martes, 9 de octubre de 2018

Meritoria victoria en el camino hacia la estabilidad

Los tres puntos conseguidos en Fuenlabrada son importantes por muchos motivos.

El primero y más evidente es que se ha logrado vencer por vez primera esta temporada a domicilio y además en un Estadio en el que los fuenlabreños habían contado por victorias los tres partidos anteriores jugados en ese campo.
El segundo porque se ganó manteniendo la portería a cero también por primera vez esta campaña fuera de casa y el tercero (entre otros muchos motivos) porque dio la impresión tras el 0-2 (por lo menos a través de la radio) de que el Pontevedra dominaba la situación y no corría peligro el resultado.

El equipo volvió a jugar con tres atrás aunque en esta ocasión Campillo ocupó el central derecho dejando el carril largo de esa banda para Nacho López en un diseño en ese costado aparentemente más razonable del expuesto el día del Valladolid B ( aquel día Nacho ocupó el central y Javi López la banda) .
Una fórmula que casi nunca sale bien, la de colocar a Alex González de lateral largo, está vez no fue obstáculo no solo para ganar sino también para no encajar gol alguno y adecuado parece consignarlo pues cuando se critica esta ubicación del cántabro en las ocasiones en las que no funciona de justicia resulta igualmente dejar expuesto que está vez salió bien el invento de esta posición más responsable en defensa del rubio extremo del Pontevedra.

Y se jugó de inicio también por vez primera con dos puntas acompañando Pazos a Arruabarrena en el frente de ataque granate.

Los dos goles marcados por el delantero vasco que se unen al que ya logró marcar en Navalcarnero alimentan la esperanza de que el potente delantero fichado este verano pueda alcanzar un rendimiento alto esta temporada pues ya se ha comentado en alguna entrada anterior de este blog que un Arruabarrena a buen nivel no debería pasar desapercibido en la categoría y como quiera que los goles son la energía de la que viven los puntas ojalá este doblete conseguido en el Fernando Torres aumenten el depósito de confianza de este futbolista al que necesita mucho el equipo a la hora de engrosar tantos a favor en la clasificación.

Después de esta meritoria victoria en Fuenlabrada que ojalá y de una vez por todas sea el punto de partida para una serie de partidos en las que puntuar e incluso ganar a domicilio deje de ser un acontecimiento extraordinario para el Pontevedra CF, hay que reconocer que las sensaciones que está dejando el equipo en este arranque liguero, al menos para este atribulado bloguero, son contradictorias. 

La imagen que me transmitió el equipo en casa a excepción de la primera parte contra la Cultural Leonesa no fue nada buena. 
Ni frente al Valladolid B ni Celta B ni en esa segunda parte ante los leoneses resuelta in extremis a favor con aquel gol de Alex González el equipo fue capaz de transmitir sensación de seguridad, fortaleza y capacidad de hacer gol ante la portería contraria.

Fuera (siempre según las crónicas) se jugó muy mal en Salamanca, se mejoró en Navalcarnero, caímos goleados en Boadilla aunque según muchos no se mereció tan duro castigo ese día y ahora se gana en Fuenlabrada dando la sensación de cierta autoridad ante un conjunto lleno de veteranos y que en su feudo suele sentirse como pez en el agua.

Es por ello que por lo menos en mi caso reina el desconcierto acerca de la versión del Pontevedra CF que podremos observar en los siguientes encuentros empezando por el de este Domingo en Pasarón ante nada menos que el líder de la categoría,  la SD Ponferradina.

Continuos cambios en las alineaciones iniciales y también en el sistema de juego transmiten la idea de que el equipo todavía está haciéndose y que no hay todavía un "once" que con pocas variaciones pueda asentarse ya como titular sobre el terreno de juego.
Esto último es una sensación que quizá no sea real y no responda a que el técnico siga buscando todavía el mejor diseño de su alineación pues el propio Luismi en muchas de sus comparecencias insiste en que no es lo mismo un partido que otro ni un campo que otro y que esos cambios pueden seguir existiendo como fruto de una estrategia planificada. 

Sea como fuere, lo cierto es que al menos para mi las posibilidades clasificatorias del equipo siguen siendo una incógnita y espero con expectación el partido del Domingo para ver como el Pontevedra se bate contra una Ponferradina todavía invicta y configurada con mucho más criterio que temporadas anteriores al haber incorporado jugadores destacados de la propia 2ªB (Sielva, Trigueros, Michel, Son, Espina, Grande, Pichín...) y que con menos ruido pero con mucha más capacidad comanda la tabla del grupo I con autoridad.

Da la impresión del que el equipo todavía busca su sitio en la clasificación y persigue una estabilidad tanto en su juego como en la línea de resultados que no llega pero cuya consecución o ausencia va a determinar el tramo de tabla en el que podamos movernos a lo largo de la Liga.

El encuentro frente al líder nos dará otra oportunidad para calibrar las verdaderas posibilidades de esta plantilla. 
No será en un partido fácil como es lógico pero tampoco inalcanzable pues al calor de Pasarón ningún partido de esta Liga debería resultar inalcanzable.

No ganamos aquí desde el día de la Cultural y que mejor jornada para volver a ganar en casa que el Domingo contra el primero e invicto de la tabla. 
De hacerlo lograríamos algo que no hemos hecho aún esta temporada: ganar dos partidos seguidos y dar un paso importante de cara a esa estabilidad que todavía no hemos encontrado.     



       
    

1 comentario:

  1. Escuchando las declaraciones de Mikel ayer en la Radio Galega, y de otras semanas anteriores, sigue enfatizando que ve buen grupo y que el equipo "se lo tiene que creer", de lo que yo sacaría 2 conclusiones:
    -Una buena: Mikel está implicado y quiere "tirar del carro"
    -Una cuando menos regular: es evidente que aún hay gente que no está dando el nivel que debería, y quizás de ahí vienen tantos cambios en los onces de Luismi.

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