrenarlo" cuando quisiera.

Era tal la expectación en el feudo cuyo dominio ostentaba el monarca que este decidió estrenar su traje en un día de fiesta y a través de un desfile.

En el día señalado, el monarca que era perfectamente consciente que no era capaz de ver el traje que sus ayudantes le "estaban poniendo" pero que se mantuvo callado para no demostrar su estupidez, salió a la calle con el dichoso "traje" elaborado por los italianos que a esas alturas ya debían encontrarse a muchos kilómetros disfrutando de su botín.

En pleno desfile y en loor de multitudes, el rey se paseó en "pelota picada" entre las miradas y expresiones admirativas de su corte y resto de corifeos que no veían más que su cuerpo desnudo pero que no podían reconocerlo para no mostrar la estupidez real.

Entre tanto halago y tantas alabanzas, se oyó de pronto la voz de un niño que gritó de forma sorprendente: "Pero si va desnudo", provocando que la muchedumbre empezase a reconocer la desnudez de su monarca.

Finalmente, el rey que a esas alturas ya sabía que no tenía encima prenda de ropa alguna, miró para otro lado y terminó de desfilar.

Tenía ganas de comenzar esta triste columna (la primera tras la culminación del descenso matemático del Pontevedra) con esta breve sinopsis de un cuento que resume mejor de lo que parece la situación que padece la institución desde hace ya demasiados años.

Es el Pontevedra CF una entidad regida por una persona que según dicen ejerce su omnímodo poder sobre todas y cada una de las cuestiones que afectan a la sociedad por nimias que estas parezcan.

Una presidenta que, atrincherada en el hecho de que puso el dinero en un momento crítico para la entidad evitando así que una situación muy perjudicial para el club se siguiese sosteniendo en el tiempo entiende justificados toda clase de errores deportivos y sociales aún a pesar de que todos esos dislates estén provocando que el Pontevedra CF se esté convirtiendo poco a poco en un club de regional.

Que la aparición de Guadalupe Murillo en el año 2014 (junto con algún otro accionista mayoritario que ayudó a que se hiciera con el poder), fue buena para un Pontevedra zarandeado en ese momento por Ayuntamiento y Diputación y en el que no se sabía quien mandaba (si es que lo hacía alguien) es algo que jamás se ha negado y se ha reconocido por todo el mundo, incluido el que esto escribe.

Ahora, justifica eso que el prestigio y la solera del Pontevedra CF se despedace más cada campaña deportiva que pasa? Pues claro que no.

Justifica eso que solo importe el accionista (cuanto más fuerte mejor) y que los abonados y resto de seguidores del otrora club sean tratados como meros parias y súbditos palurdos? Pues claro que no.

A diferencia del cuento de Andersen, aquí sí hay traje. Es un traje granate y azul que acumula mucha historia y que es (o por lo menos era) un orgullo para la ciudad y comarca.

El rey, la reina en este caso, juega con un traje que no sabe llevar ni sabe ponerse y no se da cuenta de que no es capaz de vestirlo con la elegancia y respeto que se merece. 

El Rey del cuento va desnudo aunque piensa que lleva un vestido.

La reina del Pontevedra lleva un traje (ese granate y azul) pero lo deshilacha poco a poco hasta quedarse cada vez más con las verguenzas al aire.

Lo que no cambia con respecto al cuento es la actuación del coro de paniaguados y cortesanos que aplauden al monarca y a su vestido aunque lo que ven es solo su carne desnuda.

En el Pontevedra CF pasa lo mismo.

El círculo de la Presidenta aplaude con la orejas, corrobora y asiente ante cualquier disparate presidencial y nadie levanta la voz para advertir a su reina que el traje se desmorona. Que pierde tela cada semana que pasa. Que se va el granate y el azul. Que son retales que es posible que nunca se recuperen.

Junto a ese círculo más íntimo de consejeros, se encuentran otros admiradores de la reina sentados ya sean en la cúpula de los medios de comunicación locales o en otras instituciones a las que suele llamarse "fuerzas vivas" de la ciudad.


¿Existe en este Pontevedra CF de hoy en día ese niño que de forma sincera y hasta graciosa denuncia que el monarca va completamente en pelotas?

Sí, Existe.

Es esa parte de la afición que lleva años denunciando que así no se puede seguir. Que lleva años siendo ignorada, cuando no directamente despreciada, por un Consejo de Administración que no entiende donde está la fuerza interior del Pontevedra.

Es esa parte de la afición que sigue yendo al campo porque no puede dejar de hacerlo. Porque forma parte de su piel y que ve que en vez de recibir agradecimientos por ello solo encuentra como retorno desplantes y mucha soberbia.

También son "ese niño" algunos periodistas de la ciudad que a pesar de que saben lo difícil que resulta criticar al rey en estas circunstancias lo hacen con la fuerza de su pluma o de su voz sin importarle las consecuencias que ello puede acarrear. 

Son periodistas que no son invitados cada vez que los programas deportivos de ámbito nacional acuden a Pontevedra a realizar la "función". 

En esas ocasiones van otros que nunca fallan a esos actos pero que luego (de manera legítima, faltaría más) se limitan a alabar al Madrid por la ochocientas treinta y dos champions conseguidas tras sacar una vez más ese espíritu europeo o a propagar el catecismo futbolístico blaugrana y extenderlo por todo el territorio nacional.

Las últimas muestras de ninguneo y falta total de empatía con ese "niño", que no es otro que la afición que sigue amando a su equipo de fútbol, las hemos tenido estos días.

Primero con una política de precios para el día del Deportivo indefendible y que no se corresponde con la situación de un equipo que (como así ocurrió) podía "perder su vida" en la categoría varios días después.

Luego con un homenaje cutre y por sorpresa a una leyenda histórica del Pontevedra CF como es Charles Días. 

Cómo no se organizó dicho acto con días de margen y convenientemente publicitado para que todo el mundo supiese de antemano lo que iba a pasar?

¿Por qué se escoge el partido contra Unionistas y no el del Deportivo que sí será el último del jugador y que además podría haber supuesto un acicate para aquellos abonados desencantados por el descenso y que dudan si acudir ese día a Pasarón?

¿Es posible que la Presidenta y su grupo de asistentes "asentidores" hayan utilizado la figura de Charles para extender una cortina de humo ante el descenso que podía ser matemático (como a la postre lo fue) y desviar la atención?

Lo más reciente ocurrió entre la tarde- noche del Domingo y la mañana del Lunes.

A mucha gente le extraño que la entidad no hubiera publicado mensaje alguno en sus cuentas de redes sociales aunque fuera solo para agradecer el apoyo en esta temporada tan difícil y mandar algo de esperanza para el futuro.

El colmo de la indecencia y del pisoteo del seguidor llegó el Lunes cuando comprobamos que el primer tweet tras el descenso era este : "LUNS.Comezamos a semana con adestramento en Pasarón" y unas fotos de dicho entreno.

Se puede llegar a caer más bajo en la manifestación de empatía con una masa social?

A qué viene tanto vapuleo, tanta iniquidad y tanta indiferencia ante los legítimos sentimientos deportivos de una gente que ha visto confirmada la pérdida de categoría de su equipo'

No hay palabras realmente para describir ya esta situación.

El rey o la reina está desnuda.

Pocos lo vemos, pocos lo denunciamos pero yo no quiero acabar este escrito sin agradecer a todos aquellos que con respeto pero con firmeza alzan la voz en defensa simple y sencillamente de lo más importante, el Pontevedra CF. 

 

   

1 comentario:

  1. Analogía perfecta don Félix no debo más q unirme x enésima vez a su análisis, esperando ver un poco de autocritica e humildad en la directiva el año q viene.. Un saludo

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