lunes, 29 de octubre de 2018

Calma insólita

En más de un partido (y de dos) de la temporada pasada jugado en casa terminé con la sensación de que el equipo rival nos había ganado o empatado sin hacer apenas nada sobre el césped. Orden defensivo, un poco de oficio y acierto para cristalizar una de las poquísimas ocasiones creadas eran los ingredientes básicos que los equipos visitantes utilizaban para empatar o incluso ganar en el Estadio Municipal de Pasarón.

Es cierto que algunos de esos equipos que nos visitaron la temporada pasada y que lograron puntuar en Pontevedra no solían exhibir esa practicidad en el resto de sus encuentros ligueros y que aquí se encontraron más a sus anchas debido a la calamitosa campaña que el Pontevedra tuvo a bien protagonizar pero otros sí solían aplicar esa receta con regularidad a lo largo de la competición y fruto del éxito de la misma consiguieron buenas clasificaciones.

El Pontevedra CF parece haberse decidido por dejarse de retóricos planteamientos y búsquedas de una excelencia casi imposible para adoptar una versión sobria, segura y sin aspavientos que le acerque con mucha más regularidad a la consecución de victorias que le catapulten al vagón delantero de la tabla.

Es cierto que adquirir esa seguridad defensiva no es algo baladí y fruto de una varita mágica con el que se señale a todos los jugadores para sacar como por ensalmo ese grupo compacto en el que en los últimos tiempos se ha convertido el Pontevedra. 
Todo lo contrario, mantener la portería a cero durante cinco partidos seguidos y dar esa imagen cohesionada a lo largo de muchos minutos no puede ser sino consecuencia de un trabajo diario en el que parecen haberse apartado ideas más estéticas, combinativas o románticas del balompié para ser sustituidas por frases a veces tan injustamente vilipendiadas en el fútbol de hoy en día como "portería a cero"; " no encajar y ya meteremos alguna" etc etc.

Y digo esto porque el Pontevedra ganó ayer su partido frente al Salamanca CF sin hacer demasiadas cosas sobre el terreno de juego. Es más, la salida del equipo al césped no fue la mejor y todo podría haber cambiado para peor si el conjunto blanquinegro no hubiera errado en el minuto 4 una ocasión tan clara que parecía más complicado fallarla que meterla dentro.
Más el caso es que el Salamanca la falló y no contento con eso regaló lastimosamente el primer gol al "colársele " a su portero por debajo de los brazos en un inofensivo disparo desde lejos de Kevin Presa.
Ahí empezó a cambiar todo y el Pontevedra CF a mandar en el partido aprovechando la desesperación de un rival que en el primer cuarto de hora de partido ya había demostrado su inocencia en las dos áreas de castigo.
Y más se puso todo a favor a raíz de una contra bien empezada por Pedro Vázquez, continuada por ese puñal en banda izquierda llamado Alex González y finalizada por Arruabarrena con un remate a escasos metros del portero que nada pudo hacer para evitar el 2-0.

Todavía existió la posibilidad de cambiar siquiera un poco el guión poco después de ese 2-0 en una jugada en la que el Salamanca ganó muy bien la espalda a Nacho Lorenzo en la izquierda pero en ese instante apareció el de casi siempre, es decir, Edu Sousa para abortar en gran intervención el remate del delantero rival y poner punto y final con muchos minutos de antelación al partido de ayer.

No exagero.

Ni en los bastantes minutos que todavía faltaban para terminar el primer tiempo ni sobre todo en la segunda mitad el Salamanca dio la más mínima impresión de inquietar el área de peligro del Pontevedra CF.
Tuvo la pelota, sí, porque el Pontevedra se la entregó sin tapujo alguno pero esa posesión tan ambicionada por algunos en el fútbol actual no le sirvió para nada a los castellanos que se estrellaron una y otra vez con el sistema defensivo granate.

A consecuencia de lo anterior, el choque transcurrió para los pocos aficionados presentes de una manera tan plácida que casi ni se recordaba por estos lares y el Pontevedra controló como quiso y en todo momento a un contrincante que no lograba alterar el guión ni con los cambios que introdujo en su parcela ofensiva.
Nuestra banda izquierda ocupada por el novel Lorenzo y que sufrió en un par de ocasiones en la primera parte no volvió a experimentar sobresaltos, Nacho López dominó su banda con tranquilidad e incluso cumplió con creces en el centro de la defensa tras la inoportuna lesión de Victor Vázquez "Churre" y Campillo (que dio el susto al principio con unos estiramientos sobre el campo que dejaban la duda del estado muscular de una de sus piernas) realizó su trabajo sin problemas en buena conexión con el citado Churre.

En el medio campo y con la posesión entregada al rival, el Pontevedra se limitaba a contener sin demasiado entusiasmo a la hora de hilvanar algún contragolpe y en ese medio centro volvió a a aparecer junto a Kevin un Berrocal trabajador en la presión pero que por lo menos a este atribulado bloguero le sigue dejando muchas dudas en esa posición sobre todo cuando enfrente tengamos un equipo cerrado y que nos obligue a jugar con más velocidad en busca de escasos espacios.

Dejó algún detalle más que en otras ocasiones Pedro Vázquez que parece ir cogiendo el ritmo a medida que pasan los partidos e incluso Javi López en la primera parte tocó con acierto en alguna ocasión aunque sigue apareciendo muy poco hasta el extremo de que en la segunda parte apenas se le vio aunque no desentonó en el trabajo defensivo del bloque.

Pudo hacer el tercero Alex González cerca del final pero el portero salmantino rechazó con acierto su disparo y en esos últimos minutos volvió a aparecer con ilusión un Javi Pazos que también pudo marcar en otra ocasión y que dotó de algo más de velocidad y chispa al ataque granate para evitar algunos bostezos que a esas alturas ya eran generalizados.

Lo peor de todo, sin duda alguna, las lesiones. 

El primer cambio de ayer vino motivado por las dichosas molestias con las que lleva jugando desde hace mucho tiempo Kevin Presa y que ayer provocaron que saliera realmente dolido y cojeando ostensiblemente del campo.  
Y poco después, el mejor defensa de largo hasta ahora del equipo, "Churre", en una mala caída sobre el césped tras un gratuito "toque" de un rival, se luxaba un codo haciendo saltar de dolor al contundente central de Marín.

Ayer, el equipo se ordenó con la salida de Juan Barbeito al lateral derecho y la ubicación de Nacho López en el centro que como ya se ha dicho cumplió sin problemas los últimos veinte minutos pero no se puede negar que esta baja que además parece que se prolongará durante bastante tiempo de Vázquez es trascendente porque por lo menos desde fuera parecía el "jefe" de la defensa y suplirle no va a resultar nada fácil.

Sin más sobresalto que el producido por esta lesión y las sempiternas molestias de Kevin (que no es poco sobresalto, la verdad) acabó un partido muy cómodo para un Pontevedra que parece haber encontrado su plan de juego y acción de una manera aparentemente diferente a la que se decía al comienzo de la Liga pero con el que el equipo parece encontrarse cada vez mejor y más seguro de sí mismo.
Los tres puntos nos elevan a la sexta posición y desde hace mucho tiempo colocan al Pontevedra más cerca del play off de ascenso que el de permanencia y a pesar de que viendo jugar al equipo (por lo menos en casa) no es un enamoramiento súbito o un flechazo a primera vista lo que se experimenta, lo cierto es que estamos yendo para arriba siendo por fin más concretos en el transcurso del juego: "no nos meten y (aunque poco) nosotros sí metemos alguna" .

Para Guijuelo perdemos por vez primera a "Churre" (preocupante, insisto) pero recuperamos a Castro y también a León si este último supera sus ya tradicionales molestias en los isquios.
Supongo que Kevin será duda a lo largo de la semana en función del estado e intensidad de sus molestias.

Si hay un campo (quizá con el de Bouzas) en el que la fórmula "no encajes de ninguna de las maneras y trata de aprovechar la que tengas" es de imperativa aplicación es el de Guijuelo.
Allí será fundamental volver a exhibir la cohesión defensiva de los últimos partidos ante un equipo que maneja muy bien el juego en su estadio y que cuenta con jugadores de envergadura que no lo pondrán nada fácil.

Si aparece otra vez ese Pontevedra CF sólido, férreo y contundente atrás además de concreto arriba habrá posibilidades de salir airosos y aumentar la ilusión que empieza a despertar el equipo a ´raiz de su trabajo en las últimas semanas.




     


    

  

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